¡®GLOW¡¯, las mujeres golpean de nuevo
La segunda temporada de la serie de Netflix profundiza en cuestiones como el racismo o el sexismo
El variopinto grupo de mujeres que apostaron por dedicarse a la lucha libre televisada para intentar forjarse un camino en la vida y en el mundo del espect¨¢culo han logrado su objetivo. La primera temporada de GLOW present¨® a estas mujeres obligadas por muy diversos motivos a luchar en el cuadril¨¢tero y fuera de ¨¦l. Ahora, en la segunda entrega, que Netflix estrena el viernes, tienen que mantener vivo su programa de lucha, lidiar con la fama local y tratar de conseguir sus aspiraciones, situadas un escal¨®n m¨¢s arriba. La purpurina, las mallas ochenteras y el humor no ocultan cuestiones tan serias como el racismo, el sexismo o la igualdad.
¡°En la segunda temporada tenemos algunos de los momentos m¨¢s dram¨¢ticos que hemos visto en la serie hasta ahora y tambi¨¦n lo contrario, los momentos m¨¢s tontos y locos que hemos visto¡±, cuenta Alison Brie, Ruth en la ficci¨®n, en una entrevista con EL PA?S durante la presentaci¨®n de diferentes series en Roma. ¡°Va m¨¢s lejos en los dos sentidos. Estamos probando cu¨¢n salvaje puede ser la serie, y eso es muy divertido como actriz, interpretar todas esas emociones tan diferentes¡±, a?ade.
La relaci¨®n entre las dos amigas protagonistas tambi¨¦n evoluciona en los nuevos cap¨ªtulos. ¡°Debbie est¨¢ ahora en un lugar en el que se da cuenta del escaso poder que ha tenido en su vida y de que quiere tener m¨¢s, por lo que decide sentarse en la mesa como otra voz creativa¡±, dice Betty Gilpin, la actriz que la encarna. ¡°Intenta encontrar una nueva identidad y convertirse en una mujer de negocios¡±, a?ade.
Aunque Ruth empieza esta entrega de forma muy optimista, pronto se viene abajo por el rechazo de Sam (Marc Maron), en quien hab¨ªa encontrado una figura paternal. ¡°Ruth se pasa buena parte de la temporada aislada de sus personas m¨¢s cercanas, Debbie y Sam, y tratando de recuperar su relaci¨®n con ellos. Es una temporada bastante oscura para ella¡±, comenta Brie.
¡°Creo que las dos, Ruth y Debbie, imaginan que la otra tiene una vida perfecta. Debbie ve a Ruth salir con alguien y piensa: ¡®Genial; t¨² eres libre y joven y salvaje y yo estoy sola con mi beb¨¦¡¯. Y Ruth ve a Debbie y piensa: ¡®Esa casa grande, ese ni?o, su vida es perfecta¡¯. Cuando en realidad est¨¢ muy sola¡±, tercia Gilpin.
Aunque la ficci¨®n exige mucho trabajo f¨ªsico para preparar las coreograf¨ªas de lucha libre, ambas int¨¦rpretes resaltan lo complicado de representar las emociones de sus personajes. ¡°La punta del iceberg son el maquillaje, el vestuario, la lucha libre, que contin¨²a siendo un reto, s¨ª, pero lo que es incre¨ªblemente intimidante es la incomodidad sentimental en la que viven los personajes¡±, opina Brie.
¡°Mientras grab¨¢bamos, pensaba lo confuso que era para mi cuerpo rodar durante 10 horas una escena de lucha y que al d¨ªa siguiente tuviese una escena emocional en la que algo terrible estaba ocurriendo, al d¨ªa siguiente m¨¢s lucha y m¨¢s dolor f¨ªsico, que se juntaba con el dolor emocional de la siguiente escena... Es interesante, pero posiblemente no muy sano¡±, r¨ªe Gilpin.
Las dos actrices reivindican la pertinencia de GLOW en los tiempos actuales. ¡°Es genial que una historia as¨ª est¨¦ siendo contada al mismo tiempo que sucede el movimiento Me Too¡±, sostiene Brie. ¡°Esta explosi¨®n creo que va a crear una nueva realidad y que nuestra serie es un ejemplo de c¨®mo podr¨ªa ser. Podr¨ªa ser utilizada como modelo de lo que debe ser un ambiente feminista y seguro¡±, completa su colega.
Un mill¨®n de tipos
Como ocurre con Orange Is the New Black, GLOW cuenta con un reparto femenino en el que destaca la diversidad. Jenji Kohan ha creado la primera serie y produce la segunda. "Ella ha liderado el hecho de tener repartos muy diversos y creo que en el futuro veremos m¨¢s. De hecho, si ahora ves pel¨ªculas de hace cinco a?os piensas: 'Dios, es un reparto tan blanco...", dice Betty Gilpin, quien cree que los diferentes tipos de mujeres que representa la serie suponen un buen reflejo de la realidad. "El mundo del espect¨¢culo resulta muy reduccionista y decide que solo hay dos tipos de mujeres: o eres sexi o madre. Y hay un mill¨®n de tipos diferentes de mujeres", apostilla.
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