Irvine Welsh: ¡°Estoy encantado de haberme equivocado con la m¨²sica de ¡®Trainspotting¡±
El novelista charla con Iggy Pop y los miembros de Underworld, puntales de la banda sonora de la adaptaci¨®n de su libro

Ya saben c¨®mo va esto. Llevo adorando a Iggy Pop desde la d¨¦cada de 1970, y me enamor¨¦ de Underworld a finales de la de 1980, cuando la m¨²sica de baile estaba en plena expansi¨®n. En la ?d¨¦cada de 1990 escrib¨ª una novela, Trainspotting, sobre joderse la vida, con Iggy como negro y acompa?ada por los ritmos de la m¨²sica de baile. Luego fue adaptada al cine. Las dos canciones emblem¨¢ticas de la cinta, Born Slippy (Nuxx) y Lust For Life, eran de Iggy y de Underworld. Pues resulta que ahora, en la tormentosa Miami, ambos est¨¢n colaborando en un EP, y estoy encantado de que se me atribuya una pizca del m¨¦rito indirecto.
Como Iggy, actualmente vivo en Miami, y se podr¨ªa decir que soy uno de sus colegas, aunque sigo teniendo la sensaci¨®n de ser algo as¨ª como un bi¨®grafo de la familia real que fantasea con que es amigo ¨ªntimo de la reina. Para ser justo con ¨¦l, Iggy nunca hace que me sienta como el fan¨¢tico medio pesado que soy, pero, por mi parte, tengo que sobreponerme a una mochila de ansiedad adolescente considerando que Raw Power, Kill City, Funhouse y The Stooges fueron la banda sonora del bien empleado tiempo perdido de mi juventud. Iggy era el liberador. Osificaba la quisquillosa sensibilidad punk que nunca me ha abandonado del todo y que ha sido tanto una bendici¨®n personal como una maldici¨®n ocasional.
Karl Hyde, al igual que Iggy, es un antiguo habitante de un parque de caravanas, en su caso en el condado ingl¨¦s de las West Midlands en vez de en Michigan. Lo recuerdo en la d¨¦cada de 1990. Su piso del Soho fue un refugio legendario para las v¨ªctimas atrapadas en el West End. A Rick no lo conoc¨ªa, y ha sido un placer. Estuvimos charlando todo el fin de semana en un restaurante, en un hotel de lujo mientras tom¨¢bamos un t¨¦ con leche y en el nido de hombre del pantano que tiene Iggy junto al r¨ªo. He aqu¨ª una versi¨®n m¨¢s que resumida de lo que hablamos.
Irvine. ?Qu¨¦ me cont¨¢is del EP? ?C¨®mo se os ocurri¨® la idea? ?Por qu¨¦ os reunisteis?
Con Iggy tengo la sensaci¨®n de ser como ese bi¨®grafo de la familia real que fantasea con que es amigo ¨ªntimo de la reina
Rick. Danny Boyle me pidi¨® que le echase una mano con T2 Trainspotting y nos entusiasmamos buscando c¨®mo enfocar la m¨²sica de manera diferente que en la primera pel¨ªcula, porque entonces no particip¨® ning¨²n compositor. Se nos ocurri¨® que pod¨ªamos utilizar un tema original de Iggy para que sonase en determinada escena, as¨ª que mi agente intent¨® contactar con ¨¦l. Fue en el momento oportuno, y t¨² [Iggy] estabas en Londres a punto de dar un par de conciertos.
Iggy. Estaba con mi gira Post Pop Depression junto con Josh Homme.
Rick. Estabas en el Savoy, y tuviste la gentileza de decirnos que s¨ª, porque, ya sabes, los dos nos sent¨ªamos estrechamente conectados con Trainspotting, y yo me present¨¦ con la idea de que ten¨ªa la posibilidad de convencer a este caballero de que deb¨ªamos colaborar en un tema. As¨ª que cog¨ª pr¨¢cticamente la mitad de mi estudio, reservamos una habitaci¨®n en un hotel, lo mont¨¦ todo y me sent¨¦ a esperar.
Iggy. Bueno, s¨ª, el asunto fue de lo m¨¢s traum¨¢tico para m¨ª, todo el tema, c¨®mo se me present¨®. Yo estaba de gira con tipos 25 a?os m¨¢s j¨®venes, cumpliendo el programa de una gira de rock, y me dicen que Danny Boyle quiere hablar conmigo para ?hacer no se qu¨¦ para una pel¨ªcula. Pens¨¦ que sonaba muy bien, pero yo estaba en plena gira. Me importa mucho que mis actuaciones salgan bien. Pero ellos ten¨ªan la canci¨®n Shotgun Mouthwash (de High Contrast, co?laborador de Underworld, que acab¨® convirti¨¦ndose en el tema con el que empieza T2 Trainspotting), as¨ª que la escuch¨¦ y pens¨¦ que vale, pero no sab¨ªa para qu¨¦ me necesitaban. Danny me dijo que bueno, que les gustaba, pero que quer¨ªan saber si pod¨ªamos introducir algo m¨ªo en Shotgun Mouth?wash. Yo pens¨¦ que ni de co?a, que no se pod¨ªa introducir algo de Iggy Pop en Shotgun Mouthwash, pero no se lo dije. Lo que les dije fue que ver¨ªa lo que pod¨ªa hacer.
Yo estaba en condiciones de hablar de estas cosas porque segu¨ªan en mi mente, conectado de alguna manera con los h¨¦roes de Trainspotting. Como cuando la guerra se acaba y los viejos camaradas se separan.
Es el momento de insertar una observaci¨®n m¨ªa: el escenario de la colaboraci¨®n para esta fusi¨®n de punk y tecno fue el Savoy. S¨ª, se?or, ni m¨¢s ni menos que el lujoso hotel de la calle Strand en el que Churchill celebraba las reuniones de su gabinete. Sin embargo, el establecimiento tiene una conexi¨®n con el rock and roll. El v¨ªdeo de Bob Dylan Subterranean Homesick Blues se rod¨® en el callej¨®n lateral por su ambiente ¡°callejero¡±, pero ?c¨®mo fuisteis a parar all¨ª, t¨ªos?
Iggy. Yo estaba en el Savoy prepar¨¢ndome para tocar en Londres y me reun¨ª con Rick, que me gust¨® porque era muy cort¨¦s, y eso siempre funciona muy bien conmigo. Nos conocimos un poco. ?l ten¨ªa preparadas unas cuantas canciones. Entonces la cabeza se me puso a cien, porque cuando te encuentras con alguien que tiene montado un maldito estudio ah¨ª mismo, en la habitaci¨®n del hotel, y 30 composiciones musicales muy bien acabadas, no quieres ser el gallina de turno que se lo piensa.
Irvine. La visi¨®n de la amistad que presentas en la canci¨®n I¡¯ll See Big es bastante coherente con todo lo que has hecho y escrito a lo largo de los a?os. Si lo piensas, ¡®I¡¯m Bored¡¯, del ¨¢lbum New Values, ¡°Soy libre de aburrir a mis amigos robots¡¡±, ha sido una especie de tema o argumento: que conservas tus antiguas amistades, pero al mismo tiempo una parte de ti es consciente de tu ¨¦xito y de que eso crea una posible tensi¨®n.
Iggy. Tengo un conflicto con ese asunto. La mitad de las veces me siento como un idiota, pero luego la otra mitad me pregunto qu¨¦ otra cosa voy a hacer, si voy a estar vac¨ªo todo el tiempo. Sabes que avanzas y retrocedes, porque hay un extremo en el cual algunas personas saben moverse mediante la dominaci¨®n, la adquisici¨®n, la manipulaci¨®n. Yo estaba en condiciones de hablar de estas cosas porque segu¨ªan en mi mente, conectado de alguna manera con los desdichados h¨¦roes de Trainspotting. Ya sabes, algo as¨ª como que, cuando la guerra se acaba, los viejos camaradas se separan.
Irvine. Esta canci¨®n no se incluy¨® en la pel¨ªcula. ?Por qu¨¦?
Iggy. La probamos y Danny sali¨® con que yo ten¨ªa una voz extraordinaria y que no iba a utilizar ninguna canci¨®n. Tal cual. Y yo pens¨¦: ¡°Pero ?qu¨¦ co?o?¡±.
Irvine. Por lo que se ve, en eso de darte malas noticias es insuperable. Muy propio de los directores de cine.
Hablamos un poco m¨¢s de T2 ?Trainspotting antes de volver a la primera pel¨ªcula.
Karl. Cuando hicimos el primer Trainspotting, nuestros amigos nos dec¨ªan que la pel¨ªcula iba de gente que esnifaba coca¨ªna, y nosotros contest¨¢bamos que ese no era el tema de nuestra m¨²sica. As¨ª que nos hicieron ver algunas escenas de la pel¨ªcula. Ya sabes, cuando van al lavabo y todo eso, los beb¨¦s en el techo, y nosotros dijimos que vale, que eso era otra cosa muy diferente y que, en ese caso, vale.
Irvine. Cuando se pusieron en contacto para comprar los derechos de Trainspotting, yo viv¨ªa en ?msterdam, y Danny me mand¨® su pel¨ªcula. Yo no sab¨ªa nada de ese tema, excepto que todo el mundo quer¨ªa comprarlos, pero a m¨ª me gust¨® Tumba abierta y pens¨¦ que los personajes del libro pod¨ªan funcionar bien con esa clase de energ¨ªa f¨ªlmica. Luego conoc¨ª a un tipo que me dijo que me iba a conseguir un mont¨®n de dinero con Trains?potting, y que Danny Boyle pod¨ªa ser un buen director para el proyecto. Yo le contest¨¦ que bueno. Como es normal, pens¨¦ que era el productor de Danny, pero no era m¨¢s que un tipo con un mont¨®n de dinero que pasaba por all¨ª. Total, que se los vend¨ª de inmediato. Danny volvi¨® y me dijo todo enfadado que qu¨¦ cojones hab¨ªa hecho, que se los iba a vender a ¨¦l. Yo le dije que lo sent¨ªa, que hab¨ªa pensado que el tipo ten¨ªa que ver con ¨¦l y que llevaba una chequera enorme. As¨ª que la cagu¨¦, pero nos pusimos en contacto con ¨¦l, se lo tom¨® muy bien y cedi¨® los derechos a Danny, Andrew y John. As¨ª que estuvo a punto de no haber pel¨ªcula por culpa de mi codicia y cortedad.
Iggy. ?Se los vendiste a un g¨¢nster o algo as¨ª?
Irvine. Se los vend¨ª a un tipo que dec¨ªa que ten¨ªa dinero, quiero decir, que me invit¨® a una copa. ?Qu¨¦ me dec¨ªs de Get Your Shirt?
Iggy. ?Eso lo par¨ª yo?
Rick. Pues s¨ª. El t¨ªtulo creo que fue de Karl. A veces ponemos aleatoriamente t¨ªtulos que en realidad no significan nada. A esa canci¨®n le pusimos Get Your Shirt, y t¨² viste tu camisa y te pareci¨® bien.
Iggy. A lo mejor me quit¨¦ la camisa. Lo hago muchas veces.
Irvine. Es mi canci¨®n favorita.
Iggy. S¨ª, s¨ª, es una composici¨®n muy bonita, de las que levantan el ¨¢nimo, pegadiza.
Rick. Esto me resulta fascinante. Todos vosotros sois maestros de las palabras, ?no?, y yo soy m¨²sico, y me pareci¨® que todo flu¨ªa. ?Sab¨¦is?, en cierto modo, lo que hizo Iggy fue convertir un peque?o sue?o en realidad, y que fue sencillamente que respondiera, de una manera espont¨¢nea, estando en el momento, nada m¨¢s. No cuestion¨¦ el contenido. La sensaci¨®n fue muy buena.
Iggy. Suelo mezclar lo personal con cosas que he o¨ªdo o le¨ªdo. Y en The Bells and Circles la mitad es experiencia personal y la otra parte la saqu¨¦ de un libro que me gust¨® mucho. Se llamaba algo as¨ª como The Golden Age of Hijacking [The Skies Belong to Us: Love and Terror in the Golden Age of Hijacking, de Brendan Koerner. El cielo nos pertenece: amor y terror en la edad de oro de los secuestros a¨¦reos]. Me encant¨®. Podr¨ªa extenderme y arruinar la tarde contando cosas incre¨ªbles que hac¨ªa la gente que secuestraba aviones. Empezar¨ªa y no parar¨ªa. Mejor cierro la boca.
Irvine. Tengo que admitir que nunca me imagin¨¦ algo as¨ª [en Trains?potting] y que no ve¨ªa clara la mezcla de estilos, pero estoy encantado de haberme equivocado.
Karl. Y aqu¨ª estamos todos, unidos por tu libro y por un buen t¨¦ con leche.
Es un placer pasar el rato con estos chicos y, verdaderamente, los t¨¦s con leche son el nuevo rock and roll. ?Que c¨®mo me siento siendo el aglutinante, la carne cultural del s¨¢ndwich entre estos talentos colosales del punk y la m¨²sica de baile? Bueno, ya s¨¦ que en la era digital, en la que la tecnolog¨ªa rompe todas las barreras y las colaboraciones que en el pasado se consideraban extravagantes, son ahora casi de rigor, estas cosas pasan, pero ?para qu¨¦ mentir? Me siento de maravilla.
Traducci¨®n de News Clips.
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