El corrosivo infierno de la aristocracia de ¡®Patrick Melrose¡¯
La serie basada en las novelas de St. Aubyn no es s¨®lo la mejor adaptaci¨®n televisiva del momento sino tambi¨¦n la prueba m¨¢s palpable de que el dinero construye c¨¢rceles pobladas de monstruos
Patrick Melrose, un Benedict Cumberbatch en perpetuo estado de gracia ¨Caqu¨ª, politoxic¨®mana¨C, tiene miedo de que la vida sin el sarcasmo, el autodesprecio y el feroz esnobismo impuesto por su alt¨ªsima posici¨®n social, no valga la pena. Ha crecido en una c¨¢rcel dorada poblada de monstruos decididos a acabar ¨Cy hacerlo cuanto antes¨C con la inocencia de cualquiera que a¨²n la conserve y no cree que haya vida m¨¢s all¨¢. Ni siquiera puede imaginar qu¨¦ le espera m¨¢s all¨¢. Porque, veamos, ?lo hay, siquiera?
Edward St. Aubyn, el autor de las cinco brillantes y tormentosas novelas en las que se basan los cinco, tambi¨¦n brillantes y tormentosos, cap¨ªtulos de Patrick Melrose (Sky), admiti¨® en su momento que no tuvo nada de cat¨¢rtico escribir sobre su padre. Que fue, en realidad, retraumatizante hacerlo, y no s¨®lo por lo horrible de todo lo que le hizo ¨Clo viol¨® repetidamente de ni?o y jam¨¢s lo trat¨® como algo que no pudiese ser usado¨C sino por poner ante s¨ª ¨Csu vida, su familia, la aristocracia inglesa¨C un espejo.
Lo que devolv¨ªa ese espejo, lo que claramente puede verse en la adaptaci¨®n de David Nicholls, la mejor adaptaci¨®n televisivo literaria del momento ¨Cmerece la categor¨ªa de cl¨¢sico mal¨¦volo y poderoso¨C, es la clase de infierno que produce el dinero o, mejor, la posici¨®n social, la condena del rancio y noble abolengo capaz de crear la v¨ªctima perfecta: aquella que ni siquiera puede permitirse pensar que lo es porque ?no deber¨ªa considerarse afortunado?
En la clase de mundo en el que ha crecido Patrick hay tipos que querr¨ªan poder clavar los reba?os a la tierra para que el paisaje de la campi?a que observan desde su mansi¨®n no tuviese movimiento. No hay l¨ªmites para la barbarie en esa clase de mundo, el de, como los llama el mejor amigo de Patrick, ¡°los ¨²ltimos marxistas¡±, esto es, aquellos que creen que la clase lo es y lo permite todo.
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