Estiaje
El programa 'Sexo y confesiones' deber¨ªa prohibirse por da?ino: crea expectativas infundadas y puede suscitar reproches y broncas
Las parejas que esperan la llegada de vacaciones para recuperar el fornicio perdido durante el a?o laboral no debieran intentar aminorar el d¨¦ficit viendo Sexo y confesiones porque la mayor¨ªa caer¨¢ en una depresi¨®n incapacitante. Las proezas y aventuras amorosas de los protagonistas de la serie emitida por Ten son tan prodigiosas que dif¨ªcilmente podr¨¢n ser emuladas por el com¨²n de los mortales. El espacio debiera prohibirse por da?ino: crea expectativas infundadas y puede suscitar reproches, broncas y estiaje.
Mi mujer tambi¨¦n quisiera toparse con un bombero en el ascensor del hotel de Altea pero mi transformaci¨®n en apagafuegos no es f¨¢cil, y si lo intentara para complacerla, me escarnecer¨ªa. Los lances ocurren, dizque de verdad, en la serie: un bomb¨®n seduce a un bombero, que llega al lugar de la cita, una cantera, conduciendo el cami¨®n del cuerpo. Cuando el servidor p¨²blico procede a sofocar el incendio, aparece el jefe, y etc. El espacio se anuncia como el testimonio personalizado de encuentros sexuales emocionantes, apasionados y divertidos. "Historias reales de quienes dan rienda suelta a tu imaginaci¨®n de la forma m¨¢s picante".
Los protagonistas siempre son magn¨ªficos ejemplares arrebatados por la furia y el deseo; los di¨¢logos, sencillos: "me empotr¨® contra la pared", "est¨¢bamos hambrientos", "me ten¨ªa loca". Quien haya dejado atr¨¢s la magnificencia debiera repasar la programaci¨®n para escaquearse durante el siguiente cap¨ªtulo. Llevan trece haciendo da?o. Despu¨¦s de soportar dos, mirarme el espejo, y observar que el encofrador tambi¨¦n era una fiera con corpi?o y zapatos de tac¨®n, me vine abajo. Soy un donnadie.
Durante la convalecencia reflexion¨¦ acerca de los divulgativos de Elena Ochoa en TVE, y de Lorena Berd¨²n en las auton¨®micas Telemadrid, ETB y Canal Sur. Premiados por su pionero atrevimiento, salieron al paso del burka sexual y combatieron la ignorancia. Fueron programas sin fornidos le?adores ni tigresas devora hombres que malogran veraneos porque la gente consume series de ficci¨®n como si fueran documentales.
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