¡®Narcos: M¨¦xico¡¯, el retorno de los psic¨®patas simp¨¢ticos

Con cierta periodicidad en M¨¦xico renace un debate que realmente nunca se ha ido. Puede que este resurja con una canci¨®n, una pel¨ªcula o ¡ªcomo es el caso¡ª una serie de televisi¨®n. ?C¨®mo debe retratar la ficci¨®n las vidas de los criminales del mundo real? ?Es hacerlo una apolog¨ªa del delito, un aval a sus abominables cr¨ªmenes? Narcos, la exitosa serie de Netflix, aterriza en el pa¨ªs norteamericano para avivar la discusi¨®n y, de paso, plantear estas preguntas justo en el a?o m¨¢s violento que se ha vivido desde que se tiene registro. El drama se centra en M¨¦xico en su cuarta temporada despu¨¦s de retratar el tr¨¢fico de coca¨ªna de los c¨¢rteles colombianos de Medell¨ªn y Cali. Narcos: M¨¦xico (se estrena mundialmente el 16 de noviembre) aborda la creaci¨®n del c¨¢rtel de Guadalajara, un imperio que comenz¨® a forjarse hace 40 a?os pero cuyos cimientos significan hasta hoy uno de los mayores retos para la seguridad nacional.

¡°Para m¨ª era interesante saber por qu¨¦ nadie traicion¨® a [Miguel ?ngel] F¨¦lix Gallardo como los narcos comenzaron a traicionarse despu¨¦s¡±, coment¨®?Diego Luna el martes en un hotel de Ciudad de M¨¦xico. ¡°Las historias de traici¨®n no lo involucran. Rafael Caro Quintero no habl¨® de ¨¦l en la c¨¢rcel. Me suena amistad, a lealtad¡±. El popular actor mexicano ha tenido varios meses para meditar la primera pregunta que sale de boca de los periodistas mexicanos: ?por qu¨¦ este personaje? ?por qu¨¦ ahora?

¡°Me impresion¨® la capacidad que tuvo para crear esa estructura que parec¨ªa inquebrantable¡±, respondi¨®.

Luna encarna a Miguel ?ngel F¨¦lix Gallardo, un joven que comenz¨® vendiendo telas, hilos y botones en los ranchos de Sinaloa y que lleg¨® a convertirse en el dandi del narcotr¨¢fico en los a?os 80 del siglo pasado. Con 20 a?os de edad ingres¨® a la Polic¨ªa Judicial de Sinaloa, su Estado natal. Trabaj¨® como guardaespaldas del gobernador Leopoldo S¨¢nchez Celis, un importante consejero en un emporio criminal que cobr¨® dimensi¨®n internacional cuando logr¨® subir al mismo barco a los capos de distintas plazas como Tijuana (Baja California), Ojinaga (Chihuahua), Zacatecas (Zacatecas) y Culiac¨¢n (Sinaloa).

F¨¦lix Gallardo no era un hombre t¨ªmido, pero s¨ª discreto. No utilizaba relojes ostentosos ni joyas de oro. No le importaba ser fotografiado en los varios eventos sociales en los que era anfitri¨®n en Culiac¨¢n y Guadalajara, donde en 1979 ubic¨® su residencia permanente tras ser desplazado por las operaciones militares que el Plan C¨®ndor hab¨ªa desatado en Sinaloa. All¨ª, en la capital de Jalisco, se hizo de una reputaci¨®n de un hombre refinado, bien vestido y de una gran fortuna que incluso le permiti¨® ser consejero del Banco Mexicano Somex en 1982. Hoy agota sus d¨ªas en prisi¨®n, donde ha perdido un ojo, la audici¨®n y parte de la dentadura.

La serie de Netflix enfrenta la fuerza de F¨¦lix Gallardo con una igual de fuerte, pero m¨¢s ingenua: la de Enrique Kiki Camarena, interpretado por Michael Pe?a. El agente de la DEA, un mexico-estadounidense nacido en Mexicali, abandon¨® la oficina en Fresno (California) para ser asignado a Guadalajara. Al llegar a M¨¦xico, el ambicioso agente se dio cuenta de lo d¨¦bil que era la oficina antinarc¨®ticos estadounidense en un entorno donde las autoridades eran c¨®mplices de la estructura criminal. A pesar de eso, descubri¨® y empuj¨® para que el Estado se incautara de El B¨²falo, un inmenso sembrad¨ªo de marihuana en el que el narco empleaba a 7.000 jornaleros, lo que desat¨® la ira de los capos y lo llev¨® a ser asesinado. ¡°A m¨ª me sorprendi¨® la inmensa corrupci¨®n, a lo alto que llegaba. Lo que lleva a preguntarme, ?c¨®mo puede la gente luchar contra eso cuando el Gobierno aqu¨ª era tan corrupto y la polic¨ªa trataba de ocultarlo?¡±, dijo Pe?a en una entrevista.

Ese es uno de los principales ejes de Narcos: M¨¦xico. A diferencia de las primeras temporadas, en las que Pablo Escobar declar¨® la guerra al Estado colombiano, en la ficci¨®n ?realidad? ambientada en M¨¦xico se subraya la cohabitaci¨®n entre los criminales y el Gobierno, a trav¨¦s del poder local y agencias como la Direcci¨®n Federal de Seguridad (DFS). ¡°Lo que m¨¢s me sorprendi¨® fue constatar la participaci¨®n del Estado mexicano en la gran construcci¨®n del negocio del narco, en una manera tan clara como la hace la serie¡±, se?ala Joaqu¨ªn Cos¨ªo, quien interpreta a Ernesto Don Neto Fonseca.

M¨¢s informaci¨®n

As¨ª ser¨¢ la cuarta temporada de 'Narcos'

La violencia en M¨¦xico supera la ficci¨®n

Jos¨¦ Mar¨ªa Yazpik, quien interpreta a Amado Carrillo, El se?or de los cielos, por segunda temporada consecutiva cree que un actor ¡°no puede juzgar a su personaje¡±. ¡°No me corresponde hacer una raya moral de lo que el personaje debe hacer o no¡±. Cos¨ªo, quien vuelve a interpretar a un narcotraficante despu¨¦s de Savages y El infierno, asegura que el deber de los actores es ¡°transgredir los l¨ªmites morales y ¨¦ticos¡±. ¡°No podemos tener una noci¨®n moral del personaje¡±.

En abril de 2001, cinco a?os antes de que M¨¦xico se perdiera en el laberinto de la violencia del narcotr¨¢fico con una guerra pobremente planeada por el Gobierno, Julio Scherer Garc¨ªa, el decano de la prensa moderna en M¨¦xico fue al penal de La Palma (hoy Altiplano) a visitar a Rafael Caro Quintero. El periodista acudi¨® a la c¨¢rcel imantado por el personaje, uno de los principales capos del c¨¢rtel de Guadalajara, qui¨¦n hab¨ªa librado un arresto tras sobornar a un polic¨ªa con 300.000 d¨®lares antes de ser detenido definitivamente en Costa Rica el 4 de abril de 1985. Caro Quintero, quien hoy est¨¢ libre por un error procesal, fue descrito por una psic¨®loga criminal de la prisi¨®n como una ¡°verga que camina, corre, sue?a se alimenta y vive¡±. Ni siquiera uno de los titanes de la prensa mexicana pudo librarse de los encantos de Quintero, a qui¨¦n no confront¨® en la charla que tuvieron dentro de La Palma. ?Por qu¨¦ habr¨ªan de hacerlo los actores?

¡°Es mito alimentaba muy bien al personaje que yo iba a hacer para la serie. Ese mito funciona para este cuento¡±, afirma Tenoch Huerta, quien interpreta a Caro. El actor prepar¨® su personaje con videos de YouTube para aprender a ver c¨®mo se mueve y relaciona un hombre que ¡°desarma a cualquiera¡± con su sonrisa y quien tuvo la osad¨ªa de raptar a Sara Cos¨ªo (Tessa ?a), sobrina de uno de los l¨ªderes del PRI en el Distrito Federal, en un episodio similar al de Patty Hearst. ¡°La ¨²nica responsabilidad es la ficci¨®n¡±, dice Huerta sobre el debate que pretende encender Narcos: M¨¦xico.

Minutos antes de Huerta, en la misma sala del hotel cinco estrellas de la capital mexicana, Eric Newman, el showrunner de Narcos, dejaba caer que alguien le hab¨ªa dicho que El Chapo Guzm¨¢n era aficionado de la serie. Instantes despu¨¦s, lanz¨® una pregunta al aire: ¡°?Qu¨¦ pensar¨¢ Caro Quintero del show?¡±