Por fin vuelve ¡®La Rep¨²blica¡¯
TVE anuncia la emisi¨®n de la segunda temporada de la serie, siete a?os despu¨¦s de su grabaci¨®n, ya que el Gobierno del PP prohibi¨® su exhibici¨®n
¡°Si quieres que se noten los cambios en TVE hay que renovar los presentadores de los servicios informativos", promulgan ciertos expertos ide¨®logos de la Casa. Pero suena m¨¢s a teor¨ªa chunga que a teor¨ªa cient¨ªfica, porque los cambios de verdad se hacen notar por otro costal; o as¨ª cabr¨ªa esperar. Por ejemplo, en la desaparici¨®n de la censura, de la que ahora se vuelve a hablar tanto.
Con toda la desfachatez del mundo el gobierno del PP prohibi¨® la emisi¨®n de la segunda parte de la serie La Rep¨²blica, que lleva ya siete a?os retenida. Y decir desfachatez es hablar en plata de ley porque los distintos responsables de la Casa se han venido escudando en absurdas teor¨ªas contables por las que en TVE no se produce gasto hasta que no se ha emitido un programa, aunque en ¨¦l se haya invertido previamente todo el presupuesto. Falacias.
Con esta disculpa se ha retenido igualmente la emisi¨®n del telefilme La conspiraci¨®n, que escribi¨® en 2012 El¨ªas Querejeta y dirigi¨® Pedro Olea con Manuel Mor¨®n en el papel principal, el del general Mola organizando el golpe de estado que desencaden¨® la guerra civil, al que acompa?aron varios militares m¨¢s, los encarnados por Jorge Sanz, ?lex Angulo, I?aki Miram¨®n, Aitor Merino y Ram¨®n Barea, entre otros. Lo curioso de esta pel¨ªcula es que siendo coproducida por ETB, s¨ª fue emitida por la televisi¨®n vasca dejando en el mayor rid¨ªculo a TVE, que ha mantenido impert¨¦rrita su prohibici¨®n. Tampoco ha sido emitida por TVE, entre otras, Tres d¨ªas de abril, que versaba sobre los ¨²ltimos d¨ªas del reinado de Alfonso XIII y la proclamaci¨®n de la Segunda Rep¨²blica. Y es que, seg¨²n cont¨® el director de cine Antonio Gim¨¦nez-Rico a este peri¨®dico, le confes¨® un d¨ªa el presidente de TVE que bajo su mandato no se volver¨ªa a tocar el tema de la Guerra Civil. Y con estas explicitas palabras: "Estoy de la memoria hist¨®rica hasta los cojones".
Parece que por fin le ha llegado la hora a alg¨²n cambio. Veremos.
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