Hay mucho que decir: de todo tiene
El profesor y fil¨®sofo Nuccio Ordine escribe esta columna en el primer aniversario de los atentados en Barcelona
Hay ciudades que visitamos y luego so?amos. Y hay ciudades que so?amos y luego visitamos. Mi primer encuentro con Barcelona fue en Diamante (en Calabria), cuando a¨²n era adolescente. Estaba leyendo Don Quijote ese verano. Y el entusiasmo del hidalgo en su descripci¨®n de la ciudad me llev¨® a pensar en el relato entusiasta que le escuch¨¦ a un amigo, joven licenciado, reci¨¦n regresado de Catalu?a. Las palabras de Cervantes, concisas (¡°enjutas¡±) y generosas como ¨¦l, me hab¨ªan dejado huella. M¨¢s tarde, las volv¨ª a encontrar, intactas, en mis viajes reales a Barcelona: "Archivo de la cortes¨ªa, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza, ¨²nica".
As¨ª, durante mis frecuentes estancias, he tenido ocasi¨®n de captar en vivo la cortes¨ªa de la gente, la generosidad de los amigos ¡ªcuyas amistades no nacieron solo en el ¨¢mbito acad¨¦mico, sino tambi¨¦n en el editorial y art¨ªstico¡ª, la presencia constante de "extranjeros" ¡ªla Rambla es un Pentecost¨¦s de lenguas por el gran n¨²mero de idiomas que all¨ª se hablan¡ª, el amor por la libertad ¡ª"los valientes" que se enfrentaron a la dictadura franquista¡ª y la hospitalidad brindada a "los pobres" ¡ªmientras en Italia hace estragos una horrenda campa?a de odio alentada por 'empresarios' del miedo¡ª. Pero, por encima de todo, su belleza "¨²nica". Barcelona hechiza al visitante. Es un museo al aire libre en el que pueden encontrarse testimonios art¨ªsticos y arquitect¨®nicos de distinta naturaleza: desde las ruinas romanas o g¨®ticas, hasta las m¨¢s variadas expresiones de arte contempor¨¢neo.
Y, sin embargo, Barcelona no se descubre solo a trav¨¦s de monumentos y palacios, mar y playas, lengua y literatura. Su historia puede leerse en los detalles de un barrio humilde, en las particularidades de una casa de la periferia. Una tipolog¨ªa de ciudad que Calvino describe maravillosamente en una de sus magn¨ªficas p¨¢ginas de Las ciudades invisibles: "Pero la ciudad no dice su pasado, lo contiene como las l¨ªneas de una mano, escrito en los ¨¢ngulos de las calles, en las rejas de las ventanas, en los pasamanos de las escaleras, en las antenas de los pararrayos, en las astas de las banderas". Es por eso que en el caso de Barcelona sirve la misma respuesta que la cabeza encantada le da a Don Quijote sobre la cueva de Montesinos: "hay mucho que decir: de todo tiene".
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