¡®La hora musa¡¯: ?Por fin!

Justo antes de sentarse a charlar con Santiago Auser¨®n, Maika Makovski dijo en La hora musa: ¡°Voy a poner el chiringuito bien. Como si fuera el sal¨®n de casa¡±. Lo solt¨® de forma espont¨¢nea, mientras colocaba los cojines del sof¨¢ y Auser¨®n se sentaba con su particular ritmo pausado y esa mueca de marinero en tierra que le sale al sonre¨ªr. Tras ellos, se ve¨ªa un escenario con la banda del excomponente de Radio Futura y cada uno de los instrumentos. Cierto: fue como estar en el sal¨®n de casa. La m¨²sica en directo, pero tambi¨¦n la m¨²sica hablada, reflexionada y compartida, estaba entrando al sal¨®n de casa despu¨¦s de tanto tiempo. Volv¨ªa un verdadero programa de m¨²sica a la televisi¨®n espa?ola. Fue como ver regresar a Col¨®n de las Am¨¦ricas.

Ya era hora. Qu¨¦ largo se ha hecho, tanto que los escolares y los universitarios de hoy en d¨ªa no conceb¨ªan eso de un programa musical televisivo. Puede que con internet ya no conciban ni siquiera la televisi¨®n, tal y como varias generaciones al menos lo hicieron durante d¨¦cadas, pero era como hablarles del siglo pasado. Y siempre ha sido parad¨®jico: ahora, en estos tiempos, cuando m¨¢s m¨²sica se escucha y se comparte, cuando m¨¢s j¨®venes y mayores tienen al alcance tanta variedad de m¨²sicas, cuando m¨¢s conciertos hay a la semana y m¨¢s festivales al a?o porque ya no se venden discos, ahora, precisamente, no hab¨ªa un programa musical en televisi¨®n. Un espacio que trate la m¨²sica con respeto, cari?o y criterio. Que conciba la m¨²sica como cultura. Por suerte, La hora musa resuelve este problema. El nuevo programa musical de TVE es una apuesta firme por la m¨²sica como cultura. M¨²sica en may¨²sculas. M¨²sica sin cotilleos ni pornograf¨ªa sentimental. M¨²sica fuera de la pecera del show de Truman.

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Fue un acierto destacable comenzar esta aventura televisiva con una entrevista a Auser¨®n, refugiado art¨ªsticamente bajo el nombre de Juan Perro. Es patrimonio de la m¨²sica popular espa?ola y una de las mentes m¨¢s sabias para contextualizar y reflexionar sobre la creaci¨®n musical. De hecho, fue glorioso que durante su charla con Maika Makovski, presentadora del programa, hablase de cultura, preguntase al p¨²blico por qu¨¦ era importante la cultura y les explicase de forma concisa a Makovski y al reportero V¨ªctor Clares c¨®mo funciona el negocio musical en Espa?a, un negocio conchabado y repleto de peajes cuya m¨¢xima representaci¨®n es Operaci¨®n Triunfo, lo que sucede dentro de esa academia pero tambi¨¦n lo que sucede antes y despu¨¦s. ¡°Ideas raras, nada. Lo que suene a jazz es maldito. M¨¢s all¨¢ del acorde de s¨¦ptima dominante¡­ prohibido en la radiof¨®rmula. Esto es as¨ª, ni?as y ni?os. Las leyes del mercado funcionan as¨ª¡±, dijo Auser¨®n, que toc¨® Los inadaptados con su aire jazzy y la pegadiza Charla del pescado y acab¨® junto a Makovski con la oscura Annabel Lee, inspirada en un poema de Edgar Allan Poe. En OT lo hubiesen acribillado para gusto de la audiencia hambrienta de penas y alegr¨ªas ajenas en reality-shows.

Otro acierto es la elecci¨®n de la cantante y actriz Maika Makovski como presentadora. Es natural y se desenvuelve con garbo estupendo en el plat¨®, bien fuera para charlar con Auser¨®n como si estuviese ¡°en el sal¨®n de casa¡±, bien fuera para dirigirse a los espectadores con magnetismo. Makovski cogi¨® buenas tablas como colaboradora del Oh! My LOL, el programa de humor de la cadena SER dirigido por El Mundo Today, y en el que tambi¨¦n la m¨²sica juega un papel significativo. Ahora, al frente de La hora musa, tiene carisma y, como cantante de largo recorrido en el rock espa?ol, entiende las claves de la m¨²sica. Con ella, adem¨¢s, se demuestra algo necesario: no todo va a ser Alaska en televisi¨®n musical.

La hora musa mira al presente de la m¨²sica. Es importante. El ¨¦xito de Cachitos conven¨ªa que la m¨²sica sigue siendo fundamental en la vida de las personas, pero era insuficiente. Algunos directivos de RTVE hab¨ªan dictaminado que la m¨²sica era un producto solo apto para la nostalgia. Y no es verdad. Dentro del pop, el rock, el hip-hop, la electr¨®nica, el flamenco y m¨¢s estilos musicales hay cientos de artistas y bandas hoy en d¨ªa que miran al presente ¡ªe incluso al futuro¡ª con pasi¨®n y talento. Todo ello requer¨ªa de un programa como La hora musa, que se dirige no solo a una industria competente y comprometida con la m¨²sica sino tambi¨¦n al mismo p¨²blico que acude a los festivales y a las salas de conciertos de toda Espa?a. A un p¨²blico inquieto y activo. En este sentido, se agradeci¨® mucho el reportaje en Londres sobre las car¨¢tulas de discos famosas elaborado por V¨ªctor Clares. La idea de estos reportajes en el programa es otro acierto, como la de incluir p¨ªldoras explicativas cuando Auser¨®n nombr¨® a Depedro en su entrevista.

Anoche, el presente de la m¨²sica en directo pas¨® tambi¨¦n por el concierto de los siempre efectivos y divertidos Franz Ferdinand, presentando canciones de su ¨²ltimo disco, y por las actuaciones en la azotea de La Mala Rodr¨ªguez, que est¨¢ a punto de sacar nuevo ¨¢lbum. M¨¢s aciertos. Como las actuaciones en exteriores y en plat¨®. Todo mezclado con ritmo y estilo. Hay mimo en el programa. As¨ª, el escenario del plat¨® transmite una atm¨®sfera ¨ªntima y elegante. Se nota que han tenido en cuenta el concepto de las producciones televisivas brit¨¢nicas, especialmente del fabuloso programa Jools Holland. Da gusto ver una actuaci¨®n con esa variedad de planos, sin playback e ¨ªntegra, sin cortes publicitarios, sin comentarios pisando las canciones, sin mezclas con otros contenidos. Eso que deber¨ªa ser la norma se ha terminado convirtiendo en toda una odisea en este pa¨ªs donde manda la m¨²sica enlatada. La hora musa, como admirablemente viene haciendo desde hace tiempo Late Motiv de Andre¨² Buenafuente en Movistar +, defiende la m¨²sica en su esencia.

Solo cabe exclamar una cosa: ?Por fin! Y a?adir otra: ¡°Que dure¡±.