Herralde, un S¨ªsifo feliz de la edici¨®n
El fundador de Anagrama recibe un sentido homenaje del sector en Barcelona
Preguntaba estos d¨ªas algo inquieto el fundador de Anagrama, Jorge Herralde, sin ¨¦xito, de qu¨¦ iba a ir la cosa porque se tem¨ªa ¡°un cruce de los concursos televisivos Esta es su vida y de Reina por un d¨ªa¡±. Un micr¨®fono de jirafa y una c¨¢mara sigui¨¦ndole a su llegada reforzaron sus peores augurios. Pero lo ¨²nico que ocurri¨® es que la sesi¨®n de clausura del 23? M¨¢ster de Edici¨®n de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona se convirti¨® ayer en un sentido, honesto y jovial homenaje a El gran ingeniero editorial, como se le bautiz¨® en el acto, a menos de un a?o del medio siglo de la fundaci¨®n de uno de los sellos que cambiaron el panorama de la edici¨®n espa?ola. "Es el equilibrio matem¨¢tico entre lo que hay que leer y lo que hay que vender", le defini¨® el director del m¨¢ster, Javier Aparicio.
En mayo de 1997, Herralde pronunci¨® ah¨ª la charla de clausura del aquel curso. Alumnas eran Valeria Bergalli (hoy fundadora de Min¨²scula), Milena Busquets (escritora e hija de Ester Tusquets) o la agente literaria Carlota Torrents. Esta ¨²ltima, hoy tambi¨¦n del equipo directivo del m¨¢ster, fue la encargada de desempolvar las notas de entonces. Esta vez las escucharon, am¨¦n de la correspondiente promoci¨®n, agentes de post¨ªn (Anna Soler-Pont, Antonia Kerrigan, Luis Miguel Palomares Balcells...), autores (Sergi P¨¤mies, Jordi Punt¨ª...), editores (Oriol Castanys, Juan Cerezo...), libreros (Llu¨ªs Morral, de Laie) y directivos (Jes¨²s Badenes, director del ?rea de Libros del Grupo Planeta).
A pesar de verse con melena y la camisa desabrochada hasta los pectorales en la vieja fotograf¨ªa que presid¨ªa el acto, los sillones, las l¨¢mparas de pie de dise?o y todo de sus libros desperdigados entre un mueble bajo y el suelo confortaron a Herralde porque le recordaron o bien su casa o el despacho de la editorial. Y as¨ª encaj¨® los elogios, por delegaci¨®n, del italiano Carlo Feltrinelli, quien no pudo hacer la laudatio en persona. ¡°Me dijo que si alguna vez quedaba ni que fuera una sola acci¨®n de Anagrama, que le gustar¨ªa¡±, record¨® Herralde a quien en diciembre de 2010 le vendi¨® la editorial en ¡°una voladura a plazos¡± que culmin¨® el 2017, dej¨¢ndole ya s¨®lo como presidente. Feltrinelli le defini¨® como ¡°un gigante de la cultura europea contempor¨¢nea¡±, hacedor de un cat¨¢logo ¡°singular en sus obras y ambici¨®n¡± y ¡°br¨²jula necesaria¡± para estos tiempos convulsos.
¡°Implacable como un samur¨¢i¡±
Dos d¨¦cadas despu¨¦s, las 12 p¨ªldoras que Jorge Herralde dedic¨® a sus alumnos para ejercer el oficio de editor, y que reuni¨® en su libro Opiniones mohicanas, mantienen una inquietante vigencia. As¨ª, el proyecto editorial debe ser coherente, "pero sin empecinarse en v¨ªas muertas"; el cat¨¢logo ha de ser "una radiograf¨ªa de una trayectoria editorial m¨¢s all¨¢ de deseos y fantas¨ªas". Tambi¨¦n les dijo que se debe "huir de la tentaci¨®n de posibles best-seller literariamente horrorosos", les record¨® que hay que "distinguir entre editorales supermercado, que publican de todo, y las editoriales boutique, en las que se ha efectuado una selecci¨®n segada; ahora muchos macrogrupos abren o absorben editoriales boutique" y que fueran "el Doctor No: el editor consciente tiene que ser en sus decisiones implacable como un samur¨¢i".
Parec¨ªa enrojecer Herralde, sorprendido al ver que su esposa Lali Gubern (exlibrera de la m¨ªtica Leteradura, siempre ah¨ª), pon¨ªa pies de foto verbales al ¨¢lbum de instant¨¢neas de 49 a?os: cenando ambos con un elegante Tom Wolfe en Nueva York, o en Londres con todo el Dream Team de Martin Amis, Julian Barnes... (¡°y no est¨¢ trucada, como dicen¡±, aclar¨®), o en San Sebasti¨¢n, con Patricia Highsmith fascinada con los travest¨ªs del filme Vestida de azul...
Amazon y corsarios
Pero el Herralde a¨²n m¨¢s taimado, de humor brit¨¢nico y afilado ingenio a su 82 a?os emergi¨® a preguntas de los alumnos. ?Que el apellido sea tan potente como la marca es una trampa para el ego? ¡°En absoluto: todo editor est¨¢ vacunado contra eso sufriendo los egos de los autores, que siendo moderados, son de proporciones descomunales¡±. Para a?adir: "Crear una buena marca facilita que los lectores se interesen por autores desconocidos por estar precisamente en esa marca". ?La venta de Anagrama, inevitable? ¡°Se trataba de prolongar su viabilidad y teniendo ya 75 a?os cre¨ªa que era un poco prudente pensar ya en ello; elegir como editora a Silvia Ses¨¦ es uno de los mejores aciertos de mi vida editorial¡±. ?El boom del audiolibro? ¡°Estaba cadav¨¦rico, pero quiz¨¢ es como la moda del vinilo, conjeturable; recuerden que el ebook iba a hacer desaparecer el papel y ya ven¡±. ?Amazon? ¡°Busquen una buena armer¨ªa y apunten bien... Es preocupante¡±.
Siempre planificador, como cuando en oto?o de 1967 empez¨® a preparar la Anagrama que arrancar¨ªa en abril de 1969, Herralde llevaba palabras escritas: ¡°Me emociona el afecto de los colegas y la amistad con los grandes dirigentes editoriales, si bien no siempre he tenido buenas relaciones con sus felices corsarios¡±. Y a pesar de que ¡°todo conspira contra la lectura hoy, en ¨¦pocas de concentraci¨®n cada vez m¨¢s concentrada en una sociedad algor¨ªtmica¡± y de que los j¨®venes de 20 a 35 a?os est¨¦n "desertando de la lectura", quiso recordar a sus modelos Jos¨¦ Jan¨¦s, Carlos Barral y Giulio Einaudi y se congratul¨® de que haya m¨¢s vocaciones editoriales que nunca. ¡°Somos como S¨ªsifos felices¡±, imprimi¨® m¨¢s que dijo.
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