Blas de Lezo conquista las vi?etas con aroma a Netflix
Un tr¨ªo de creadores logran recaudar m¨¢s de 34.000 euros por 'crowdfunding' para editar una novela gr¨¢fica del personaje
Blas de Lezo. Ni h¨¦roe, ni villano. Solo Blas de Lezo. Con sus luces y sus sombras. Blas de Lezo como ser humano. Esta es la diana en la que han centrado sus esfuerzos tres j¨®venes creadores del tebeo: Angel Miranda (guionista), Guillermo Mogorr¨®n (dibujante) y Ram¨®n Vega (documentalista). Con un estilo espectacular, a lo Marvel, un rigor hist¨®rico documentado y un retrato de personajes de grises, bajo el paraguas de la eterna edad de oro de la televisi¨®n, este triunvirato se lanz¨® a las procelosas aguas de la financiaci¨®n online en la plataforma de crowdfunding Verkami. Ha sido un ¨¦xito.
Cuando a¨²n restan 18 d¨ªas para cerrar la campa?a, Lezo, que as¨ª se titular¨¢ el tebeo, lleva recaudados m¨¢s de 34.000 euros. Cerca ya de doblar la pretensi¨®n inicial: 19.000 euros que se han quedado ya a popa. ¡°Ten¨ªa buenas expectativas, porque creo que hemos hecho un buen trabajo y Lezo genera inter¨¦s. Pero no esperaba que tanto¡±, afirma Miranda. Ayuda, desde luego, el contar con un ilustrador como Mogorr¨®n, curtido a nivel internacional en las primeras espadas del mundo del tebeo norteamericano, las Marvel, DC e IDW. Y tambi¨¦n que no era la primera vez. Este es el segundo c¨®mic que Miranda ha conseguido financiar por crowdfunding tras sus Espadas del fin del mundo, que recreaba el combate entre filibusteros nipones y soldados castellanos en aguas del Pac¨ªfico.
La pregunta clave, es: ?Por qu¨¦ Lezo? ¡°Tiene una potencia narrativa y dram¨¢tica muy grande. La vida que llev¨® es una pel¨ªcula. Pierde la pierna con 15 a?os y, en vez de retirarse, contin¨²a en una batalla tras otra. Acabar¨¢ perdiendo el ojo y la movilidad de un brazo. Por no hablar que las batallas en las que particip¨®, con Cartagena de Indias a la cabeza, fueron cruciales para el futuro del continente¡±, comenta el guionista de Lezo.
Miranda, como buen millenial, no quer¨ªa quedarse sin m¨¢s en la epidermis de la heroicidad. Con una herencia que admite provenir m¨¢s de lo televisivo que de las vi?etas, este creador apuesta por recrear un personaje m¨¢s humano y por lo tanto falible: ¡°Nosotros, siendo tres autores j¨®venes, estamos claramente influidos por el fen¨®meno de las series. Especialmente por el tratamiento de personajes. Creo que hoy, hablemos de pel¨ªculas, series o novelas, ha cambiado un poco el prisma. Un protagonista o un personaje interesante ahora es un personaje m¨¢s humano. No cuentas ya solo sus virtudes, sino tambi¨¦n sus carencias. Creo que, si eso lo haces bien, el personaje cala y conecta con el p¨²blico¡±. En el caso de Lezo, ambas est¨¢n claras. Su cara es un hero¨ªsmo y arrojo fuera de lo com¨²n en situaciones desesperadas. Su cruz, una dificultad para mantener relaciones personales que le causaron disgustos especialmente en las esferas pol¨ªticas de la ¨¦poca.
Y hablando de pol¨ªtica, hab¨ªa que entrar en el espinoso asunto del sitio de Barcelona (1713-1714). Y en el bombardeo de la ciudad que fue objeto de pol¨¦mica pol¨ªtica por la decisi¨®n del ayuntamiento de Madrid de rechazar la solicitud del de Barcelona para retirar la estatua al personaje. En Lezo, al menos en este primer volumen, no habr¨¢ nada de este sitio en Barcelona. La trama, ¡°por razones de espacio y no de otro tipo¡±, como aclara Miranda, se centrar¨¢ en la batalla de Cartagena de Indias, que el equipo creativo pretende narrar en dos vol¨²menes.
Pero, si la cosa va bien, y hay m¨¢s tebeos de Lezo, ?hablar¨ªan de Barcelona? Miranda dice que no tendr¨ªan problemas, pero que quieren huir de un problema que ven enquistado en Espa?a cuando se enfrenta con el reflejo de su historia en la contemporaneidad. ¡°Creo que Espa?a tiene un problema en cuanto a narrar su pasado. Muchas veces dejamos que todo se vea desde una ¨®ptica pol¨ªtica. Y creo que a veces caemos en el absurdo¡±. Lo que no quieren es convertir un c¨®mic de prop¨®sito narrativo en un tebeo politizado. ¡°No creemos que el presente tenga que influir en c¨®mo cuentas el pasado¡±.
A la hora de buscarse tripulaci¨®n, Miranda le tiene que dar las gracias no a un cojo c¨¦lebre, sino a un manco. El de Lepanto. Fue en la dedicada al Quijote de Expoc¨®mic ¡ªde la que hablamos en Ka-BOOM¡ª que Miranda se encontr¨® por primera vez frente a frente con el trabajo de Mogorr¨®n. La ilustraci¨®n, que muestra uno de los pocos combates reales librados en las faza?as del caballero de la triste figura, impresion¨® al guionista: ¡°Hab¨ªa retratado, con un toque sobrio o realista, pero al mismo tiempo lleno de acci¨®n una escena del Quijote. Nunca hab¨ªa visto algo as¨ª¡±. De ah¨ª a entrar en contacto y congraciar una visi¨®n que toma la espectacularidad de lo superheroico pero la enmarca en un fresco hist¨®rico riguroso.
Si la trama narrativa es el m¨²sculo y el dibujo la epidermis, el papel de proporcionar el esqueleto a Lezo recae en otro tripulante, Ram¨®n Vega, que ejerce el papel de cocreador desde su labor de documentalista. ¡°Para hacer algo con el rigor que queremos hacer, no llega con ser un aficionado a la historia. Ram¨®n Vega es un chico joven, como nosotros, pero muy reputado y est¨¢ trabajando en el museo naval de Madrid. Y esto significa que tiene acceso a las fuentes originales, a veces in¨¦ditas, y el contacto fluido con universidades y entidades internacionales¡±. Miranda define a Vega como una pata m¨¢s de una mesa que se sostiene equilibrada. ¡°Ram¨®n es el tercer autor¡±, sentencia Miranda.
?Y por qu¨¦ Lezo viaja a las vi?etas v¨ªa crowdfunding y no por una editorial convencional? La respuesta de Miranda viene a contrastar otras visiones sobre la industria espa?ola que en esta secci¨®n y peri¨®dico hemos recibido a menudo. Que la industria local, aunque crece, a¨²n no es industria: en el sentido de que pueda sustentar a un gran grupo de profesionales de manera constante. Miranda mismo trabaja en la agencia de comunicaci¨®n de Mazda, aunque fue tambi¨¦n periodista en diversas revistas del Grupo Prisa. ¡°Lamentablemente el mercado en Espa?a no es lo suficientemente grande para una propuesta de este tipo¡±. De hecho Lezo no planea dar el salto a ninguna editorial espa?ola. S¨ª probar¨¢n suerte en el mucho m¨¢s maduro mercado franc¨¦s.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.