Auser¨®n se reinventa por Gershwin y Kurt Weill
El m¨²sico se lanza a fundir canciones de Juan Perro con la Orquesta Sinf¨®nica de Murcia


Sus amigos de La Habana se refieren a la m¨²sica culta como ¡°la mal llamada¡±. Una denominaci¨®n que suena a desprecio guas¨®n pero inmediatamente se torna toque de atenci¨®n. Para ello debemos suponer que el t¨¦rmino al que alude Santiago Auser¨®n es v¨¢lido. Aunque muchos lo dudan. Como ya va quedando caduco el de m¨²sica cl¨¢sica. Dej¨¦moslo en orquestal y as¨ª nos entendemos. De esa manera, resulta mucho m¨¢s f¨¢cil fundirlo con el cancionero popular. Y as¨ª ha hecho en Vagamundo, una selecci¨®n del repertorio de Juan Perro que ha dejado en manos de la Orquesta Sinf¨®nica de la Regi¨®n de Murcia para su ¨²ltimo disco.
No se trata de dulcificar o limar aristas para presentar las canciones con lazo de fanfarrias y violines. ¡°Lo hemos tomado como un trabajo creativo¡±, afirma Auser¨®n. ?Qui¨¦nes? ?l mismo, la orquesta y Ricardo Casero, su director, junto a Amparo Edo Biol, arreglista. As¨ª que han dado la vuelta a los temas para reinventarlos en esa frontera que te promete el cielo de una orquesta cuando se hacen las cosas bien.
Con el discurso de Auser¨®n y una hoja de ruta donde se juntan Gershwin, Kurt Weill y Leonard Bernstein por un lado con Henry Mancini, Nino Rota o Ennio Morricone por otro, la propuesta cobra un sentido que navega con br¨²jula firme por la exquisitez. ¡°Hemos querido conseguir un efecto de m¨²sica de cine sin que sea necesario ver la pel¨ªcula¡±, afirma Auser¨®n.
Pero no queda ah¨ª la cosa. Menos con un artista en el que puedes empezar hablando de zarzuela y acabar comentando minutos despu¨¦s a Plat¨®n. La primera como referente directo de la m¨²sica que busca ese mismo mestizaje entre lo culto y lo popular. El fil¨®sofo griego para justificar que, a su gusto, ¡°siempre es necesario acudir a buscar referentes que expliquen las cosas lo m¨¢s lejos posible y sin manipular realidades¡±. As¨ª lo prob¨® el propio Auser¨®n en su tesis doctoral: M¨²sica en los fundamentos del logos, que le convirti¨® en doctor en Filosof¨ªa por la Universidad Complutense hace tres a?os.
Tampoco es partidario de adulterar esencias en el caso de las canciones. Han sido el punto de partida de este trabajo grabado y de la gira sinf¨®nica que Auser¨®n ha realizado previamente con varias orquestas: las creaciones de Juan Perro y Radio Futura. ¡°En eso, el trabajo de Amparo Edo ha sido crucial. Determinante en su creatividad y su compromiso¡±, afirma el m¨²sico. Pero justificado siempre en una ra¨ªz con muchas posibilidades de convertirse en ¨¢rbol frondoso. O como muy bien aclara Alberto Garre, gerente de la orquesta, en murciano categ¨®rico: ¡°Es que las canciones de las que bebe el trabajo son muy buenas. Sino, como decimos all¨ª, donde no hay mata, no hay patata¡±.
Han sido 12 los temas elegidos: R¨ªo negro, Pies de barro, La misteriosa, El forastero, No m¨¢s l¨¢grimas, El mirlo del pruno, El carro, Obstinado en mi error, Luz de mis huesos, El desterrado y La mala fama. Por todas ellas corre alma de blues, piel desgarrada de tango, salero de pasodoble, humo de cabaret y aroma de tabaco y son caribe?o¡ Las familias desperdigadas y rescatadas por Auser¨®n en esa fiesta de mestizaje global a las que nos tiene acostumbrados desde los inicios de Radio Futura.
Con casi 65 a?os va entendiendo la importancia que aquel grupo tuvo en su d¨ªa, elev¨¢ndose d¨¦cadas despu¨¦s entre todo aquel guirigay hacia su destino infinitamente m¨¢s perdurable: ¡°Como a este proyecto, que no parti¨® de m¨ª -no me hubiese atrevido yo solo a tanto-, fui empujado en su d¨ªa a integrarme a Radio Futura por otros. Con el tiempo me he dado cuenta de que aquella sencillez primitiva, aquellas canciones peque?as, singulares y limitadas en lo que sab¨ªamos hacer, se potenciaba por un inconsciente colectivo¡±.
Marcaron ¨¦poca, fijaron senda para multitud de tendencias posteriores. Y entroncan con un presente en el que Auser¨®n ya ha crecido como m¨²sico. Ahora sabe reivindicarlas como parte de un legado m¨¢s que influyente: ¡°Puede que ayudadas por mi car¨¢cter, que es cl¨¢sico a la hora de entregar todo bien hecho y rom¨¢ntico a la vez, sin renunciar a los arrebatos. En ese equilibrio entre limpieza y pasi¨®n, con estudio, pr¨¢ctica y antenas puestas, baso mi trabajo actualmente¡±.
Sin perder el gusto por la colaboraci¨®n en grupo. De hecho, por eso se resiste a ser incluido dentro del g¨¦nero de canci¨®n de autor: ¡°Me identifico con ellos en el amor por la poes¨ªa. Pero me separa de esa categor¨ªa una est¨¦tica que no considero intimista ni individualista. Me veo grupero. Busco la fusi¨®n con otros elementos, como ahora una orquesta sinf¨®nica. Necesito mi tribu sonora para contagiar¡±.
Dignos del instrumento orquestal
En el experimento de Santiago Auser¨®n con la m¨²sica sinf¨®nica ha tenido una idea clara: no desmerecer. Se obsesion¨® por lograr un cruce de dignidades mutuas. ¡°Ten¨ªa miedo de caer en un pop orquestado. Necesit¨¢bamos otorgarle valor creativo, si no, no ten¨ªa sentido¡±. En ese aprendizaje fronterizo que tanto le obsesiona, quer¨ªa compartir su m¨²sica en distintos terrenos y direcciones. ¡°Primero haci¨¦ndola atractiva de esta forma para quienes me siguen durante a?os e invit¨¢ndoles a adentrarse en otra dimensi¨®n. Pero tambi¨¦n esforz¨¢ndome para convencer a los que est¨¢n en el terreno orquestal de que es suficientemente digna para meterme en su terreno¡±.
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