Del mar como introspecci¨®n

De Thyboron (Dinamarca) a Harlingen (Pa¨ªses Bajos) a bordo del velero Ismael. Un nuevo holand¨¦s errante narra en tiempo real su singladura junto a su hija Mar¨ªa y su osito de peluche, Flappy. En el mar se dir¨ªa un relato de aventuras, pero no lo es. Podr¨ªa entenderse como una historia de hero¨ªsmo, pero no lo es. Si acaso una entra?able historia de debilidad humana en un entorno hostil, el ¨¦pico relato intimista (y no es un ox¨ªmoron) que Heijmans construye con escasos mimbres, un hipn¨®tico estilo telegr¨¢fico que encadena frases simples que van conformando algo muy parecido a un diario de a bordo o a un cuaderno de bit¨¢cora, y que en realidad es el mon¨®logo interior con el que un padre hostigado por el sistema se desahoga afrontando precisamente la posibilidad de ahogarse en el mar del fracaso personal.

La traves¨ªa que el padre detalla desde el fondo de su conciencia no es heroica, es cat¨¢rtica; no es legendaria, es bals¨¢mica. Donald es a la vez un ejecutivo desenga?ado y un esposo enamorado que ha descubierto en su hija el pretexto m¨¢s leg¨ªtimo y m¨¢s feliz para huir hacia delante y abandonar la rutina claustrof¨®bica de una oficina ya vac¨ªa de alicientes. Tres meses de navegaci¨®n en solitario le permiten conocerse y discurrir acerca de la paternidad, entendida como mutua dependencia, de la relaci¨®n del hombre con el hombre, del hombre con la mujer, del hombre con el ni?o y del hombre con la naturaleza y con la naturaleza del hombre. El narrador no se dirige al lector, pero el lector lo escucha. Donald habla para s¨ª mismo, relata minuciosamente su d¨ªa a d¨ªa f¨ªsico y mental, medita en voz alta o habla en silencio. La introspecci¨®n extrovertida. Importa sobre todo aqu¨ª el talento con el que el novelista alcanza a reflejar la personalidad de un hombre corriente que, como la de cualquier hombre corriente, analizada desde muy cerca es capaz de verse trascendida. Una sintaxis en extremo simple y un ritmo moroso conducen sin embargo al lector del arranque al final sin asomo de hast¨ªo. Heijmans obra as¨ª el milagro narrativo de la creaci¨®n de tensi¨®n merced a una parad¨®jica placidez. En el mar es un texto reconfortante que muy bien podr¨ªa acabar con aquellos versos de Du Bellay a modo de estrambote: ¡°Heureux qui, comme Ulysse, a fait un beau voyage¡±.

En el mar. Toine Heijmans. Traducci¨®n de Goedele de Sterck. Acantilado, 2018. 160 p¨¢ginas. 14 euros