70 novelas al a?o en Espa?a sobre la Guerra Civil

?Otra novela sobre la Guerra Civil? A esta pregunta, que puede plantearse ante la proliferaci¨®n de libros sobre el conflicto espa?ol, tratan de responder los especialistas de universidades espa?olas, europeas y estadounidenses reunidos en un congreso en Salamanca hasta el s¨¢bado, 20. Este caudal "comenz¨® a finales de los noventa, en paralelo a los movimientos sobre la memoria hist¨®rica, con obras escritas por los hijos o nietos de los que vivieron la guerra, y que las plantean como una investigaci¨®n", explica a EL PA?S el secretario del congreso, Jos¨¦ Manuel P¨¦rez Carrera, catedr¨¢tico de instituto jubilado. Ese proceso investigador llega normalmente por azar. "Se descubre un manuscrito, unas fotos o unos documentos y se reconstruye la vida de sus personajes", a?ade P¨¦rez, que cita como claro ejemplo Soldados de Salamina, de Javier Cercas,? publicada en 2001. La historiadora Mar¨ªa Jos¨¦ Turri¨®n abunda en esta cuesti¨®n. "Los autores son personas a las que algo no les cuadra en el relato de la guerra y hacen una revisi¨®n hist¨®rica".

Las opciones de la autoedici¨®n han facilitado adem¨¢s el surgimiento de "personas que quieren hablar de sus padres o vecinos y publican novelas de inter¨¦s humano, pero que literariamente no tienen demasiada calidad", a?ade P¨¦rez. Seg¨²n los datos recopilados por la Asociaci¨®n de la Memoria Social y Democr¨¢tica, a la que pertenece P¨¦rez, durante la guerra y el franquismo se publicaron una media "de 20 novelas al a?o en Espa?a sobre este asunto, aunque hubo una excepci¨®n, 1938, con 58". Sin embargo, "en el siglo XXI esa media se ha disparado hasta las 70 de media, de las que unas 20 son autoeditadas". P¨¦rez explica que tienen documentadas, entre 2001 y 2018, 1.248 obras. Para remontarse en sus datos hasta la guerra, han recurrido a los libros de una hispanista, pionera de estos estudios, la canadiense Maryse Bertrand de Mu?oz, que pronunci¨® la conferencia inaugural del congreso. "Vemos claramente que desde 1997 hay m¨¢s t¨ªtulos y que se disparan en 2001. Desde entonces, ning¨²n a?o est¨¢ por debajo de los 60, incluso en 2015 fueron 99".

P¨¦rez apunta la otra l¨ªnea maestra de la novela contempor¨¢nea sobre la guerra: las escriben y protagonizan mujeres. Por ello, el bloque titulado Escritoras y Guerra Civil atraviesa buena parte de las cerca de 40 ponencias y mesas redondas que tienen como escenario el Centro Documental de la Memoria Hist¨®rica. Una de las conferenciantes, Ana Rodr¨ªguez Fischer, habl¨® el jueves de su libro El pulso del azar (Alfabia, 2012), en el que la lectura de unas cartas traslada al comienzo de la contienda. "Me interesaba saber qu¨¦ hac¨ªan las mujeres en la guerra, tejer su vida cotidiana y la de los j¨®venes que no iban al frente. Di con una documentaci¨®n sobre la escuela de ingenieros industriales de Barcelona en la que se pod¨ªa ver c¨®mo colaboraron en la transformaci¨®n del sector industrial", explica.

La escritora asturiana subraya que "hay muchas fuentes que no se han usado para hablar de la guerra" y que ella no bucea "en los ensayos, sino en las historias". Su relato bebe de la memoria familiar. "Cernuda estuvo en Castropol en el 35 por las misiones pedag¨®gicas de la Rep¨²blica y, cuando cay¨® el frente del Norte, public¨® en la revista cultural Hora de Espa?a un texto que recog¨ªa sus sensaciones de aquella estancia".

De las publicaciones de los ¨²ltimos a?os, Rodr¨ªguez Fischer recomienda el ciclo de Almudena Grandes, "que pone el foco en microespacios". Precisamente, a una obra de la escritora madrile?a, Los pacientes del doctor Garc¨ªa, se dedica una de las ponencias del congreso Narrativa de la Guerra Civil espa?ola. "C¨®mo vivieron las mujeres la guerra, ya fuera en la c¨¢rcel, o sosteniendo a sus familiares presos, sufriendo las consecuencias, es un tema de actualidad", agrega P¨¦rez, que sit¨²a el kil¨®metro cero de esto en Los vencidos, de Antonio Ferres (1960), libro que, debido a la censura, se public¨® en Par¨ªs cinco a?os despu¨¦s. El congreso reconoce tambi¨¦n la obra de autoras como Elena Fort¨²n, Ernestina de Champourc¨ªn, Luc¨ªa S¨¢nchez Saornil, Concha Lago o Luisa Carn¨¦s.

Sin embargo, el gran ejemplo reciente de novela de y con mujeres se escribi¨® en franc¨¦s. "Lydie Salvayre narr¨® la vida de una republicana exiliada, su madre, en No llorar", con la que gan¨® el Premio Goncourt en 2014. "Ante la cercan¨ªa de la muerte de su madre, Salvayre le pidi¨® que le contara sus recuerdos". Pero esto no significa que la guerra espa?ola interese a¨²n como material para los extranjeros, m¨¢s bien al contrario. "La excepci¨®n son los hijos de emigrados, que escriben en franc¨¦s", seg¨²n P¨¦rez.

El secretario de este congreso, que analiza t¨ªtulos de Ram¨®n J. Sender, Max Aub, George Orwell o Javier Mar¨ªas, a?ade que el siglo XXI ha alumbrado temas hasta entonces apenas tratados, como el maquis, los republicanos que se echaron al monte tras perder la guerra. De ello dio cuenta primeramente Julio Llamazares en Luna de lobos (1985) y sigui¨® Alfons Cervera. Lo mismo sucede con el esc¨¢ndalo de los ni?os robados o el de los campos de trabajo. Asimismo, cada vez son m¨¢s las novelas en catal¨¢n, con Jaume Cabr¨¦ y Mar¨ªa Barbal en la estela de Merc¨¦ Rodoreda.

Demasiada literatura acr¨ªtica con la Rep¨²blica ha motivado, no obstante, obras de autores que "cuestionan las desviaciones en este bando" al comienzo de la conflagraci¨®n, "como Antonio Mu?oz Molina, Lorenzo Silva o Andr¨¦s Trapiello". En otro ¨¢mbito sit¨²a las novelas de Arturo P¨¦rez-Reverte con su agente Falc¨®. "No me gustan tanto porque la cantidad de aventuras supone una cierta frivolizaci¨®n de lo que ocurri¨®", como el superventas El tiempo entre costuras, de Mar¨ªa Due?as, que dio inicio a una proliferaci¨®n de "de novelas de amores en ambientes glamurosos".