Lori Meyers: la transici¨®n entre dos mundos

El tiempo vuela. Cuando el viejo indie estatal parece poco m¨¢s que una colecci¨®n de fotos amarillentas que casi nadie recuerda, los emblemas del nuevo paradigma cuentan ya su trayecto por d¨¦cadas y revientan aforos que parec¨ªan vedados. Hace poco fueron Vetusta Morla, quienes congregaron a 38.000 almas en la capital a unas semanas de su veinte aniversario. Ahora son Lori Meyers quienes se aprestan a soplar sus primeras 20 velas anunciando concierto en el WiZink Center el 29 de diciembre ¨C ¨²ltima fecha hasta 2020 ¨C , precisamente el recinto que consagr¨® a los de Tres Cantos como un fen¨®meno popular del que nadie, ni siquiera el discutible formato de los ¨¢lbumes dobles en directo que acaban vendi¨¦ndose hasta en kioscos de prensa, pod¨ªa ya abstraerse. Aquello fue hace m¨¢s de tres a?os.

Artista: Lori Meyers

Disco: 20 a?os, 21 canciones

Sello: Universal

Calificaci¨®n: 7 sobre 10

Los granadinos, no obstante, curvan una carrera que representa como pocas el tr¨¢nsito desde aquel modelo de los a?os noventa al que empez¨® a predominar a partir de 2010. Basta con echar un vistazo a sus productores, por aquello de ce?irnos al dime con qui¨¦n andas y te dir¨¦ c¨®mo eres: de Mac McCaughan (Superchunk) hasta Sebastian Krys (Alejandro Sanz, Sergio Dalma, Fangoria) media un enorme trecho, a medias jalonado por Thom Monahan (Pernice Brothers) o Ken Coomer (Wilco). De alumnos aventajados de Los Planetas y del indie rock yanqui m¨¢s anfetam¨ªnico a defensores de los placeres sint¨¦ticos de f¨¢cil digesti¨®n en una suerte de depuraci¨®n (?o fue simplificaci¨®n?) de estilo, con esquirlas funk e incluso prog en su ¨²ltima fase, pasando por su rol de recuperadores de la herencia sixtie hispana, el recuerdo filtrado de Los Brincos o sus paisanos Los ?ngeles. Mucha mili a cuestas, y muy diversa. Dej¨¢ndose fans en el camino y ganando otros m¨¢s j¨®venes para la causa.

20 a?os, 21 canciones es el recopilatorio que ilustra ese camino. Y lo hace en estricto orden cronol¨®gico, sin entreverar canciones que correspondan a fases alternas de su discograf¨ªa. Haberlo hecho quiz¨¢ hubiera descolocado al ne¨®fito: hay en estas 44 canciones (es disco doble con libreto de 44 p¨¢ginas: el segundo alterna maquetas e in¨¦ditos) rastros de al menos dos o tres bandas que son la misma pero parecen distintas, por mucho que su hoja promocional prime los nutrientes de su primer tramo. A saber: Teenage Fanclub, Lagartija Nick, Dinosaur Jr., The Wedding Present, Los Planetas y Pixies. Referentes tan difuminados ya que apenas pueden intuirse en ese cuarteto que funciona como un clavo, con desbordante autosuficiencia, en espect¨¢culos t¨¦cnicamente irreprochables que copan la escaleta m¨¢s concurrida de tantos festivales cl¨®nicos.

El acopio parece m¨¢s ideado para el fan que para el no iniciado, ya que faltan puntos ¨¢lgidos (Luci¨¦rnagas y mariposas, por ejemplo) al tiempo que abundan maquetas, alguna versi¨®n (una poco proteica Esperando nada, de Antonio Vega) y hasta cuatro cortes in¨¦ditos, entre los que sobresale Mangosta, picoteada por disonancias que recuerdan ¨C como lo leen ¨C a los Wilco m¨¢s aventurados. Ni siquiera la versi¨®n deshuesada de Mi realidad o ?A Ha han vuelto?, plasmadas en su condici¨®n de bocetos, evidencian continuismo mel¨®dico ni l¨ªrico con su primera ¨¦poca, en una mudanza que ellos han resuelto sin el menor trauma. Tan solo con la necesidad de regalarse este alto en el camino.

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Autor:?Lori Meyers.

Sello:?Universal.

Formato: MP3 y CD.

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