¡°Amar a alguien es estar abierto a la sorpresa¡±
El autor brit¨¢nico estrena la f¨¢bula de Shakespeare 'Pericles, pr¨ªncipe de Tiro'
?A Declan Donnellan, Shakespeare le deja siempre huecos para la sorpresa. Nunca le ha defraudado, tampoco le ha cansado, ni ha dejado de amarle. ¡°Una de las razones por las que me sigue sorprendiendo Shakespeare es porque escribe sobre el autoenga?o, sobre aquello que uno siempre ha sabido pero que, de un modo u otro, olvida. Como el hecho de que voy a morir. Shakespeare comparte con nosotros la oportunidad de participar de una experiencia¡ experiencias profundas que nunca pueden ser iguales dos veces. Solo lo que est¨¢ muerto parece igual¡±, explica Donnellan, el gran dramaturgo brit¨¢nico y fundador de la compa?¨ªa Cheek by Jowl junto al escen¨®grafo Nick Ormerod, embrujado desde siempre por el mundo de Shakespeare y los cl¨¢sicos. ¡°No hay nada tan sorprendente como el pasado¡± a?ade el director, que estrena en Madrid Pericles, pr¨ªncipe de Tiro, uno de los ¨²ltimos textos escritos por Shakespeare. F¨¢bula sobre el amor, Pericles, pr¨ªncipe de Tiro, se representa en el Mar¨ªa Guerrero desde hoy jueves y hasta el pr¨®ximo domingo.
En una entrevista realizada v¨ªa correcto electr¨®nico, Declan Donnellan (Manchester, 1953) se sumerge en el universo de Shakespeare y habla de su amor por ¨¦l. ¡°No se puede amar a alguien que no sea capaz de sorprenderte. Amar a alguien es estar abierto a la sorpresa. Cuando una persona te dice que te conoce y te entiende totalmente, ha llegado el momento de salir huyendo. Las obras de arte est¨¢n vivas y, en consecuencia, cada vez que las miras son diferentes. Siempre que leo las obras de Shakespeare parece que el autor las ha vuelto a escribir para que hablen de la actualidad. Todo en ellas resulta nuevo¡±, asegura el dramaturgo, que en esta ocasi¨®n vuelve a contar con la escenograf¨ªa de Nick Ormerod ¨Cha situado la historia en una habitaci¨®n de hospital- y con el n¨²cleo de sus actores franceses fetiche como C¨¦cile Leterme, Camille Cayol, Xavier Boiffier y Christophe Gr¨¦goire, a los que se han unido en esta ocasi¨®n Valentine Catz¨¦flis, Guillaume Pottier y Martin Nikonoff.
Pericles, el pr¨ªncipe de Tiro, un romance tard¨ªo, considerado un cuarteto con Cimbelino, Cuento de invierno y La tempestad, Donnellan destaca la vitalidad y el optimismo de la obra y la sensaci¨®n de que quiz¨¢s el orden proviene del caos. Pericles, amenazado por las tramas secretas de Ant¨ªoco, emperador de Grecia, abandona Tiro a bordo de una nave que naufraga. Pericles se salva, pero se ve inmerso en un viaje plagado de peligros, traiciones y amores. ¡°Al principio parece ajena a nosotros, un cuento sobre torneos y caballeros¡±, explica su director, ¡°pero, en realidad, es una f¨¢bula que habla de un hombre que es separado de las personas a las que ama y que, poco a poco, milagrosamente, vuelve a reunirse con ellas en un reencuentro que es m¨¢s obra del destino que de su propio esfuerzo. La pieza trata del misterio del amor, de la p¨¦rdida y del amor redescubierto tras una dolorosa y desconcertante ausencia. El problema de Pericles es que se ha extraviado. Tras haber perdido todo, no entender ya nada, haber perdido el rumbo y seguir intentando desesperadamente averiguar d¨®nde est¨¢, despu¨¦s de todo ese esfuerzo, nada parece servir. Pero, sorprendentemente, de todo lo posible, es el caos lo que viene a salvarlo. De repente, la suerte y el azar lo solucionan todo. Pericles no se merece ni su dolor, ni su redenci¨®n¡±.
Apasionado de los cl¨¢sicos, Donnellan defiende que los textos buenos son los que siempre tratan del momento actual, aquellos que indagan en los entresijos de la condici¨®n humana de una manera imposible de explicar. ¡°No es un proceso racional. Lo curioso de Shakespeare y de otros autores, como Racine, Ch¨¦jov o Calder¨®n, es que no representamos sus obras porque sean venerables, o antiguas, o las hayan escrito personas que ya est¨¢n muertas. Lo maravilloso de ellas es que son magn¨ªficas. Han sobrevivido porque, a lo largo de cientos de a?os, han seguido mostrando la vida. Y la vida no es un estado. La vida es un proceso. La carnalidad de la experiencia humana se manifiesta en las representaciones. Shakespeare sabe que es nuestra carnalidad lo que nos hace y siempre nos har¨¢ humanos, ahora y dentro de 400 o de 4.000 a?os. La tecnolog¨ªa solo nos cambia en apariencia¡±.
No oculta su preocupaci¨®n Declan Donnellan por la situaci¨®n de incertidumbre que atraviesa Europa, con el Brexit, el proceso independentista en Catalu?a, adem¨¢s del enfrentamiento con Estados Unidos y el autoritarismo en algunos pa¨ªses del Este. ¡°Son temas muy serios. Los ingleses tienen una capacidad asombrosa para ocultar su fanatismo. Una de las causas del Brexit es la nostalgia, que siempre est¨¢ enojada y otra es la amnesia. Una de las muchas razones para crear la Uni¨®n Europea era evitar otra guerra en el continente. Hoy en d¨ªa hay mucho rencor. Mucha gente tiene la sensaci¨®n de que no recibe bastante atenci¨®n. Se queja del dinero porque parece m¨¢s racional y menos embarazoso, pero lo que de verdad la enfurece es la falta de atenci¨®n¡±.
Defiende Donnellan la pol¨ªtica como lugar de debate p¨²blico para la resoluci¨®n de los problemas y el teatro como lugar para conectarnos ¡°La pol¨ªtica no consiste en gritar esl¨®ganes. La pol¨ªtica es el debate p¨²blico entre personas con diferentes puntos de vista; es cuesti¨®n de empat¨ªa. La empat¨ªa es completamente diferente de la simpat¨ªa. La empat¨ªa nos permite ponernos de parte de alguien que no es como nosotros, respetar a alguien que no est¨¢ de acuerdo con nosotros. En cambio, la simpat¨ªa lleva al odio y a la guerra. En pol¨ªtica, esto ocurre con mucha frecuencia. Simpatizamos con las ideas de determinadas personas y no con las de otras, y por eso las odiamos. Tenemos que escuchar a quienes tienen puntos de vista diferentes. De lo contrario, nos encaminamos hacia el desastre. La simpat¨ªa conduce a la guerra. Creo que, en ¨²ltimo extremo, la simpat¨ªa levanta muros, mientras que la empat¨ªa tiende puentes¡±.
¡°El teatro nos ayuda a desarrollar nuestra empat¨ªa. Necesitamos imaginaci¨®n y empat¨ªa para entender a nuestros enemigos. Imaginar que el enemigo no es m¨¢s que un est¨²pido o un malvado suele ayudarle a conseguir el poder. Tenemos que soltarnos del mundo de la simpat¨ªa y entrar en el de la empat¨ªa¡±.
Babelia
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