Flamencos contra Franco

En una de sus actividades paralelas, la Bienal de Flamenco de Sevilla ha abordado un asunto que, a los ojos de hoy, pudiera parecer oportunista, pero que estaba en la mente del director de la misma, Antonio Zoido, desde el momento en que asumi¨® la responsabilidad. Justo cuando se cumpl¨ªa medio siglo del mayo franc¨¦s del 68, se pregunt¨® por el estado del flamenco en esas fechas, tan oscuras en nuestro pa¨ªs. Era un tiempo en el que este arte se intentaba zafar de las garras del denominado nacional flamenquismo para cobrar un car¨¢cter reivindicativo que muchos entroncaron con su naturaleza de grito de un pueblo oprimido.

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Confluyen en unos mismos a?os una corriente de regeneraci¨®n y dignificaci¨®n del flamenco con una imparable reacci¨®n social y pol¨ªtica contra la dictadura. Seg¨²n Zoido, la modernidad de este arte le hizo estar a la altura de un tiempo de lucha y reivindicaciones. Una etapa que puede que no haya sido abordada suficientemente, pese a las aportaciones de autores como Jos¨¦ Manuel Gamboa o Alfredo Grimaldos y, m¨¢s recientemente, del cantaor Juan Pinilla. Para ahondar en ello, la Bienal, con la colaboraci¨®n del Centro de Estudios Andaluces, configur¨® unas jornadas con la participaci¨®n de una decena de expertos que este viernes y s¨¢bado abordaron aspectos tales como el "flamenco protesta", su funci¨®n de agitaci¨®n y su renovaci¨®n art¨ªstica en aquellos momentos de inevitable cambio.

Las jornadas estaban dedicadas a la memoria de Francisco Moreno Galv¨¢n, un hombre calificado de renacentista por la multiplicidad creativa que desarroll¨®, adem¨¢s de por su gran dimensi¨®n intelectual y moral. Precisamente, en una de las mesas redondas particip¨® Juan Diego Mart¨ªn Cabeza, autor de una tesis doctoral sobre su obra y sobre la renovaci¨®n est¨¦tica de lo jondo que Moreno Galv¨¢n Galv¨¢n desarroll¨® como artista pl¨¢stico.

Una exposici¨®n, inaugurada para la ocasi¨®n, da muestra de esta faceta con algunas de sus pinturas, portadas de discos y, sobre todo, con una amplia selecci¨®n de la carteler¨ªa que elabor¨® para la Reuni¨®n del Cante Jondo de la Puebla de Cazalla, su ciudad natal, que en 49 de sus 50 ediciones ha lucido composiciones suyas en los carteles. La propia Reuni¨®n se puede tener como una de sus creaciones, por su especial car¨¢cter ritual, y en cierto modo contestatario, que la diferencia del resto de festivales de flamenco que surgieron en Andaluc¨ªa por aquellos a?os. Medio siglo despu¨¦s de su nacimiento, la cita mantiene su vocaci¨®n de comuni¨®n e id¨¦ntica configuraci¨®n esc¨¦nica. La especial l¨¢mpara racimo que la preside tambi¨¦n estaba en la exposici¨®n junto a una rica selecci¨®n de fotograf¨ªas de la cita en todos estos a?os, obra de Antonio Moreno y Enrique S¨¢nchez.

Una pen¨²ltima faceta de este humanista estuvo en su labor como letrista de cantes, pues consideraba el flamenco como "la manera m¨¢s hermosa de denunciar y protestar", seg¨²n citaba Miguel ?ngel Rivero, delegado de Cultura de La Puebla y comisario de la exposici¨®n. El cantaor Jos¨¦ Menese, al que descubri¨® y produjo discos, fue el mayor destinatario de sus composiciones. El nombre de Menese, junto a los de Enrique Morente, Juan Pe?a Lebrijano, El Cabrero y, sobre todo, Manuel Gerena, que contar¨ªa sus detenciones por centenares, estuvieron entre los m¨¢s citados de las jornadas como representantes de los artistas que se distinguieron por trasladar a su cante el propio compromiso pol¨ªtico. El periodista y escritor Luis Clemente a?adi¨® un nombre m¨¢s, el de Luis Mar¨ªn, autor de dos discos contestatarios y muerto atropellado en sospechosas circunstancias.

Al d¨ªa siguiente de estas jornadas, no por casualidad, en el Teatro Lope de Vega se presentaba la revisi¨®n de Quej¨ªo, la legendaria obra fundacional del grupo La Cuadra de Salvador T¨¢vora. La primera y revolucionaria muestra (1972) de flamenco teatro de denuncia.