El plan de L¨®pez Obrador para Los Pinos se olvida de la cultura: puertas abiertas y entrada gratuita

Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha asumido como una decisi¨®n personal el plan de transformaci¨®n de Los Pinos, una de las medidas m¨¢s medi¨¢ticas y pol¨¦micas anunciadas durante la campa?a. El l¨ªder de Morena dej¨® claro que si sal¨ªa vencedor no se trasladar¨ªa a la que lleva siendo la residencia oficial de los ¨²ltimos 14 presidentes mexicanos. Si ganaba, prometi¨® convertir el inmenso recinto, equivalente a m¨¢s de 80 campos de f¨²tbol y clavado en el pulm¨®n verde de la capital, en ¡°un espacio abierto para las artes y la cultura¡±. Tras una convocatoria abierta a propuestas de la ciudadan¨ªa y meses de trabajo por parte de diferentes equipos cercanos al Ejecutivo, L¨®pez Obrador ha optado por imponer su propia visi¨®n del proyecto. Durante las ¨²ltimas semanas tumb¨® dos informes, uno del equipo de la Secretar¨ªa de cultura y otro de un empresario privado, con propuestas de remodelaci¨®n a fondo.

El plan del presidente, al menos para los seis primeros meses, se olvida de la cultura, se limita abrir todas las puertas pero mantiene al Ej¨¦rcito dentro. Fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que para el mismo 1 de diciembre, fecha de la toma de posesi¨®n del nuevo Gobierno, est¨¢ previsto que se abran todos los accesos del per¨ªmetro y dejar que la ciudadan¨ªa entre de modo gratuito a cualquier rinc¨®n de la residencia presidencial. El Estado Mayor, el cuerpo t¨¦cnico militar compuesto por unos 2.000 miembros alojado dentro del recinto ¨Cviviendas, oficinas, instalaciones deportivas¨C y encargados hist¨®ricamente de la protecci¨®n de los presidentes y sus familias, cumplir¨¢ las funciones de gu¨ªa improvisado.

Los militares del Estado Mayor funcionar¨¢n como gu¨ªas improvisados

Los equipos de trabajo que llevan meses masticando sus propios proyectos asumen que las negociaciones continuar¨¢n y toman la medida presidencial como una soluci¨®n provisional. Otra salida a medio gas para uno de los anuncios estrella de la campa?a. Otro amague en una lista de propuestas sin concretar: una comisi¨®n de la verdad descafeinada o la repentina cancelaci¨®n de los foros con v¨ªctimas.

De hecho, durante la ¨²ltima semana se produjo un giro en el plan de L¨®pez Obrador. Su voluntad inicial, seg¨²n las mismas fuentes, era desalojar al Estado Mayor de las instalaciones para integrarlo en la Secretar¨ªa de Defensa. Como ha venido anunciado durante los ¨²ltimos meses, el presidente pasar¨¢ a vivir en el Palacio Nacional ¨Cla sede y centro de reuniones del Ejecutivo mexicano¨C y su protecci¨®n estar¨¢ a cargo de un grupo de 20 civiles desarmados, otra medida rodeada de interrogantes.

Apremiado por el tiempo y espoleado por las dudas que planteaban las labores de seguridad del gigantesco espacio y el resguardo del inventario de propiedades acumulando en el recinto durante m¨¢s de 80 a?os¨C que incluye obras de pesos pesados como Rufino Tamayo o Jos¨¦ Luis Cuevas, as¨ª como bienes protegidos por el Instituto Nacional de Bellas Artes¨C el mandatario decidi¨® recular sobre la marcha. A menos tres semanas para la inauguraci¨®n de la nueva versi¨®n de Los Pinos, el Estado Mayor, uno de los s¨ªmbolos de los gobiernos m¨¢s duros del PRI que el l¨ªder de Morena pretend¨ªa borrar del imaginario de su Ejecutivo, se queda. Aunque sin estar muy claro todav¨ªa su nuevo estatus dentro de la secretar¨ªa de Defensa.?

Dos proyectos enfrentados

El mantenimiento del cuerpo militar ya estaba incluido dentro de la propuesta del equipo de Cultura, que planteaba una reconfiguraci¨®n legal de sus funciones mediante un decreto: de la protecci¨®n de la residencia presidencial a la protecci¨®n de centro cultural. De esa manera, se asegurar¨ªan la partida presupuestaria de 26 millones de pesos (1,3 millones de d¨®lares) anuales en concepto de manutenci¨®n del Ej¨¦rcito, con la que pretend¨ªan echar a andar su proyecto en el corto plazo.

Con ese delgado colch¨®n econ¨®mico, la asesor¨ªa de un galerista de la ciudad y del director de orquesta integrado en la Secretar¨ªa, Eduardo Garc¨ªa Barrios, pero sin estudios t¨¦cnicos precisos sobre el impacto y el alcance de la intervenci¨®n, las acciones m¨¢s inmediatas de Cultura se centraban en acondicionar una de las cinco casas del recinto para celebrar conciertos de las orquestas de j¨®venes m¨²sicos dentro del Sistema Nacional de Fomento Musical de Conaculta. Durante el primer a?o, los objetivos se ampliar¨ªan hasta recuperar el resto de inmuebles: convertir en un museo la llamada casa de L¨¢zaro C¨¢rdenas ¨Cuno de los referentes hist¨®ricos de L¨®pez Obrador y el primer gobernante que decidi¨® trasladarse a Los Pinos¨C; organizar un laboratorio de ideas con artistas, acad¨¦micos y activistas; levantar una sala de cine o conectar las instalaciones con el bosque de Chapultepec mediante sistemas de transporte p¨²blico.

La segunda propuesta, de un gestor cultural cercano a L¨®pez Obrador desde su etapa como jefe capitalino, contemplaba arrancar durante los primeros meses con una ruta dirigida por gu¨ªas tur¨ªsticos profesionales desde la casa de C¨¢rdenas a la de Miguel Alem¨¢n, una mansi¨®n estilo versallesco de tres niveles y m¨¢s de 5.000 metros cuadrados donde han vivido todos los presidentes pri¨ªstas. Otro de los proyectos que sobrevuelan la mesa del presidente incluye la construcci¨®n de un aparcamiento subterr¨¢neo que conectar¨ªa Los Pinos con el Auditorio Nacional, separados por algo m¨¢s de dos kil¨®metros. De momento, y seg¨²n fuentes cercanas a ambos equipos, todas estas ideas preliminares, sin planes t¨¦cnicos ni financieros algunos, han sido paralizadas por la decisi¨®n del presidente

Desde la arrolladora victoria de Morena en julio se hab¨ªan sucedido las especulaciones sobre qui¨¦n liderar¨ªa el proyecto, cu¨¢l ser¨ªa el destino final y, sobre todo, en el entorno de recorte presupuestario como el adelantado por el nuevo Gobierno, cu¨¢nto costar¨ªa la intervenci¨®n de un espacio de dimensiones fara¨®nicas. ¡°La residencia oficial de Los Pinos se convertir¨¢ en uno de los complejos culturales m¨¢s grandes del mundo¡±, rezaba un v¨ªdeo de la campa?a electoral.

Por ahora, las ansias de L¨®pez Obrador por emular a L¨¢zaro C¨¢rdenas tendr¨¢n que esperar. El padre de la nacionalizaci¨®n petrolera, la reforma agraria y las grandes confederaciones sindicales rechaz¨® en un gesto de austeridad republicana la opci¨®n de vivir en el Castillo de Chapultepec. La suntuosa construcci¨®n virreinal, recuperada como residencia oficial desde los tiempos del emperador Maximiliano, qued¨® desde 1934 convertida en un museo, un recuerdo del pasado. Al l¨ªder de Morena a¨²n le quedan varios clavos sueltos en la tumba simb¨®lica de Los Pinos.