Un d¨ªa triste para la m¨²sica espa?ola
El compositor Jos¨¦ Luis de Del¨¢s falleci¨® el pasado viernes a los 90 a?os
El viernes fue un d¨ªa triste para la m¨²sica espa?ola. Jos¨¦ Luis de Del¨¢s, uno de los compositores m¨¢s importantes de nuestra m¨²sica reciente, fallec¨ªa en Bornheim de un paro card¨ªaco. En marzo hab¨ªa cumplido los 90 a?os. Su vida fue una vida dedicada de lleno a la composici¨®n y a la docencia, aunque tambi¨¦n consagr¨® muchas horas a la direcci¨®n de orquesta y a la difusi¨®n cultural.
En los a?os cuarenta se exili¨® a Alemania buscando un entorno cultural que no hallaba en Espa?a. All¨ª, en tierras alemanas, vivi¨® rodeado de artistas e intelectuales. Todos los que tuvimos la suerte de recibir su magisterio podemos recordar sus referencias a las extensas conversaciones mantenidas con Theodor W. Adorno o con Ortega y Gasset; conversaciones que saltaban de la est¨¦tica a la sociolog¨ªa y de esta a la pol¨ªtica para volver de nuevo al arte.
Buscador incansable de libertad, su obra es un continuo elogio a la justicia y a los derechos del ser humano. Jam¨¢s quiso comprometerse con credos est¨¦ticos que cercenasen su espontaneidad creativa. Formado en un momento en el que las vanguardias desplegaban su mayor radicalidad, la m¨²sica de Del¨¢s supo permanecer alejada de los extremos. Personal y aut¨¦ntica, su obra no se pleg¨® jam¨¢s a promesas de ¨¦xitos de f¨¢cil acceso. Quiz¨¢s por eso nunca tuvo el reconocimiento que mereci¨®, aunque, a pesar de ello, recibi¨® ¨Ccomo no pod¨ªa ser de otra manera- muchos homenajes, especialmente en Espa?a y Alemania. Entre ellos, los monogr¨¢ficos que le dedic¨® la Televisi¨®n WDR de Colonia en su sesenta aniversario dentro del ciclo Komponisten in K?ln o el dedicado por la Deutschland Radio de Berl¨ªn tras cumplir setenta a?os, homenaje al que se sum¨® el Festival de Oto?o de Madrid. Sin embargo, de todos los premios y reconocimientos, el Premio Nacional de M¨²sica, que el Ministerio de Cultura Espa?ol le otorgara en 1995, tuvo para ¨¦l un significado muy especial.
Buscador incansable de libertad, su obra es un continuo elogio a la justicia y a los derechos del ser humano
Vivi¨® casi toda su vida en Alemania, pero siempre se sinti¨® pr¨®ximo a su pa¨ªs natal. Por eso, en gran medida, la poes¨ªa espa?ola asoma una y otra vez entre las notas de sus obras: desde sus tempranas Tres canciones para soprano y piano, de 1946, basadas en poemas de Antonio Machado hasta obras de madurez como Memoria (1977), con textos de Miguel Hern¨¢ndez, o Relato, basada en La l¨¢mpara maravillosa de Valle Incl¨¢n. Y tambi¨¦n por ese v¨ªnculo estrecho que le un¨ªa a Espa?a, a pesar de vivir en Colonia la mayor parte de su vida, el ejercicio de la docencia en le Universidad de Alcal¨¢ como profesor de Composici¨®n fue para ¨¦l una alegr¨ªa inmensa. Ya hab¨ªa ejercido su magisterio en muchos Centros de prestigio como el Conservatorio de Colonia o la Universidad de Bonn, pero desde 1993 la formaci¨®n de j¨®venes compositores espa?oles se convertir¨¢ para ¨¦l en una prioridad.
Generoso hasta el final, en el a?o 2014 cedi¨® todo su legado a la Biblioteca Nacional.
Su m¨²sica nos interpela a menudo, nunca nos deja indiferentes. En una ocasi¨®n alguien pregunt¨® a Jos¨¦ Luis de Del¨¢s por qu¨¦ compon¨ªa. Con esa mirada tan suya, profunda y llena de sentido, y haciendo suyas las palabras de Klee, contest¨® ¡°para no llorar¡±. Es dif¨ªcil no sentirse conmovido ante una respuesta semejante. Del¨¢s conoc¨ªa bien el v¨¦rtigo del sufrimiento. Ten¨ªa 12 a?os cuando su padre, Jos¨¦ Mar¨ªa de Del¨¢s, muri¨® v¨ªctima de sus ideas republicanas, y a Jos¨¦ Luis no le qued¨® m¨¢s remedio que aprender a vivir con el dolor. El arte quiso ser su salvaci¨®n, como quiso serlo para tantos otros grandes, como Schopenhauer, Nietzsche, Adorno¡ o para m¨²sicos que compartieron la amistad de Del¨¢s, como el gran Gy?rgy Ligeti.
Seguramente el maestro Del¨¢s habr¨ªa podido firmar los versos de Baudelaire cuando, escribiendo acerca de la belleza, dice, ?(¡) qu¨¦ importa de donde vengas, belleza, (¡) si vuelves menos horrible el mundo, los instantes m¨¢s leves? Y es que su m¨²sica, qu¨¦ duda cabe, vuelve menos horrible el mundo. Su m¨²sica no huye del dolor, pero se ti?e de esperanza. Por eso brinda levedad a las dificultades que nos depara la vida. Obraz, Eilanden, Concetti ,Textes, Frons, S¨ªmbolos del sonar, Les profundeurs de la Nuit, Umbra Vitae¡ son muchos los regalos que nos deja Jos¨¦ Luis de Del¨¢s.
Por todo ello, gracias, Maestro. Tu m¨²sica nos acompa?ar¨¢ siempre
Alicia D¨ªaz de la Fuente es Compositora y profesora de An¨¢lisis de la M¨²sica Contempor¨¢nea
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