Pie en el pelda?o
El IVAM dedica una amplia retrospectiva a la artista ?ngeles Marco, nombre fundamental de la renovaci¨®n de la escultura en los ochenta
Hay nombres, como el de ?ngeles Marco (Valencia, 1947-2008), que funcionan como escaleras, entre lo real y lo ilusorio. Su exposici¨®n en el IVAM est¨¢ llena de ellas. Algunas tienen forma literal de escalera, aunque otras no aunque tambi¨¦n lo sean. Recurro a las instrucciones para subirlas de Cort¨¢zar con el fin de encaminarme con el pie correcto. Asciendo y desciendo a la vez, como quien avanza yendo hacia atr¨¢s. A eso invita esta muestra antol¨®gica, la mayor realizada hasta la fecha, reuniendo 120 obras de la artista entre esculturas, instalaciones, dibujos y un abundante material de archivo in¨¦dito entre obras que hab¨ªan pasado inadvertidas o que hab¨ªan quedado soterradas bajo el peso de sus obras m¨¢s conocidas.
Con ese rescate, el museo vuelve a situar en el mapa del arte contempor¨¢neo a una de las artistas fundamentales de la renovaci¨®n de la escultura a finales de los ochenta. A los pocos a?os, con el cambio de d¨¦cada, el lenguaje se desliza hacia zonas absolutamente h¨ªbridas: la pintura se expande m¨¢s all¨¢ de su soporte habitual y tontea con la fotograf¨ªa, la escultura ampl¨ªa su universo de materiales y la instalaci¨®n se consolida en el ¨¢mbito expositivo junto al v¨ªdeo y los nuevos medios. Ese arte de los noventa sufri¨® una especie de descomposici¨®n de lo art¨ªstico que mucho tuvo que ver con la coyuntura hist¨®rica del capitalismo triunfante y la velocidad con que la nueva realidad pol¨ªtica y cultural, tras aquellos lun¨¢ticos a?os ochenta especialmente en Madrid, abon¨® el terreno institucional del arte con la apertura de museos como el IVAM, un emblema en aquel despertar art¨ªstico.
Leer la obra de ?ngeles Marco en el IVAM, siendo ella valenciana, y mujer, es narrar un cap¨ªtulo explicado a?medias
Leer la historia de ?ngeles Marco en dicho museo valenciano, siendo ella valenciana tambi¨¦n y siendo mujer (porque recordemos que ellas siguen siendo minor¨ªa en los museos), es como narrar un cap¨ªtulo explicado a medias, como recomponer un contexto a veces silenciado. Algo as¨ª como darle a la historia del arte contempor¨¢neo un golpe de tal¨®n para fijarla en su sitio, como hac¨ªa Cort¨¢zar cada vez que sub¨ªa por su escalera. Hace unos meses, el golpe tambi¨¦n lo dio la exposici¨®n A contratiempo. Medio siglo de artistas valencianas (1929-1980), donde se incluy¨® obra suya, pero esta retrospectiva comisariada por Joan Ramon Escriv¨¤ va m¨¢s all¨¢. Es otra cosa. Una celebraci¨®n total.
Lo mejor es ver las muchas obras cedidas por la propia familia de la artista, que han salido de su estudio sin apenas ser vistas. Desde el taller a la memoria, como el ep¨ªgrafe que nos recibe desde su p¨¢gina web. El papel de Espai Visor tambi¨¦n tiene su peso aqu¨ª, por su relectura desde la galer¨ªa. En el museo, las obras oscilan por las ideas en las que siempre se apoy¨® la artista, las teor¨ªas del posminimalismo y el arte conceptual, con una fuerte carga escenogr¨¢fica absolutamente calculada.
Est¨¢ presente en su obra desde que en 1986 incorporara el concepto de instalaci¨®n en su escultura llena de objetos reconocibles del mundo dom¨¦stico (una mesa, un sobre, unas cajas) que invita a entrar en un espacio de confusi¨®n. Son las obras de la serie En tr¨¢nsito, como Contenedor de sal, una pieza realizada en madera y sal, met¨¢fora de los ciclos de la naturaleza, que en su d¨ªa compr¨® Soledad Lorenzo para su colecci¨®n, hoy en el Reina Sof¨ªa, y que se ha reconstruido expresamente para esta muestra. Tambi¨¦n hay Puertas que simulan ser enigm¨¢ticos accesos a espacios inh¨®spitos o pegajosas Aceras impracticables que desprenden un fuerte olor a alquitr¨¢n, un lugar donde hundirse. Salto al vac¨ªo es un vasto conjunto de caucho deslizante, puentes dislocados y palancas resbaladizas. En los noventa entr¨® en la performance que llev¨® a su instalaci¨®n sonora Entre en la duda (1993), su voz saliendo de una maleta colgada del techo recitando un texto escrito por ella sobre la idea de suplemento en el que las palabras se concatenan sin respiro, ni puntos ni comas, entre jadeos y risas, recordando los mejores pasajes de Beckett. Una de sus mejores obras y que en la exposici¨®n da cierre e inicio a la vez.
Colgado est¨¢ tambi¨¦n su P¨¦ndulo de oro, la ¨²ltima obra que hizo antes de morir, hace ahora 10 a?os. Pensaba en ¨¦l para una performance futura, donde estar colgada ella misma de un cable de cuatro metros para balancearse a la manera de un p¨¦ndulo. Lo dej¨® escrito: ¡°P¨¦ndulo del mundo la plomada. Con mi peso. Despu¨¦s quede la plomada en mi lugar¡±. Tambi¨¦n lo hizo Cort¨¢zar en C¨®mo subir una escalera al rev¨¦s: ¡°Vencido el primer sentimiento de incomodidad e incluso de v¨¦rtigo, se descubrir¨¢ a cada pelda?o un nuevo ¨¢mbito que al mismo tiempo lo corrige y lo ensancha¡±. V¨¦rtigo. De eso avisa ya el t¨ªtulo de la exposici¨®n.
V¨¦rtigo. ?ngeles Marco. IVAM. Valencia. Hasta el 6 de enero de 2019.
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