¡°La muerte es el evento m¨¢s democr¨¢tico¡±
La estudiosa destaca que en Egipto se embalsam¨® a una escala asombrosa
Lo que ha visto esta mujer provocar¨ªa pesadillas a mucha gente. Momias, montones de momias. De toda clase y condici¨®n. Algunas reci¨¦n desenterradas o a¨²n en sus sombr¨ªas tumbas, en las que ha tenido que adentrarse. A Salima Ikram, la gran especialista de referencia en momias egipcias, la llaman cada vez que hay que examinar una, sea humana o de animal. Curiosamente, pasarse la vida entre momias no le ha amargado el car¨¢cter y es una persona jovial y simp¨¢tica, llena de joie de vivre, que ya es contraste. Ikram naci¨® en Lahore, Pakist¨¢n, en 1965, pero una visita a los 9 a?os a Egipto, donde se enamor¨® de sus antig¨¹edades, sell¨® su destino. Tras estudiar arqueolog¨ªa y egiptolog¨ªa en EE UU y en la Universidad de Cambridge, se instal¨® en El Cairo, donde ense?a ambas materias en la c¨¦lebre American University de la capital egipcia. Autora de numerosos libros y rostro habitual de los grandes documentales televisivos, Ikram es codirectora del Animal Mummy Project en el Museo Egipcio y trabaja en numerosas excavaciones. Para redondear, fue asesora de la pel¨ªcula de Hollywood La Momia (el remake de 1999), aunque en muchas cosas no le hicieron, obviamente, caso. Particip¨® en el pasado Congreso Extraordinario de Estudios de Momias, en Tenerife.
¡°Empec¨¦ trabajando en la vida cotidiana en el Antiguo Egipto y en un aspecto concreto que es la comida¡±, explica Salima Ikram.? ¡°Fue al estudiar c¨®mo se preservaba la comida para los difuntos en las tumbas cuando llegu¨¦ a las momias¡±, rememora l investigadora, que ya era una fan de la antig¨¹edad fara¨®nica desde que su padre la llev¨® a El Cairo. ¡°Vi las pir¨¢mides y los tesoros de Tutankam¨®n; para una ni?a como era yo Egipto fue una revelaci¨®n¡±. La confluencia de ese inter¨¦s primerizo y el estudio de c¨®mo se embalsamaban los alimentos de las ofrendas funerarias la condujo a las momias. Se ha especializado en las de los animales.
¡°Me interesan igual las humanas pero si prefiero las de los animales es porque hay m¨¢s especies¡±, apunta con cierta sorna. ¡°Tambi¨¦n porque las formas de momificar son mucho m¨¢s variadas. Y siempre me han gustado mucho los animales, el mundo natural era muy importante en la antig¨¹edad y sobre todo en Egipto donde los animales eran fundamentales para la subsistencia pero adem¨¢s estaban relacionados con el mundo divino, eran intermediarios entre nosotros y los dioses. Los animales est¨¢n por tanto en una posici¨®n clave para ayudarnos a entender el pensamiento egipcio. Griegos y romanos se burlaban de la relaci¨®n de los egipcios con los animales, pero luego, cuando conquistaron ellos Egipto siguieron con los antiguos cultos. Esos cultos ofrec¨ªan acceso a verdades esot¨¦ricas y por eso eran tan populares¡±.
?Cu¨¢l es la momia m¨¢s impresionante que ha visto? ¡°Sab¨ªa que me lo preguntar¨ªa¡±, responde la egipt¨®loga con un moh¨ªn. ¡°Probablemente las de los dos grandes cocodrilos de la colecci¨®n del Museo de El Cairo, de 5,20 y 4,65 metros respectivamente. Manifestaciones ambos del dios Sobek, en el m¨¢s grande encontr¨¦ cr¨ªas de cocodrilo que hab¨ªan sido introducidas en su boca tras ser tambi¨¦n momificadas. Se han encontrado miles de momias de cocodrilos, necr¨®polis enteras dedicadas a ellos. En los lugares en que se los veneraba, como Medinet Madi, cerca del Fayum, exist¨ªan incluso instalaciones para incubar sus huevos. Pero tambi¨¦n me impresionan las de musara?a, en realidad las adoro, tan bien preparadas pese a ser animales tan peque?os... Conozco una momia de serpiente que ten¨ªa dentro a medio digerir una musara?a. Lo m¨¢s extraordinario de todo es el n¨²mero de momias de animales que hay. Se han hallado cuatro millones de momias de ibis. Las momias de gatos sepultadas en Bubastis eran tan numerosas que se las usaba en los barcos brit¨¢nicos como lastre y luego se empleaban como fertilizantes; un solo env¨ªo en el siglo XIX contabiliz¨® 180.000 momias de gatos. Solo en la excavaci¨®n de Jos¨¦ Manuel Gal¨¢n en Dra Abu el Naga, por ejemplo, han aparecido m¨¢s de 7.000 momias de animales Los egipcios momificaban todo tipo de fauna, desde elefantes a insectos como escarabajos, pasando por peces, cobras, chotacabras, hienas, murci¨¦lagos, mangostas, gacelas, buitres, lagartos... Y tambi¨¦n a veces bolas de esti¨¦rcol¡±. Leones solo se conoce uno. ¡°S¨ª, pero en Saqara confiamos encontrar m¨¢s¡±.
Algunos de esos animales eran mascotas (a algunos babuinos, por ejemplo, se les hab¨ªan quitado los caninos para evitar da?os a sus due?os) o seres sagrados y se los momificaba al morir, con cari?o o reverencia, pero otros se criaban como ofrendas y se los sacrificaba. ¡°No solo se trataba de religi¨®n sino que hab¨ªa un aspecto econ¨®mico: las momias de animales que se vend¨ªan masivamente en los templos y santuarios eran una importante fuente de ingresos¡±. Los visitantes y peregrinos las compraban, explica Ikram, y los dedicaban como exvotos.
"Cuando las miro a la cara pienso que est¨¢n dormidas. Y la distancia en el tiempo se desvanece"
?Y qu¨¦ momia humana prefiere? ¡°No hay una sola pero la de Tutmosis IV, tan excelentemente conservada, me parece sensacional. En fin, no la conozco personalmente...¡±. Para la estudiosa, trabajar con momias humanas significa hacerlo ¡°con alguien que es como t¨². Cuando las miro a la cara pienso que est¨¢n dormidas. Y la distancia en el tiempo se desvanece. La humanidad cierra brechas cuando est¨¢s ante una momia. Aunque sea de hace mucho tiempo, de otro pa¨ªs, de otra civilizaci¨®n. Ante una momia te sientes parte de un ciclo. Para conocer el futuro necesitamos saber lo que sucedi¨® en el pasado¡±.
Saliima Ikram opina que pese a que la ciencia ha disuelto parte del misterio y el morbo de las momias, nuestro inter¨¦s por ellas no decrece. Tiene que ver, dice, con que ¡°somos macabros, para qu¨¦ negarlo; existe el hecho de que somos humanos y podemos devenir eso, nos interesa la muerte, el evento m¨¢s democr¨¢tico, el umbral que todos pasaremos. Los egipcios tuvieron ¨¦xito preservando sus cad¨¢veres y eso nos fascina¡±.
Ikram, como muchos de sus colegas considera a la de Boris Karloff la mejor momia que ha dado el cine. ¡°No solo como entretenimiento sino en t¨¦rminos de veracidad e impacto ninguna otra la ha superado. Es terrible, pero adem¨¢s tiene esa dimensi¨®n sentimental. No es solo el monstruo, sino el dolor que percibimos en su coraz¨®n¡±. ?Y las nuevas momias como la de Arnold Vosloo de 1999? ¡°Est¨¢ bien, excepto por algunas cosas en las que no hicieron caso, como lo de los cinco vasos canopos en vez de los cuatro preceptivos o lo de usar a los escarabajos como criaturas agresivas y malignas, cosa que a ning¨²n antiguo egipcio se le hubiera ocurrido. Dicho esto he de recordar que hemos encontrado alg¨²n escarabajo momificado y min¨²sculas momias de otros insectos, muy peque?itas, ?un gran trabajo!¡±.
Tutankam¨®n y su reina
Qu¨¦ opina Salima Ikram del asunto del carpetazo oficial a las supuestas c¨¢maras secretas de la tumba de Tutankam¨®n? ?Podemos dar el tema por zanjado despu¨¦s de la declaraci¨®n de las autoridades egipcias tras el nuevo escaneado de que ah¨ª no hay nada de nada? ¡°La idea era interesante, pero si las autoridades dicen que no hay evidencia alguna de puertas o pasadizos debemos aceptarlo. Es cierto que la aseveraci¨®n parece demasiado rotunda. En fin, posiblemente habr¨¢ que esperar diez a?os para ver si con mejores instrumentos de an¨¢lisis se puede volver a abrir la discusi¨®n. Ahora est¨¢ cerrada¡±. Con respecto a las investigaciones del regresado Zahi Hawass en el ramal occidental del valle de los reyes conocido como el Valle de los Monos por las pinturas de la tumba de Ay, la ¨²nica famosa en esa zona de la necr¨®polis real, Ikram se?ala que se pueden realizar interesantes hallazgos all¨ª. ?Ankesenam¨®n, la viuda de Tutankam¨®n y luego esposa de Ay? ¡°Es posible¡±.
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