¡®El cochecito¡¯ adelanta a la censura 58 a?os despu¨¦s
La Filmoteca Espa?ola rescata en su versi¨®n original el filme de Ferreri escrito por Azcona que protagoniz¨® Jos¨¦ Isbert, un cl¨¢sico que sufri¨® el hachazo franquista
Pepe Isbert los mat¨®. A toda su familia, empezando por su hijo Carlos, que no le dejaba cumplir su sue?o m¨¢s ansiado: comprarse un motocarro para discapacitados, un veh¨ªculo con el que disfrutar de la libertad, junto a su amigo Lucas y su heterog¨¦nea pandilla de lisiados. Sin embargo, para la censura franquista ese asesinato m¨²ltiple superaba los l¨ªmites de la moral imperante de 1960. As¨ª que don Anselmo, el personaje que interpretaba Isbert en El cochecito, la pel¨ªcula de Marco Ferreri con guion de Rafael Azcona, cambi¨® de asesino a mero fugitivo. S¨ª, vendi¨® las joyas de la familia y se compr¨® su motocarro. S¨ª, no lo devolvi¨® pese a las amenazas de su v¨¢stago. Pero al eliminar la pen¨²ltima secuencia -en la que don Anselmo ve salir los ata¨²des de su casa- y cambiarla por una llamada de tel¨¦fono que da a entender que la familia est¨¢ viva y le busca, el remate con su detenci¨®n por la Guardia Civil pierde fuelle. Con la masacre se entiende mejor la l¨²gubre frase final: "?Me dejar¨¢n tener el cochecito en la c¨¢rcel?".
Y con todo, El cochecito es uno de los cl¨¢sicos del cine europeo. Gan¨® el premio de la cr¨ªtica en la Mostra de Venecia, pero en Espa?a nunca se vio en su versi¨®n original. Hasta hoy, que la Filmoteca Espa?ola proyecta -en una sesi¨®n especial dedicada a tres de sus trabajadores recientemente fallecidos y que se repetir¨¢ el 21 de septiembre- una copia restaurada procedente del?Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma, ya que en Italia s¨ª se estren¨® como la idearon Ferreri y Azcona. Quien sab¨ªa de su existencia es Pere Portabella, intelectual y pol¨ªtico, presidente de la Fundaci¨®n Alternativas, cineasta de rompedora obra y productor de tres filmes prodigiosos del cine espa?ol de inicios de los sesenta: Los golfos, de Carlos Saura, El cochecito y Viridiana, de Luis Bu?uel. "Yo tampoco tengo una copia de la pel¨ªcula", confirma el productor, "porque ced¨ª los derechos comerciales a la viuda de Ferreri". Portabella recuerda entre risas aquellos dos a?os de locura. "Por amistad con Antonio Saura, yo produje Los golfos, de su hermano Carlos. Y en el rodaje en Madrid, un d¨ªa se acerc¨® Rafael Azcona, a quien yo conoc¨ªa como escritor, y me habl¨® de un guion que hab¨ªa coescrito con un italiano basado en uno de los relatos de su libro Pobre, paral¨ªtico y muerto". El italiano era el director Marco Ferreri, con el que Azcona ya hab¨ªa redactado El pisito a?os antes y que tras el fracaso de Los chicos, malviv¨ªa en Canarias. "Yo ped¨ª que viniera, Rafael me cont¨® que vend¨ªa sanitarios y art¨ªculos de ¨®ptica en las islas y que no ten¨ªa dinero para un hotel en Madrid y le pagu¨¦ el viaje".
Portabella ley¨® el guion y enseguida pens¨® que conectaba con el cine que deseaba producir. "Los golfos ten¨ªa cosas de nouvelle vague, de chicos de barrio y periferia", asegura desde Girona. "No iba a hacer caso a la censura, desde luego. Lleg¨® Azcona con este libreto y pens¨¦ r¨¢pidamente en llevarla a Venecia. Pero antes viaj¨¦ al festival de Cannes con Los golfos y all¨ª conoc¨ª a Luis Bu?uel". Y all¨ª germin¨® Viridiana, la ¨²nica Palma de Oro a una pel¨ªcula espa?ola, aunque particip¨® con bandera mexicana, pa¨ªs que puso parte de la financiaci¨®n. "En Venecia, El cochecito levant¨® gran polvareda. A mi vuelta a Madrid me quitaron las ayudas estatales por Los golfos, ya que sus protagonistas no recib¨ªan el castigo que los censores consideraban ejemplar, y tard¨® dos a?os en verse en Espa?a", cuenta entre risas. "Con Bu?uel remat¨¦ algo ¨²nico: mi impugnaci¨®n al cine comercial, ya que las subvenciones y el retorno del capital determinan el contenido de la pel¨ªcula. Y me sali¨® perfecto". Portabella fue "expulsado desde instancias gubernamentales" del cine m¨¢s popular. "Decid¨ª mantener mi l¨ªnea hasta hoy".
De aquel rodaje (en el que participaron Saura y Azcona, caracterizados de frailes), Portabella rememora que fue muy sencillo y divertido: "Marco era muy gracioso. Aquel guion corrosivo hablaba de insolidaridad incluso entre discapacitados, de ego¨ªsmo y de miseria moral, y Pepe Isbert lo borda. Creo que es su mejor interpretaci¨®n". El productor recuerda el dolor que provoc¨® la censura en el equipo: "El cochecito gira alrededor de su final, de la mirada de Isbert a su familia asesinada antes de huir con su amado veh¨ªculo". Hoy, la podredumbre existencial de aquella Espa?a gris vuelve a la pantalla con don Anselmo envenenando a su familia, por fin, como ¨¦l quer¨ªa.
Babelia
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