Cuatro compositores talism¨¢n para la diva
Bellini, Verdi, Puccini y Strauss fueron los m¨²sicos que m¨¢s suerte y prestigio le aportaron en su carrera
Dif¨ªcil hacer recuento en esta ¨¦poca de absoluta especializaci¨®n sobre la carrera de una diva a la antigua, es decir, menos tiquis miquis a la hora de elegir papeles. Aun as¨ª, el esplendor de Montserrat Caball¨¦ vivi¨® diversas fases, unidas a algunos compositores y g¨¦neros talism¨¢n.
Idilio con Bellini. Buena parte del mundo comenz¨® a adorar a Caball¨¦ gracias a Bellini. Ya llevaba mucha traca a las espaldas desde su debut internacional en Basilea en 1956 y comenzaba a colarse en el podio que disputaban Maria Callas y Renata Tebaldi. Pero fue a principios de los setenta cuando toc¨® bien la fibra de los aficionados con la Norma de Bellini al debutar con el papel en La Scala de Mil¨¢n. En las listas de las mejores castas diva de la historia es la n¨²mero uno. El compositor belcantista sirvi¨® tambi¨¦n para que la cantante abordara otro de los personajes que la hicieron marcar la diferencia, la Im¨®genes de Il pirata.
Madurez con Verdi. Dos son los grandes papeles que definen la madurez de Caball¨¦ a la hora de adentrarse en Verdi: Aida y la Desd¨¦mona de Otelo. Aun as¨ª fue uno de los compositores que Caball¨¦ abord¨® con ganas y que le dieron grandes noches en ambas operas junto a Pl¨¢cido Domingo. No queda ah¨ª su recorrido verdiano. La Leonora de Il trovatore, Traviata y Luisa Miller pueden incluirse entre sus roles de estrella.
Maestr¨ªa en Puccini. No se puede decir que el universo desgarrado de Puccini fuera una meta lejana para Caball¨¦. Lo atraves¨® desde los principios de su carrera con la Mimi de La Boh¨¨me. Pero no fue el papel que m¨¢s aplausos le aport¨®. Las grandes figuras dram¨¢ticas del toscano ten¨ªan reservada un hueco para la gloria. Concretamente Tosca y Turandot, los dos personajes que le hicieron marcar hitos concretos. El primero de ellos provocando delirios cuando ten¨ªa enfrente a Pavarotti, junto al que tambi¨¦n disfrut¨® varias Boh¨¨mes.
Fue con Arabella, de Strauss, con quien Montserrat Caball¨¦ debut¨® en 1962 en el Liceu. A partir de entonces, Strauss se convirti¨® en un m¨²sico de fortuna para ella".
El talism¨¢n de Strauss. Fue con Arabella, de Strauss, con quien Montserrat Caball¨¦ debut¨® en 1962 en el Liceu. A partir de entonces se convirti¨® en un m¨²sico de fortuna para ella. Otro acontecimiento fue su mariscala de El caballero de la rosa en Glyndebourne. Durante sus comienzos en Basilea se adentr¨® en el repertorio alem¨¢n y eso le permiti¨® ser apreciada por los cr¨ªticos como alguien m¨¢s vers¨¢til para una ¨¦poca en que a las divas las segu¨ªa definiendo el repertorio italiano principalmente.
Babelia
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