Hombre blanco heterosexual, ella es Hannah Gadsby y debes escucharla
Hannah Gadsby creci¨® siendo ilegal. Hasta 1997 en Tasmania la homosexualidad estuvo penada con c¨¢rcel
Hannah Gadsby creci¨® siendo ilegal. Hasta 1997 en Tasmania la homosexualidad estuvo penada con c¨¢rcel. ¡°El 70% de la gente con la que crec¨ª pensaba que era delito y pecado capital. Cuando yo me identifiqu¨¦ como lesbiana, ya era hom¨®foba. Lo internalizas y te odias¡±. Para luchar con ese sentimiento, guard¨® la tensi¨®n y decidi¨® volcarla en un escenario. All¨ª lanzaba sus chistes, pero nunca contaba su historia real. La verdad le aflig¨ªa. Por eso la humorista, conocida por Please like me, decidi¨® dejar la comedia... cont¨¢ndolo en un especial de comedia.
Una hora y tres minutos. Ese es el tiempo que tarda Gadsby en destrozarte con sus palabras, ojos vidriosos y realidad sin filtros. Nanette, su mon¨®logo de ¡°humor¡±, se vuelve importante a cada segundo. Su punzante relevancia no puede en un momento m¨¢s indicado. Porque, si eres un hombre blanco heterosexual (como quien escribe), es hora de escuchar verdades, es hora de rebajarse a la subespecie definida por nuestras propias normas.
Un micr¨®fono, un escenario y un espacio abierto al mundo como Netflix se convierte en la mezcla ideal para lanzar este mensaje global. El humor gana al espectador (Gadsby se atreve con los temas m¨¢s at¨ªpicos, de ¡°gays silenciosos¡± hasta una profunda cr¨ªtica, como historiadora del arte, al macho alfa tipo de Picasso), para que poco a poco se vaya diluyendo al contar algo mucho m¨¢s importante. Todo el mundo nos replantearemos alguna de nuestras creencias m¨¢s arraigadas con su charla.
¡°Todo es caos, s¨¦ amable¡±. Es la lecci¨®n m¨¢s importante que aprendi¨® Patton Oswalt de su esposa muerta. En Annihilation, tambi¨¦n en la plataforma, sigue la misma estrategia: convierte su viudedad en un espect¨¢culo de una hora. El c¨®mico ya era de los mejores monologuistas del siglo XXI, pero al trasladar su m¨¢s dolorosa experiencia a escena, trasciende eso. Lo hizo tambi¨¦n Tig Notaro en su mon¨®logo m¨¢s conocido. Se hab¨ªa muerto su madre, su novia la hab¨ªa dejado y en las tablas se sincer¨®: ¡°Buenas noches, tengo c¨¢ncer¡±. El documental Tig es un broche ideal en esta trilog¨ªa del humor depresiva. Tres interpretaciones llenas de tensi¨®n que, aunque no salven a su int¨¦rprete, ayudar¨¢n al espectador a hacer frente a la vida. A llorar de risa y re¨ªr de pena. Que nunca dejen el humor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.