A casarse tocaban

La moralina habitual del cine franquista, tan com¨²n a la de otros pa¨ªses, y no necesariamente en exclusiva los dominados por la Iglesia cat¨®lica, convert¨ªa las historias de amor en el cine en ejemplos de vida virtuosa que todo ciudadano que se preciara deb¨ªa seguir. El d¨ªa de los enamorados, de 1959, es un buen ejemplo de ello: para resolver los problemas de pareja que tienen los j¨®venes protagonistas de la trama debe intervenir el mism¨ªsimo san Valent¨ªn, que baja del cielo para que felizmente reine el orden en la Tierra. La pel¨ªcula obtuvo un ¨¦xito b¨¢rbaro de publico hasta el punto de convertirse en un modelo que no tardaron en emular otras muchas: Las chicas de la Cruz Roja, Amor bajo cero, Ana dice s¨ª, Viaje de novios, Tr¨ªo de damas¡­ Pel¨ªculas en su totalidad dirigidas por hombres en las que se pod¨ªan o¨ªr frases como, por ejemplo ¡°Los hombres son como animales mientras que nosotras nos conformamos con una caricia que casi siempre llega a destiempo¡± pero que en realidad quer¨ªan mostrar el bienestar de la sociedad espa?ola (¡°La familia es lo m¨¢s grande del mundo y t¨² eres la mujer de mi vida¡±).

El programa de televisi¨®n Historia de nuestro cine dedicar¨¢ su atenci¨®n la pr¨®xima semana a pel¨ªculas que hablen de parejas. Claro que, buenas, malas o mal¨ªsimas, ir¨¢n dando cuenta de la evoluci¨®n de la sociedad espa?ola (El arte de casarse, de 1966 ¨C tres cortometrajes teatrales, exagerados y poco graciosos, con Concha Velasco y Alfredo Landa ¨C y Revoluci¨®n matrimonial, de 1974 ¨Clas peripecias de un matrimonio compuesto por L¨®pez V¨¢zquez y Anal¨ªa Gad¨¦, que hartos de su relaci¨®n fingen no conocerse y entablan una nueva relaci¨®n sexual-, hasta llegar al desencanto juvenil (Todo es mentira, de 1994, en la que varias parejas ¨CPen¨¦lope Cruz y Coque Malla, una de ellas¨C se van separando al perder la ilusi¨®n sin que ya san Valent¨ªn venga en su ayuda) o a la pel¨ªcula m¨¢s premiada del genero (Torremolinos 73, de Pablo Berger, en la que un matrimonio modesto ¨CJavier C¨¢mara y Candela Pe?a ¨C deben dedicarse a hacer cortos porno, sin poder evitar que ¨¦l se vaya considerando a s¨ª mismo una suerte de Ingmar Bergman). Quedar¨¢n en el tintero muy notables comedias que podr¨ªan arrojar luz sobre c¨®mo ha ido evolucionando este pa¨ªs que ha podido alejarse de aquellas viejas oscuridades que situaban la familia como el eje de la felicidad.