La plaza de Albacete, Bien de Inter¨¦s Patrimonial de Castilla-La Mancha

La plaza de toros de Albacete, conocida popularmente como ¡®La Chata¡¯, ha sido declarada Bien de Inter¨¦s Patrimonial de la Comunidad de Castilla-La Mancha, seg¨²n una resoluci¨®n de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, Cultura y Deportes del gobierno manchego.

Se reconoce, de este modo, la importancia de uno de los cosos taurinos m¨¢s sobresalientes de segunda categor¨ªa, donde se celebra en el mes de septiembre la denominada feria taurina de la Virgen de los Llanos, compuesta por una decena de festejos en los que destaca la presencia del toro y la exigencia de su afici¨®n.

La plaza albacete?a, considerada por el escritor Jos¨¦ Mar¨ªa de Coss¨ªo como ¡°una de las excelentes de Espa?a por su capacidad y seguridad¡±, cuenta con un aforo que supera las diez mil localidades y cumpli¨® su primer centenario el pasado a?o.

Fue inaugurada el 9 de septiembre de 1917 con un cartel integrado por Gaona, Joselito el Gallo y Saleri II, que lidiaron una corrida de Fernando Villal¨®n.

Joselito fue el asesor taurino del arquitecto local Julio Carrilero Prat, quien redact¨® el proyecto de construcci¨®n, y que, a?os despu¨¦s, tambi¨¦n tendr¨ªa un protagonismo especial en el dise?o de Las Ventas de Madrid.

¡®La Chata¡¯, de inspiraci¨®n neomud¨¦jar, es la quinta plaza de de toros de Albacete, donde la primera corrida de toros data del a?o 1564, y el primer coso fue construido en madera a finales del siglo XVIII. En 1828 se inaugur¨® la cuarta, que estuvo en activo hasta el 13 de septiembre de 1916, cuando la fortaleza de un toro evidenci¨® el mal estado del edificio.

Una suscripci¨®n popular y el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad fueron los pasos iniciales del coso actual, cuyas obras, con un capital inicial de 500.000 pesetas, solo duraron ocho meses. En los a?os siguientes se reformaron los tendidos, la cubierta de las gradas y se ampli¨® el aforo.

El edificio que ahora ha recibido la alta distinci¨®n de Bien de Inter¨¦s Patrimonial es de propiedad municipal y el referente fundamental de una tierra de toreros y de muchos y buenos aficionados. Seg¨²n el historiador taurino Fernando de Claramunt, en el a?o 1956 se contabilizaba en Albacete un torero por cada 280 habitantes: 246 aspirantes a la gloria en la capital, a los que hab¨ªa que a?adir 40 m¨¢s en la provincia.