El cuento in¨¦dito de Hemingway que narra la liberaci¨®n de Par¨ªs tras el nazismo
'Una habitaci¨®n en el jard¨ªn', escrito en 1956, narra las haza?as del autor durante la Segunda Guerra Mundial
No importa que Ernest Hemingway haya muerto hace m¨¢s de medio siglo. El Premio Nobel de Literatura de 1954 todav¨ªa permite que sus seguidores descubran nuevas facetas de su vida a trav¨¦s de los relatos. Hace dos semanas se present¨® en Par¨ªs su cuento in¨¦dito A Room on the Garden Side (Una habitaci¨®n en el jard¨ªn). El relato casi autobiogr¨¢fico desvela las proezas del escritor en la liberaci¨®n de la capital francesa en 1944. Ah¨ª donde fue corresponsal y parte de la resistencia a la vez. La revista The Strand Magazine fue la responsable de publicar el texto, cuyo original de 15 p¨¢ginas escrito a mano descansaba silencioso durante d¨¦cadas en la Biblioteca John Fitzgerald Kennedy de Boston junto a otras tres de sus historias breves.
El verano de 1956 Hemingway busc¨® inspiraci¨®n en sus recuerdos de la Segunda Guerra Mundial. De esa experiencia nacieron un lote de novelas cortas que el autor le envi¨® a su editor advirti¨¦ndole de que eran historias "probablemente muy aburridas, pero un poco divertidas" y que podr¨ªan ser publicadas "despu¨¦s de morir". Una de ellas era Una habitaci¨®n en el jard¨ªn. El cuento est¨¢ narrado en primera persona por un escritor llamado Robert, al que le dicen Papa -el mismo seud¨®nimo con que se conoc¨ªa al escritor-, gozador del champ¨¢n y con una tendencia hacia las reflexiones literarias. Se desarrolla en el Hotel Ritz de Par¨ªs antes de la liberaci¨®n de Par¨ªs de la ocupaci¨®n nazi, en agosto de 1944. El texto dibuja un escenario de soldados cansados de batallar en la Segunda Guerra Mundial "pero esperanzados por el futuro", seg¨²n la revista que lo public¨®.
¡°A m¨ª el cuento no me pareci¨® nada de aburrido¡±, dice entre risas Kirk Curnutt, miembro de la junta directiva de The Hemingway Society, aludiendo a la descripci¨®n que le hizo el periodista estadounidense a su editor. ¡°Son las quejas a la guerra bas¨¢ndose en su experiencia como corresponsal y parte de la resistencia¡±, explica Curnurr, quien contribuy¨® con el ep¨ªlogo. The Strand Magazine le pidi¨® su ayuda para sacar adelante la publicaci¨®n en la XVIII Conferencia Internacional sobre Hemingway, que este julio se llev¨® a cabo en Par¨ªs. La ¨²ltima vez que hab¨ªan realizado este encuentro en dicha ciudad hab¨ªa sido en 1994. ¡°Era una bonita forma de homenajearlo. De los cuentos in¨¦ditos, este es sin duda el m¨¢s importante porque se relaciona con su vida en la capital francesa¡±, agrega.
El primer texto p¨®stumo de Hemingway se public¨® en 1964, tres a?os despu¨¦s de su muerte. Se llamaba A moveable feast, que luego fue traducido al castellano por el espa?ol Gabriel Ferrater como Par¨ªs es una fiesta. El libro relata los a?os de un Hemingway joven, enamorado, pobre y feliz. Una habitaci¨®n en el jard¨ªn, el ¨²ltimo texto p¨®stumo del autor -por ahora-, transcurre en el mismo escenario, pero su protagonista es otro Hemingway. La escena con que fue bautizado el t¨ªtulo ocurre en una habitaci¨®n con vista al jard¨ªn del Ritz, el hotel de lujo ubicado en la Place Vend?me. Hemingway adoraba ese sitio y dec¨ªa haber ¡°liberado¡± el bar en la guerra. ¡°Seguimos aprendiendo de su vida y de su papel en la liberaci¨®n de Par¨ªs. Y a la gente le intriga ese aspecto de ¨¦l¡±, remarca Curnutt.
La guerra no es un t¨®pico nuevo en la literatura de Hemingway. Su participaci¨®n como conductor de ambulancias en el frente italiano durante la Primera Guerra Mundial, su corresponsal¨ªa en la Guerra Civil Espa?ola, su presencia en el desembarco de Normand¨ªa yel ya mencionado rol activista en la liberaci¨®n de Par¨ªs marcaron muchos de sus escritos. Sin ir m¨¢s lejos, su obra m¨¢s famosa, Por qui¨¦n doblan las campanas (1940), tiene lugar en la contienda espa?ola. La pieza que podr¨ªa arrebatarle el trono como la m¨¢s popular es El Viejo y el mar (1952), que aunque no se trata de la guerra, s¨ª aborda las batallas que enfrentan internamente los seres humanos.
Por el momento, no hay planes de publicar los otros tres textos in¨¦ditos de Hemingway guardados en la Biblioteca John Fitzgerald Kennedy. ¡°El recibimiento que ha tenido Una habitaci¨®n en el jard¨ªn ha sido asombroso. Nadie esperaba que terminara en la portada de The New York Times. As¨ª que por el momento queremos que esto siga as¨ª: siendo algo ¨²nico¡±, concluye el miembro de la junta directiva de The Hemingway Society.
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