Kapuscinski vuela entre el caos
Mezcla los d¨ªas del reportero polaco en la guerra civil de Angola en 1975, relatados en formato animado, junto a entrevistas actuales con los protagonistas a¨²n vivos
La libertad de actuaci¨®n, la singularidad, la huida de lo ya trillado, el salto mortal creativo respecto de g¨¦neros y formatos, suele ser la mejor virtud de determinadas pel¨ªculas. Aunque luego sus resultados no acaben de convencer, aunque esas mismas virtudes de inicio, al fin, se conviertan en el principal de sus defectos.
UN D?A M?S CON VIDA
Direcci¨®n: Ra¨²l de la Fuente, Damien Nenow.
G¨¦nero: documental de animaci¨®n. Polonia, Espa?a, 2018.
Duraci¨®n: 80 minutos.
?En qu¨¦ quedamos entonces? En que hay que valorar la valent¨ªa por encima de sus cojeras. Al menos en el caso del documental de animaci¨®n (la categor¨ªa ya rechina tanto como fascina) Un d¨ªa m¨¢s con vida, producci¨®n hispanopolaca dirigida por Ra¨²l de la Fuente y Damien Nenow, inspirada en la cr¨®nica period¨ªstica hom¨®nimo del m¨ªtico reportero Ryszard Kapuscinski, y ambientada en la Guerra de Angola.
Con la magn¨ªfica Vals con Bashir como referente, el trabajo de De la Fuente y Nenow amplifica la f¨®rmula narrativa de la pel¨ªcula israel¨ª de Ari Folman. Si esta contaba en formato animado flash, muy semejante a la antigua rotoscopia, la matanza de refugiados palestinos en Sabra y Chatila durante la Guerra del L¨ªbano, en 1982, con un leve apunte final con im¨¢genes reales de la masacre, aquilatando as¨ª su verdad, y volando libre tanto en el formato como en la narrativa, Un d¨ªa m¨¢s con vida da un paso m¨¢s. Varios pasos m¨¢s. Porque va mezclando a lo largo de todo el metraje los d¨ªas de Kapuscinski en el caos angole?o de 1975 y su guerra civil, relatados en formato animado, creando varias capas a trav¨¦s del CGI, y consiguiendo un efecto a medio camino entre la rotoscopia y la motion-capture, junto a entrevistas actuales con los protagonistas a¨²n vivos de aquellos acontecimientos, a im¨¢genes reales de la Angola actual, rodadas ad hoc, y a fotograf¨ªas de algunos de los personajes, completando de este modo un panorama formal ciertamente peculiar.
He ah¨ª su grandeza, y quiz¨¢ tambi¨¦n su sombra. Porque la fusi¨®n de elementos tan distintos no termina de cuajar en la est¨¦tica, m¨¢s parecida a un amasijo que a un todo org¨¢nico. Adem¨¢s, las declaraciones de los personajes en la actualidad completan, s¨ª, pero tambi¨¦n redundan, repiten informaci¨®n y desvelan innecesariamente actitudes, interioridades y subtextos que ya hab¨ªan quedado claros con las partes animadas, sin duda las mejores. Sobre todo, cuando se salen de la hagiograf¨ªa de Kapuscinski y explotan la l¨ªrica de un hombre atrapado entre su oficio y sus ideales, con dibujos animados de un bell¨ªsimo onirismo.
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