Lindi Ortega, la ¡®cowgirl¡¯ con tintes mexicanos
La cantante canadiense trae a Espa?a su particular estilo country con dos conciertos en Madrid y Barcelona
A camino entre Glasgow y alguna otra parte de Reino Unido, Lindi Ortega (Toronto, 1980) para un momento el coche para atender la llamada de este peri¨®dico. Lleva meses de viaje desde que se public¨®, el 30 de marzo, Liberty, su nuevo ¨¢lbum en el que ha querido alejarse de su habitual oscuridad para potenciar, con su voz dulce y madura, un camino musical hacia la luz que recuerda, en ciertos acordes, a las bandas sonoras de las pel¨ªculas de Quentin Tarantino. "La oscuridad est¨¢ muy presente en nuestra vida, es parte de nuestra condici¨®n humana, pero con este trabajo quiero servir de apoyo a la lucha por salir", confiesa. La cantante estar¨¢ el pr¨®ximo 26 de junio en Madrid en la Sala El Sol y el 28 de junio en Barcelona en Marula Caf¨¦.
El primer contacto que Ortega tuvo con la m¨²sica fue en edad muy temprana. A¨²n recuerda como su madre estaba obsesionada con el country y se dedicaba a poner el tocadiscos todo el tiempo en casa. "Me recuerdo a m¨ª misma mirando con ella su colecci¨®n de discos y sentir una conexi¨®n muy fuerte", se?ala la cantautora que afirma que entre sus m¨¢ximos referentes se encuentra la portentosa voz de Johnny Cash y el elegante estilo de Leonard Cohen. La m¨²sica le acompa?¨® en las etapas de crecimiento hasta que hubo un d¨ªa que prefiri¨® ser la creadora y en 2001 sac¨® su primer EP. Pas¨® alrededor de una d¨¦cada como artista independiente en su ciudad natal, hasta que la prensa repar¨® en ella y la describi¨® como "el secreto mejor guardado de Toronto".
Lejos de regirse por el t¨ªpico estilo de cantante country que lleva ropa de cowgirl, la artista ha sabido encontrar su camino propio, mezclando sus ra¨ªces latinas, ya que su padre es mexicano, con su gusto por la rudeza visual del rock y su pasi¨®n por el folclore estadounidense. Todo eso la convierte en una mujer de aspecto fuerte, decidido y cuidado al extremo, con una voz dulce, delicada que empasta a la perfecci¨®n con cualquier armon¨ªa. "Realmente, nunca pregunt¨¦ a nadie si pod¨ªa o deb¨ªa ponerme esto o lo otro. Solo yo decido lo que encaja conmigo".
Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para Ortega, ya que hasta hace poco se estaba planteando dejar la m¨²sica porque "no consegu¨ªa compaginar su vida profesional con su personal". "En esta industria es dif¨ªcil sobrevivir y para hacer dinero tienes que estar en la carretera yendo de concierto en concierto, y es muy sacrificado", explica la canadiense. Aunque lejos de abandonar ese modo de vida, s¨ª que tom¨® la decisi¨®n de dejar Last Gang Records, el sello habitual con el que trabajaba, para crear el suyo propio: "Quer¨ªa ser independiente, tomar mis propias decisiones y explorar nuevos caminos".
Liberty es el primer disco que saca con Shadowbox Music y en ¨¦l ha querido hacer un recorrido por los sentimientos m¨¢s humanos a trav¨¦s del orden de las canciones. Comienza con la versi¨®n m¨¢s oscura de sus letras con temas en los que habla de la desesperaci¨®n, de la p¨¦rdida y de la resurrecci¨®n, para luego seguir un camino hacia la luz que culmina con una versi¨®n del Gracias a la vida de Violeta Parra. "Aunque mi padre es mexicano, se muy poco espa?ol, pero siempre hab¨ªa so?ado en cantar en este idioma para homenajear a mis ra¨ªces".
Aparte de su faceta como cantante, Ortega ha querido usar su imagen p¨²blica para normalizar el Trastorno dism¨®rfico corporal, que consiste en una preocupaci¨®n fuera de lo normal por alg¨²n defecto f¨ªsico percibido, ya sea real o imaginado, y que ella misma sufre desde los 12 ¨® 13 a?os. "Cuando le¨ª que era uno de los trastornos con la tasa de suicidios m¨¢s alta, me di cuenta de que ten¨ªa que hacer algo al respecto". Por ello, para evitar que la gente que lo padec¨ªa se recluyera o se sintiera sola, como a ella misma le hab¨ªa pasado durante la ¨¦poca de instituto, comenz¨® a hablar de ello p¨²blicamente para fomentar la investigaci¨®n y el apoyo.
Hace pocos d¨ªas desde que surgiera de nuevo la pol¨¦mica en torno a Donald Trump al ordenar la separaci¨®n de ni?os y familias migrantes sin papeles en la frontera y es imposible no preguntarle al respecto. "Los mexicanos que van a Estados Unidos buscan una vida mejor, m¨¢s segura, sin las condiciones horribles, ni la corrupci¨®n ni las drogas que se mueven en su pa¨ªs de origen", sentencia y a?ade que el presidente republicano solo promueve que la sociedad estadounidense piense de forma negativa acerca de cualquier extranjero. "Hay que ser m¨¢s emp¨¢ticos. Todos queremos vivir, que se nos trate de forma justa, igualitaria... no puede ser que en el siglo XXI a¨²n estemos separados por la raza, la cultura o la religi¨®n".
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