Spike Lee: ¡°Una bomba no hace cambiar de opini¨®n a un chico, lo hace la cultura¡±
El combativo director de cine estrena 'Infiltrado en el KKKlan', que recrea la historia de Ron Stallworth, polic¨ªa que se col¨® en el KKK a inicios de los setenta
Spike Lee (Atlanta, 1957) lo ha vuelto a hacer. Infiltrado en el KKKLan ha entrado en su filmograf¨ªa directa al rango de "una de las grandes". Y eso que el proyecto no naci¨® de ¨¦l, sino que lo hered¨® de Jordan Peele, el director de D¨¦jame salir, que devorado por otros proyectos decidi¨® producirla y poner al director de Haz lo que debas, Malcom X, Crooklyn, La ¨²ltima hora o Mo' Better Blues al frente de la historia. Lee lo rechaz¨®: una historia sobre un polic¨ªa negro infiltrado en el KKK sonaba a comedia, hasta que Peele le advirti¨® de que se basaba en hechos reales, en la vida de Ron Stallworth que fue, en los setenta, el primer afroamericano que ingres¨® en el departamento de polic¨ªa de Colorado Springs. Por si fuera poco, Stallworth, casi de broma, llam¨® a la delegaci¨®n en su ciudad del Ku Klux Klan, y v¨ªa telef¨®nica logr¨® ganarse la confianza de los miembros de esta organizaci¨®n, hasta lograr entrar en ella... con el apoyo de un compa?ero blanco -y jud¨ªo- que le supl¨ªa en las reuniones.
Con esos mimbres, los evidentes paralelismos con la actualidad y su pulso entre gamberro y propagand¨ªstico, Lee gan¨® el Gran Premio del Jurado en el festival de Cannes y ahora disfruta promocionando su tragicomedia -que se estrena hoy en Espa?a- por todo el mundo. La semana pasada estuvo en Madrid y el neoyorquino de adopci¨®n apareci¨® en todo su esplendor: guerrillero, sobrado, divertido, con una mirada afilada que lanza desde debajo de la visera de su eterna gorra.
Pregunta. Estuve en su desopilante y guerrillera rueda de prensa en Cannes. En aquella ocasi¨®n, para no mencionar su nombre, llamaba a Donald Trump hijo de puta. ?Le ha cambiado el apodo?
Respuesta. Para m¨ª ahora es el agente naranja. ?Sabes por qu¨¦? El agente naranja es el otro nombre del napalm. Destruye, asesina. El agente naranja es el diablo.
P. ?C¨®mo hizo tan suyo un encargo?
R. Bueno, trabajando mucho. Pero tengo un cierto estilo, cog¨ª el tema y le di mi sello. Hice lo mejor que pude. Le agradezco a mi hermano Jordan la propuesta.
"?C¨®mo no hay una indignaci¨®n mundial contra el muro que quiere levantar en la frontera con M¨¦xico?"
P. ?Escogi¨® a los actores? Es el primer gran papel de John David Washington, el hijo de Denzel; parece usted el guardi¨¢n de la familia Washington.
R. Es un gran actor. Y adem¨¢s ya es su segunda pel¨ªcula conmigo. Debut¨® como estudiante en Malcolm X. Era un criajo [r¨ªe].
P. ?Les dio a los actores material con el que documentarse?
R. S¨ª, por ejemplo, libros de Angela Davis [legendaria activista e intelectual que en sus inicios form¨® parte de los Panteras Negras; un personaje femenino del filme est¨¢ inspirado en ella]. S¨¦ que est¨¢ en Madrid, quiero ver si puedo cenar con ella.
P. Usted en mayo en Francia se mostraba algo pesimista, aunque militante, con respecto a EE UU. Sin embargo, ?no han ido a peor las cosas en su pa¨ªs?
R. Desde luego. Todo lo que hace con el Gobierno, el Tribunal Supremo y c¨®mo lapida los derechos humanos, separando madres de hijos en las fronteras.... Es horrible. Su uso de los inmigrantes como chivo expiatorio al estilo de los a?os 30 y 40 del pasado siglo.... ?C¨®mo no hay una indignaci¨®n mundial contra el muro que quiere levantar en la frontera con M¨¦xico?
P. ?Se siente desesperanzado?
"Los cimientos de Estados Unidos son el genocidio de los nativos y la esclavitud. Es m¨¢s, el trabajo duro lo hicieron los afroamericanos, esclavos que construyeron esta naci¨®n"
R. No, me da energ¨ªa. El pr¨®ximo 6 de noviembre llegan las elecciones legislativas. Y la gente va a decidir que es suficiente. Hay una movilizaci¨®n inmensa, y tenemos que apoyarnos unos en otros. La pol¨ªtica y la cultura han ido siempre de la mano, son casi inseparables. Esta vez, tambi¨¦n.
P. ?C¨®mo hemos llegado hasta aqu¨ª?
R. Probablemente por reacci¨®n a un presidente afroamericano. Nos dormimos en los laureles. Y se nos olvid¨® que hay que mantenerse en la lucha. Los cimientos de Estados Unidos son el genocidio de los nativos y la esclavitud. Es m¨¢s, el trabajo duro lo hicieron los afroamericanos, esclavos que construyeron esta naci¨®n. El terrorismo est¨¢ en la base de Europa y de EE UU y un buen ejemplo es Crist¨®bal Col¨®n, un terrorista que proced¨ªa de una potencia colonialista en aquellos momentos, Espa?a, como lo eran Inglaterra, Francia o B¨¦lgica.
P. Usted siempre ha luchado por hacer las historias que le importan. ?Esa es la clave del ¨¦xito en el cine?
R. Me gustar¨ªa puntualizar que hablo solo por m¨ª. He sido muy afortunado, llevo cuatro d¨¦cadas haciendo cine, cuento lo que me apetece, historias cercanas a la experiencia afroamericana. Y me quedan muchas por contar. Estoy aqu¨ª en Madrid y pienso en Carlos Saura, que sigue en activo a sus 86 a?os ?Yo quiero ser como ¨¦l! [estalla en carcajadas]. O seguir hasta el final, como Kurosawa. Qu¨¦ tr¨ªo, ?te imaginas? Kurosawa, Saura y Lee.
P. Le preocupa volverse con la edad blando? Infiltrado en el KKKLan no lo es, pero no s¨¦ si le ronda ese temor.
"Pienso en Carlos Saura, que sigue en activo a sus 86 a?os ?Yo quiero ser como ¨¦l!"
R. De verdad, lucho alejarme de t¨®picos o de sentencias... pero Infiltrados en el KKKLan deja claro que sigo igual.? Intento no usar la palabra nunca; sin embargo si comparamos mis trabajos de los ¨²ltimos a?os con los del inicio, todav¨ªa tengo ¨ªmpetu arrollador.
P. Cuando usted empez¨® hab¨ªa pocos directores negros. Hoy hay mejoras en la interracialidad del cine, aunque no parece que las suficientes...
R. Cuando dirig¨ª Nola Darling en 1986 es cierto que no hab¨ªa muchos. Tuve un enorme ¨¦xito. Efectivamente, como se ve en los Oscar, a¨²n nos queda mucho camino. A nosotros, a las directoras, a muchas otras minor¨ªas que no lo somos tanto.
P. ?C¨®mo podemos luchas contra el crecimiento de la extrema derecha en todo el mundo?
R. Es que pasa en todo el mundo. Brexit, Italia, Brasil, Le Pen... Tenemos que luchar por la verdad, porque no se altere la Historia, como intenta el agente naranja. Ellos est¨¢n en el lado equivocado de la Historia.
P. ?El cine puede cambiar a la gente, a la sociedad?
"Si comparamos mis trabajos de los ¨²ltimos a?os con los del inicio, todav¨ªa tengo ¨ªmpetu arrollador"
R. Puedes aportar distintos puntos de vista, atraer la atenci¨®n del p¨²blico. Tengo mucha confianza en la fuerza del arte: una canci¨®n, una pel¨ªcula, una obra, un libro, una pintura... Somos, soy, un contador de historias. No hay nada m¨¢s poderoso que la cultura. Estados Unidos ejerce su poder a trav¨¦s de la cultura. La gente cree que es por la amenaza nuclear. Nooo. Claro que las armas hacen lo que hacen, pero la raz¨®n por la que Am¨¦rica est¨¢ presente en todo el mundo, la raz¨®n por la que un chaval se pone la gorra as¨ª [voltea la suya y pone su visera hacia atr¨¢s] es Hollywood, las pel¨ªculas, el rock, el hip-hop, el jazz... Nike, Levi's, Apple... Una bomba no hace cambiar de opini¨®n a un chico, lo hace la cultura.
P. Mi ¨²ltima pregunta tiene que ver con contar el terrorismo y el dolor sin mostrar terroristas. Usted lo hizo en un momento de una de mis pel¨ªculas favoritas, La ¨²ltima hora, y...
R. Perd¨®n, pero gracias por mencionarla. Es tambi¨¦n uno de mis trabajos preferidos. Si me recuerdan por ella, fenomenal. No me preocupa dejar huella, pero s¨¦ que el cine sobrevive a todo.
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