Franco Bordino: ¡°Hoy solo leen poes¨ªa los poetas¡±
El poeta argentino novel de 29 a?os, ganador del XVIII Premio Casa de Am¨¦rica de Poes¨ªa, confiesa que hab¨ªa olvidado que participaba en el certamen
¡°Muy sorprendido¡±, confiesa sin ambages. Franco Bordino (Buenos Aires, 1989) no recordaba incluso que hab¨ªa enviado un poemario al XVIII Premio Casa de Am¨¦rica de Poes¨ªa. Desde hace un par de a?os ven¨ªa siendo una costumbre fatal: de forma mec¨¢nica mandaba libros a concursos que sistem¨¢ticamente perd¨ªa. ¡°Cuando recib¨ª el mail de que hab¨ªa ganado me hab¨ªa olvidado. As¨ª que fue una sorpresa y, luego, claro, una gran alegr¨ªa. Sobre todo por las palabras que el jurado dedic¨® a mi libro¡±.
Las palabras del jurado, compuesto por personalidades como la poeta venezolana Yolanda Pantin, describen Los primeros indicios como ¡°un libro meditativo, cuyas fuentes l¨ªricas nos hacen recordar poetas como Jorge Luis Borges¡±. Y habla de ¡°un exquisito uso de los recursos ling¨¹¨ªsticos y estil¨ªsticos¡±. Si bien hab¨ªa publicado alg¨²n poema suelto en revistas argentinas, este es el primer libro que edita. Un primer paso por todo lo alto, pues este premio suele recaer no en escritores noveles sino en poetas con una larga trayectoria a sus espaldas.
¡ª?Qui¨¦n es Griselda Corbera?
¡ªEs mi abuela.
En Los primeros indicios hay dos poemas de tono eleg¨ªaco dedicados a Corbera, fallecida hace tres a?os. ¡°Fue algo importante para m¨ª, que tuve siempre a flor de piel. La poes¨ªa sirvi¨® para llevar ese duelo¡±, cuenta Bordino en Madrid. Lo cierto es que una melancol¨ªa general envuelve el conjunto premiado. Quiz¨¢ mucha melancol¨ªa de lo perdido para alguien que solo tiene 29 a?os. ¡°S¨ª hay un tono intimista, o sentimental que predomina en el poema¡±, reconoce. ¡°Pero por una cuesti¨®n de principios: creo que la poes¨ªa es la palabra puesta al servicio de comunicar sentimientos. Para contar hechos est¨¢ la narrativa, y para expresar ideas est¨¢ el ensayo. Soy un poco tradicional en ese sentido, creo en los g¨¦neros literarios¡±, se excusa entre risas. ¡°Respeto la esencia de cada uno de ellos¡±.
Presencias pasadas y melancol¨ªa de lo perdido visten el poemario, pero hay una tercera pata que vertebra el conjunto: la filosof¨ªa. ¡°Es una fatalidad que tenga que haber fil¨®sofos en el libro¡±, lamenta con una sonrisa este joven profesor de esta disciplina, que titula un poema S¨®crates o dedica versos a su maestro en secundaria que le imparti¨® la materia.
¡°Hay ideas filos¨®ficas que son lindas¡±, recalca. ¡°Que incluso expresan sentimientos. Hay fil¨®sofos que son m¨¢s pat¨¦ticos (en el sentido de sentimentales) que intelectuales. As¨ª que afortunadamente estudi¨¦ filosof¨ªa. Si hubiera estudiado medicina, estar¨ªa m¨¢s complicada la cosa¡±. Fue Walter D¡®Aloia, al que dedica A mi antiguo profesor, el que le pas¨® sus primeros libros de poemas: Oliverio Girondo, Vicente Huidobro. ¡°Fueron los primeros poetas que me impresionaron, y son poetas que ciertamente tienen un trasfondo filos¨®fico¡ casi metaf¨ªsico. La filosof¨ªa y la literatura siempre fueron para m¨ª una misma cosa. Un mismo motivo. Una misma manera de pensar y de sentir¡±.
¡°Espero que alg¨²n d¨ªa se me pase el borgeanismo extremo que tengo¡±
Unos versos del poema Arte po¨¦tica dicen: (...) un poema / es una emoci¨®n desatada / entre duras y fr¨ªas estructuras / que presiente el poeta, / y que el lector, / con prudente ignorancia, / ni busca ni comprende, / porque no las necesita. ?Existe hoy un lector de poes¨ªa? ¡°El lector actual no coincide con el que describe ese poema, porque describe un lector que simplemente busca el goce est¨¦tico, el placer de la lectura¡±, opina Bordino. ¡°Pero hoy por hoy los lectores de poes¨ªa son todos poetas, y la poes¨ªa es una cosa sectaria. Hay m¨¢s escritores que lectores de poes¨ªa¡±, lamenta.
Otra constante del poemario (y que lo empareja con Borges) es la importancia de la vida tranquila y ordenada, de la que dan cuenta varios poemas. En Elogio del h¨¢bito escribe: Dejo a otros los viajes, el af¨¢n de aventuras. / Yo prefiero los tenues placeres que da la constancia. Hay un elogio muy v¨ªvido a la quietud (valga el ox¨ªmoron), a las rutinas, a los rituales pausados. ?Teme Bordino que este premio, y lo que venga detr¨¢s, pueda sacarle de ellos? ¡°No, no. La verdad es que el premio es muy honroso, y es un cambio radical, pero no creo que vaya a transformar mi vida. No creo que la fama de un poeta sea demasiado abrumadora. Al contrario, hoy es apenas perceptible, y no s¨¦ cu¨¢nto m¨¢s va a durar despu¨¦s de estos d¨ªas. Esa felicidad tranquila no se va a ver interrumpida¡±.
Vida (literaria) por delante
Bordino confiesa que estaba dispuesto a continuar escribiendo pasara lo que pasara. ¡°Me da placer independientemente de que el libro vaya a ser le¨ªdo o no. Estaba dispuesto a escribir hasta el fin de mis d¨ªas aunque no recibiera ning¨²n premio, y cre¨ªa que as¨ª iba a ser. Esto fue una sorpresa, pero es un regalo, un extra. Va m¨¢s all¨¢ de la literatura. Es una satisfacci¨®n personal, pero las literarias las tengo escribiendo, o leyendo una buena p¨¢gina, o un buen poema¡±. No en vano, en Una noche escribe: Que me guarden el sino o la Deidad / de ambiciones aladas o grandiosas. / S¨®lo pido un inn¨²mero rosario / de noches de trabajo literario.
Y volvemos a Borges, una influencia ineludible que destaca el jurado y que se destila de los poemas con rima m¨¢s f¨¦rrea. ¡°Es lo m¨¢s notorio del libro, su influencia. Es un autor al que admiro much¨ªsimo, al que por momentos identifico con la literatura y con lo literario¡±, cuenta. ¡°He pasado por esta etapa de enamoramiento ya. En alg¨²n momento toda la literatura fue La tierra bald¨ªa de Eliot, o el Canto general de Neruda. Supongo que ya se me curar¨¢ este borgeanismo extremo que tengo hoy en d¨ªa. Las maneras y los estilos son bastante borgeanos¡±, considera. ¡°Pero si al jurado le gust¨® el poemario no fue por estar influido por Borges, sino a pesar de ello¡±.
¡°Hay muchas influencias, claro, pero la mayor parte llegan a trav¨¦s de Borges. No puedo acusar otras influencias, aunque me gustar¨ªa poder hacerlo¡±. Tiene toda su carrera por delante para ello: un inn¨²mero rosario de noches de trabajo literario.
Babelia
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