Lecci¨®n de pundonor de Paco Ure?a, herido de gravedad en el ojo izquierdo
Gin¨¦s Mar¨ªn corta una oreja ante una deslucida mansada de Alcurruc¨¦n
Abatido y cabizbajo, y en medio de una emotiva ovaci¨®n, Paco Ure?a se march¨® a la enfermer¨ªa, tras acabar con el cuarto toro de la tarde. En el rostro, una huella de guerra. Su ojo izquierdo, amoratado e inflamado, completamente cerrado. Un terrible pu?etazo en forma de pitonazo que le propin¨® ese ejemplar de Alcurruc¨¦n cuando lo recib¨ªa con el capote.
Se estiraba ya a la ver¨®nica el de Lorca cuando el astado, largo, alto y con 622 kilos de peso, se le meti¨® por dentro y ech¨® la cara arriba en un derrote seco que estremeci¨® a la plaza. No tuvo Ure?a m¨¢s remedio que aguantar el siguiente capotazo, pero en cuanto el animal le dio un peque?o respiro, tir¨® el enga?o y salt¨® al callej¨®n, roto de dolor.
Fueron momentos de desconcierto. Mientras el presidente aguardaba a cambiar el tercio, su cuadrilla se hizo cargo del toro y un c¨ªrculo de profesionales y curiosos se arremolin¨® alrededor del torero. All¨ª, cobijado y cubri¨¦ndose parte de la cara con una toalla, permaneci¨® Ure?a durante los primeros tercios, hasta que, armado con su muleta, volvi¨® al ruedo.
ALCURRUC?N/URE?A, LORENZO, MAR?N
Seis toros de Alcurruc¨¦n, correcta aunque muy desigualmente presentados, mansos y deslucidos. Los ¨²nicos potables en el ¨²ltimo tercio fueron el bondadoso y soso tercero y el temperamental quinto.
Paco Ure?a: pinchazo y estocada (saludos); dos pinchazos, metisaca, pinchazo, estocada _aviso_ (ovaci¨®n camino de la enfermer¨ªa). Fue atendido de un traumatismo peri-ocular izquierdo por asta de toro con importante hematoma que impide la apertura del ojo. Fue trasladado al Hospital General.
?lvaro Lorenzo: pinchazo, estocada envainada, pinchazo y estocada trasera _aviso_ (silencio); estocada que hace guardia, estocada trasera, tendida y atravesada _aviso_ diez descabellos _segundo aviso_ y dos descabellos m¨¢s (silencio).
Gin¨¦s Mar¨ªn: estocada trasera y tendida que escupe (oreja); pinchazo hondo y estocada corta ca¨ªda y atravesada (silencio).
Plaza de toros de Albacete. Viernes 14 de septiembre. 7? de la Feria de la Virgen de los Llanos. Tres cuartos de entrada.
El p¨²blico aplaudi¨® y empuj¨® al ejemplar de los Lozano para que rompiera a embestir, pero no fue as¨ª. Desagradecido y tan o m¨¢s deslucido que la mayor¨ªa de sus hermanos, el toro se qued¨® corto, no humill¨® y no par¨® de echar la cara arriba. Pese a todo, en toda una lecci¨®n de pundonor y torer¨ªa, Ure?a se puso en el sitio y lo intent¨® todo, logrando un pu?ado de muletazos limpios de enorme m¨¦rito.
Sinceridad y entrega a raudales que ya hab¨ªa demostrado en el primero, otro manso sin un ¨¢pice de clase, frente al que, a base de pureza y firmeza, ejecut¨® naturales sueltos de excelente trazo y una tanda de redondos de incontestable mando. Una labor para aficionados que habr¨ªa tenido premio si el estocad¨®n que dej¨® en el segundo intento no hubiera estado precedido por un pinchazo.
El que s¨ª cort¨® una oreja -de ¨ªnfimo peso- fue Gin¨¦s Mar¨ªn, que sorte¨® uno de los dos toros que ofrecieron alguna opci¨®n de lucimiento. A ¨¦l le correspondi¨® el estrecho tercero, otro animal que manse¨®, pero que sac¨® cierta calidad en el ¨²ltimo tercio. Mar¨ªn, otrora joven esperanza de la torer¨ªa andante por su personalidad y buen gusto, anduvo acelerado y vulgar, por debajo de su oponente. Una versi¨®n muy gris que agigant¨®, con el agravante de la desconfianza, en el muy deslucido sexto.
S¨ª embisti¨® con emoci¨®n y por abajo el quinto, muy manso en los primeros tercios y que se acab¨® rajado descaradamente tras las cuatro primeras tandas. Toro de ¡°pronto y en la mano¡± que aprovech¨® solo a medias ?lvaro Lorenzo. Muy cerrado en el tercio, el toledano baj¨® y alarg¨® la mano, pero lo hizo en l¨ªnea, sin profundidad, siempre al hilo. Con la espada, adem¨¢s, peg¨® un sainete. Vaya con el futuro¡
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