Rolling Blackouts C.F: emociones con inteligencia
El nuevo disco de la banda recibe una calificaci¨®n de 8 sobre 10
Al principio, hace mucho ya, el indie era una m¨²sica con se?as de identidad muy concretas. Se trataba de canciones sacudidas por una urgencia juvenil aparentemente fuera de control, perfectamente controlada gracias a unas melod¨ªas que tambi¨¦n volaban. El indie eran guitarras que parec¨ªan fam¨¦licas o afligidas perfilando canciones llenas de vida, interpretadas por j¨®venes letraheridos que, por m¨¢s que lo so?aran, no sab¨ªan que estaban escribiendo su parte de la historia. Quienes la leyeran estaban destinados a querer imitarles. Su ¨¦xito, no obstante, consistir¨ªa en hacer algo distinto al modelo inicial. La m¨²sica pop siempre ha funcionado as¨ª.
El primer ¨¢lbum de los australianos Rolling Blackouts C.F. surge cuando el dichoso t¨¦rmino se ha desvirtuado casi por completo del mismo modo que en su d¨ªa ocurri¨® con lo hippie o el punk. Lo indie es hoy una manera de pasar el rato, pero la esencia de sus prop¨®sitos es lo que escuchamos en estas diez canciones. Los padres y las madres de aquella idiosincrasia perviven en este ¨¢lbum conciso y sin embargo, derrochador en detalles y emociones. Los maravillosos Go Betweens, los Feelies del primer ¨¢lbum, la prole neozelandesa que naci¨® y creci¨® a la sombra del sello Flying Nun, los REM de Murmur y Reckoning. Cap¨ªtulos incontestables de una m¨²sica que en su d¨ªa afect¨® a generaciones enteras, sabiamente absorbidos por este quinteto. Lo que ocurre a continuaci¨®n no te sorprender¨¢ porque es lo que ocurre cada vez que al pop pret¨¦rito se le suman nuevos eslabones. No te sorprender¨¢, pero se quedar¨¢ contigo si la m¨²sica te alimenta m¨¢s all¨¢ de la edad, el estado civil, el estatus profesional o el festival al que hayas estado esta temporada.
Rolling Blackouts C.F. se nutre de dos compositores principales, Fran Keaney y Tom Russo. Da la sensaci¨®n que tanto la energ¨ªa como la calidez de su m¨²sica se acrecientan a causa de la interacci¨®n entre ellos. Cada tanto, las guitarras mantienen duelos como las de Tom Verlaine y Richard Lloyd en Television. Cada tanto, las voces dialogan sobre unas letras que manejan las emociones con inteligencia. Toda la alegr¨ªa que transmite Mainland tiene como contrapunto un texto sobre las incertidumbres del amor que bien podr¨ªa estar hablando de las embarcaciones de migrantes desamparados que aparecen en nuestras playas. Suena Sister¡¯s Jeans, de nuevo esos punteos de guitarra ¡ªahora recuerdan a Felt¡ª y descubrimos que es la primera tregua r¨ªtmica tras cuatro canciones.
DISCO: Hope Downs
SELLO:?Sub Pop / Popstock!
PUNTUACI?N: 8
En Bellarine el ritmo recuerda a los Cure de 1985 y la exquisitez de Capuccino City parece un homenaje consciente a los Go Betweens, aunque seguramente no lo es. Rolling Blackouts son as¨ª, nada m¨¢s. En Hope Downs, todo parecido con realidades anteriores no es mera coincidencia, es consecuencia de un proceso de asimilaci¨®n y evoluci¨®n. A su manera, recuperan un sonido que no es exclusivo de ning¨²n momento. Ese indie que nos dio a Edwyn Collins y Morrissey. El d¨ªa menos pensado, Yo La Tengo tocar¨¢n en directo alguna de las canciones de Rolling Blackouts C.F.?
Babelia
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