Dos mujeres en pie de guerra
Nathalie Baye y Laura Smet protagonizan, como madre e hija (en la vida real y en la gran pantalla), ¡®Las Guardianas¡¯, sobre el papel de la mujer en la retaguardia de los conflictos b¨¦licos
Cuando Ernest P¨¦rochon escribi¨® la novela de Les Gardiennes en 1924, seis a?os despu¨¦s del fin de la Primera Guerra Mundial, probablemente desconoc¨ªa que sus hojas se convertir¨ªan en pel¨ªcula y representar¨ªan, desde el pasado, el momento actual que viven las mujeres. En el a?o de la revoluci¨®n feminista, los personajes de P¨¦rochon devuelven a las mujeres el lugar que la historia les arrebat¨®. "En la guerra fueron ninguneadas. Los hombres eran los h¨¦roes y parece que ellas no aportaron nada a la lucha, pero tuvieron una tarea colosal para la supervivencia de la sociedad", sentencia Nathalie Baye (Eure, Francia, 1948), que con m¨¢s de cinco d¨¦cadas en la gran pantalla, se ha consagrado como una de las actrices m¨¢s reconocidas y premiadas (cuatro premios C¨¦sar, un Le¨®n de Plata de Venecia y una Concha de Plata de San Sebasti¨¢n) del cine franc¨¦s. Hoy vuelve a las salas espa?olas con Las guardianas para homenajear, de la mano de su hija, Laura Smet (Neuilly-sur-Seine, Francia, 1983), y el director Xavier Beauvois, el papel fundamental que ostentaron las mujeres al quedarse al frente de las granjas y negocios de todo un pa¨ªs durante el conflicto armado que paraliz¨® y dividi¨® el mundo.
"Esta pel¨ªcula rinde justicia y coloca un foco sobre las mujeres que fueron las precursoras de nuestra emancipaci¨®n", sentencia Baye. Se refieren a que el filme sorprende por la elecci¨®n de la perspectiva femenina como motor de la narraci¨®n, ya que es costumbre que las pel¨ªculas de guerra cuenten con sangre, violencia y discursos heroicos las carnicer¨ªas que se vivieron en primera l¨ªnea. En esta ocasi¨®n, lejos de im¨¢genes expl¨ªcitas, el director se encarga de retratar los horrores del conflicto con belleza, serenidad y con todo el peso de la acci¨®n en sus protagonistas, tres mujeres: Baye, Smet y la jovenc¨ªsima Iris Bry.
Cada una representa un rol diferente del empoderamiento de la mujer en un clima de adversidad. Por un lado, Hortense, interpretado por Baye, es la cabeza de familia, independiente, fuerte y poderosa que dirige y maneja la granja de manera estricta. Su hija se mete en la piel de Solange, una chica que sue?a con dejar el pueblo e ir a la ciudad, que tiene una mentalidad moderna y que est¨¢ liberada sexualmente. Mientras, Francine, papel realizado por Bry, es una hu¨¦rfana adolescente "que trabaja como un hombre" (como se indica en la pel¨ªcula) y que consigue, a trav¨¦s de su esfuerzo y constancia, obtener por s¨ª misma una posici¨®n social acomodada e independiente del hombre en pleno siglo XX.
Hay que ser prudente cuando se es una chica joven
Es la primera vez que madre e hija trabajan juntas en la gran pantalla. Cuando el director le ofreci¨® el papel a la matriarca, esta acept¨® encantada. Ya hab¨ªa trabajado dos veces con ¨¦l y es uno de sus directores favoritos. "Es como trabajar con un pintor porque la luz natural del d¨ªa rige la filmaci¨®n", explica Baye. La proposici¨®n para Smet fue algo posterior, pero a la joven actriz le encant¨® la idea de trabajar junto a su madre en el cine, aunque ya hab¨ªan actuado juntas en tres cap¨ªtulos de la serie Dix pour cent. "Como nos dec¨ªa Xavier [Beauvois], no ten¨ªamos que actuar porque se notaba la relaci¨®n materno filial de forma natural", cuenta Smet.
Papeles m¨¢s all¨¢ de los 50
Sorprende la cantidad de actrices maduras que siguen protagonizando pel¨ªculas en la industria cinematogr¨¢fica gala. Mientras que Hollywood reparte los pocos papeles secundarios que genera entre Meryl Streep,?Susan Sarandon o la brit¨¢nica Helen Mirren; en los t¨ªtulos franceses abundan los rostros femeninos de m¨¢s de 50 a?os.? "El cine franc¨¦s intenta contar y retratar la vida misma y esta no acaba en la edad adulta", explica Nathalie Baye, a lo que su hija a?ade: "Se acepta m¨¢s la edad, no nos obsesionamos tanto con el f¨ªsico".
La actriz se?ala como una de las razones de este avance al hecho de que Francia es el pa¨ªs que tiene m¨¢s realizadoras femeninas. Seg¨²n datos de 2016, mientras que Hollywood solo cuenta con un 7% de directoras entre las pel¨ªculas estrenadas, el pa¨ªs europeo alcanza hasta el 27%.
Siendo el a?o de la reivindicaci¨®n de las mujeres, una pel¨ªcula con estas caracter¨ªsticas llega en el momento perfecto. "Son historias atemporales, la lucha sigue siendo la misma para nosotras", afirma Baye. La veterana explica que se encuentra "perpleja y asombrada" con la cantidad de gente que estaba al tanto de lo que ocurr¨ªa con Harvey Weinstein y que se manten¨ªa en silencio. Ella recuerda como en cierta ocasi¨®n se reuni¨® con un realizador que desprend¨ªa "como un hedor raro, como una sensaci¨®n de vicioso", pero que en ning¨²n momento se quedaron solos, por lo que no pas¨® nada.
Smet, a su vez, habla abiertamente de dos casos parecidos. Primero con un hombre "del mundo del cine" que se propas¨®. "Simplemente le di una patada en la entrepierna y sal¨ª corriendo". La siguiente ocasi¨®n fue con un realizador con el que sinti¨® miedo y se fue antes de comenzar la entrevista. Cuando llam¨® a su madre y a su agente para contarles lo que le hab¨ªa sucedido, le comentaron que ya se rumoreaban cosas sobre aquel hombre. No obstante, la actriz, que no firm¨® el manifiesto en contra del #MeToo que s¨ª apoyaron hasta 100 actrices y artistas francesas, se posiciona del lado de Catherine Deneuve. "Hay que ser prudente cuando se es una chica joven y el #MeToo no se puede convertir en una guerra entre hombres y mujeres".
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