La mujer que da el visto bueno a los ¡®modiglianis¡¯

Un cuadro falso cambi¨® para siempre la trayectoria profesional de la restauradora de arte Greta Garc¨ªa (Valencia, 1972). Una conocida la llev¨® a Bilbao a estudiar un lienzo que se exhib¨ªa en casa de unos familiares. Ante sus ojos aparecieron las formas alargadas, los ojos almendrados y los tonos amarillentos que singularizan la obra de Amedeo Modigliani (Livorno, 1884-Par¨ªs, 1920). Pero el an¨¢lisis de la experta demostr¨® que nada de lo que se ve¨ªa hab¨ªa surgido del pincel del artista italiano. A partir de ah¨ª, comenz¨® a desarrollar un m¨¦todo de detecci¨®n de modiglianis basado en las evidencias cient¨ªficas. 15 a?os despu¨¦s, confiesa estar ¡°un poco harta¡± de que los coleccionistas le lleven cuadros ¡°para verificar si son aut¨¦nticos o no¡±. Su visto bueno puede significar millones de euros.

Entr¨® en el universo del genio de Livorno ¡°por casualidad¡±. Y se qued¨® por inter¨¦s profesional en la autentificaci¨®n de obras de arte, una materia de la que ¡°no hay estudios concretos ni en Bellas Artes ni en Historia del Arte¡±. Modigliani result¨® ser ¡°un ejemplo perfecto¡± para asomarse al precipicio del mercado de lienzos y esculturas con firma. ¡°Es un artista con un enorme drama personal, un trabajo no reconocido en vida, pocas obras, mucha falsificaci¨®n y mucho ¨¦xito en el mercado¡±. Garc¨ªa decidi¨® centrarse en ¨¦l y comenz¨® a elaborar una base de datos cient¨ªfica sobre su cat¨¢logo. Revis¨® la bibliograf¨ªa sobre el autor y comenz¨® a estudiar los materiales y trazos desde el punto de vista art¨ªstico y el f¨ªsicoqu¨ªmico. Aplic¨® radiaciones ultravioleta e infrarrojas, radiograf¨ªas o t¨¦cnicas de separaci¨®n cromatogr¨¢fica. Finalmente, cre¨® una plantilla que cruzaba toda la informaci¨®n obtenida. Su investigaci¨®n, que cambiaba el ojo de buen cubero de los expertos cl¨¢sicos por una mirada casi forense, se convirti¨® en una tesis doctoral.

Hace seis meses, Garc¨ªa recibi¨® una llamada de la Fondazione Amedeo Modigliani Ricerca Scientifica, entidad con sedes en Roma y N¨¢poles dedicada a ¡°divulgar la vida y obra¡± de un autor que ¡°en Italia ni siquiera entra en los planes de estudios de los institutos¡±. ¡°Me contaron que hab¨ªan visto mi tesis y que la hab¨ªan traducido al italiano¡±, recuerda la restauradora del Instituto Valenciano de Conservaci¨®n y Recuperaci¨®n de Bienes Materiales (Ivacor). Su trabajo les convenci¨® de que Garc¨ªa deb¨ªa formar parte de su plantel de expertos. Al final, la valenciana ha acabado presidiendo el comit¨¦ cient¨ªfico de la fundaci¨®n.

Los inicios no fueron f¨¢ciles. ¡°Cuando empec¨¦ a pedir obras para el an¨¢lisis t¨¦cnico¡±, relata la restauradora, ¡°me encontr¨¦ con muchas trabas¡±. ¡°Los propietarios tienen miedo a que se estudien los cuadros, especialmente los que aparecieron despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial¡±, contin¨²a.

Desde fuera, Modigliani es el autor maldito que muri¨® de meningitis tuberculosa?a los 35 a?os en el Montparnasse de los Picasso, Juan Gris o Jean Cocteau. Es el pintor de los cuellos largos. Uno de los degenerados, seg¨²n los nazis. Y un fen¨®meno de ventas por el que se ha pagado 123 millones de euros por un desnudo. Pero, desde dentro, ¡°Modigliani es un caos¡±, sostiene Garc¨ªa. ¡°Probablemente, el artista m¨¢s falsificado¡±. ¡°Aparentemente, su t¨¦cnica de ejecuci¨®n es sencilla¡± y la copia de su firma ¡°comenz¨® pr¨¢cticamente a su muerte y sigue hasta ahora¡±.

Garc¨ªa se?ala que ¡°no existen clasificaciones¡± oficiales sobre los creadores m¨¢s copiados de la historia. Pero no le cabe duda de que el creador italiano encabezar¨ªa el escalaf¨®n junto a otros como Picasso o los impresionistas. ¡°El mismo Elmyr de Hory¡±, uno de los falsificadores m¨¢s conocidos, protagonista de la pel¨ªcula Fraude, de Orson Welles, ¡°confes¨® que hab¨ªa vendido much¨ªsimos modiglianis¡±. Expertos como Kenneth Wayne o la misma casa Sotheby¡¯s, ¡°tambi¨¦n lo repiten constantemente¡±. ¡°En la base de datos de venta de arte m¨¢s importante, Artprice, aparecen por ejemplo 238 grabados vendidos de Modigliani, que jam¨¢s hizo una sola plancha¡±, dice la restauradora de arte.