¡°Acabar una guerra es lo m¨¢s dif¨ªcil, prenderle fuego es lo m¨¢s f¨¢cil¡±
La autora del libro 'Santos: paradojas de la paz y del poder' analiza los desaf¨ªos que enfrenta Colombia tras medio siglo de conflicto armado
Todav¨ªa no hab¨ªa cumplido cuatro a?os cuando en 1964 un movimiento colombiano de autodefensa campesina liderado por un joven llamado Pedro Antonio Mar¨ªn, m¨¢s tarde Tirofijo, form¨® el embri¨®n de las FARC. A los 16 comenz¨® a escribir en el diario El Espectador y, desde entonces, Mar¨ªa Jimena Duz¨¢n (Bogot¨¢, 1960), hoy columnista de la revista Semana, es un s¨ªmbolo de la resistencia del periodismo frente a la violencia. De su capacidad para ver los matices, denunciar atropellos y fiscalizar al poder en medio de un conflicto armado. La historia reciente de Colombia, golpeada por una guerra que dej¨® 220.000 muertos y seis millones de desplazados, ha acompa?ado su trabajo y su experiencia vital. Perdi¨® a su hermana, asesinada por paramilitares, fue v¨ªctima de amenazas, pero nunca renunci¨® a la pasi¨®n por contar lo que mueve a su pa¨ªs.
Los acuerdos de paz alcanzados en 2016 por el expresidente Juan Manuel Santos con la guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica son la materia prima de su ¨²ltimo libro. En Santos. Paradojas de la paz y del poder (Debate, 2018), que acaba de editarse en Espa?a, Duz¨¢n traza un mapa que ayuda a desentra?ar lo que sucedi¨®, las idiosincrasias de la sociedad, los retos del nuevo Gobierno y la figura del premio Nobel de la Paz. Este pas¨® el testigo en agosto a Iv¨¢n Duque, que gan¨® las elecciones impulsado por el exmandatario ?lvaro Uribe y un discurso cr¨ªtico con los acuerdos. Se fue en un momento de m¨¢ximo desgaste a pesar de haber logrado la desmovilizaci¨®n de m¨¢s de 13.000 guerrilleros. ?Qu¨¦ ocurri¨®?
Si bien el periodismo est¨¢ en una situaci¨®n mejor que hace 30 a?os, tiene unos desaf¨ªos muy complejos
"Yo creo que la historia va a juzgar con cierta generosidad a Santos, pero va a ser de manera muy paulatina", razona la periodista en el sal¨®n de su casa, en el norte de Bogot¨¢. "Siempre le he comparado con la figura de Gorbachov, fundamental para entender la Guerra Fr¨ªa, por qu¨¦ se desactiv¨® y despu¨¦s se cay¨® el Muro de Berl¨ªn. Sin embargo, cuando uno va a mirar la opini¨®n que tienen los rusos de Gorbachov es una opini¨®n muy contradictoria, con unos alt¨ªsimos ¨ªndices de impopularidad. De alguna manera esa paradoja atrapa a Santos aqu¨ª. Hay gente que lo detesta porque supuestamente le entreg¨® el pa¨ªs a las FARC, al terrorismo, al castrochavismo. Esa fue una mentira que se volvi¨® verdad y que cal¨®", considera.
Ese fue el relato, "un algoritmo" alentado por la derecha, que se convirti¨® en "una verdad p¨²blica". "Aunque sea mentira, eso afecta profundamente a la imagen de Santos y explica por qu¨¦, por ejemplo, perdimos el plebiscito", contin¨²a sobre la consulta convocada para avalar el resultado de las negociaciones. El expresidente, en su opini¨®n, cometi¨® varios errores y uno de ellos fue precisamente ese refer¨¦ndum que le oblig¨® a cambiar algunos t¨¦rminos de lo pactado. "Y lo cometi¨® precisamente porque no sab¨ªa c¨®mo combatir a su n¨¦mesis, que siempre ha sido ?lvaro Uribe", reflexiona. No obstante, cree que "su legado va a ser important¨ªsimo sobre todo si el acuerdo termina siendo considerado por la sociedad como de ella, si la sociedad lo acoge".
Aqu¨ª no solamente se hizo un acuerdo para desmovilizar una guerrilla sino para hacer una cantidad de reformas
Para lograrlo es crucial, seg¨²n Duz¨¢n, dar ahora otra batalla que conduzca a una verdadera transici¨®n de Colombia. A diferencia de lo que pas¨® en otros procesos de paz, "aqu¨ª no solamente se hizo un acuerdo para desmovilizar una guerrilla sino para hacer una cantidad de reformas, que hab¨ªan sido aplazadas por la guerra o por los intereses de unos ¨¦lites pol¨ªticas y econ¨®micas". De la urgencia de una reforma agraria a la reducci¨®n de la desigualdad o la articulaci¨®n de unas zonas rurales donde el Estado nunca ha estado presente. "A eso me refiero cuando digo que una vez firmado el acuerdo y se produce la desmovilizaci¨®n de las FARC nos toca ahora construir la paz. ?C¨®mo se construye? Implementando los acuerdos. ?Qu¨¦ problema hay? El presidente gan¨® con la bandera de que esos acuerdos le entregaban el pa¨ªs al castrochavismo. ?l dijo varias veces y yo le he llegado a creer que no quiere hacer trizas los acuerdos, sino modificarlos. El problema es que esas modificaciones pueden volver perfectamente trizas los acuerdos", asegura.
El riesgo, quiz¨¢ el principal, es el inter¨¦s de dividir al actual partido de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Com¨²n, que ya se sienta en el Parlamento, y sus bases. "Decir que ellos van a hacer todo lo posible para reincorporar a la base, pero a los cabecillas no¡ Resulta que el acuerdo dice todo lo contrario, que los jefes pueden estar en el Congreso y que tienen que ir a elecciones. ?Qu¨¦ hacemos? Esos se?ores ya est¨¢n en el Congreso. Yo le dir¨ªa al presidente Iv¨¢n Duque que no cometa ese error, dividir a la FARC, porque ah¨ª se puede f¨¢cilmente cocinar una nueva guerra. Acabar una guerra es lo m¨¢s dif¨ªcil, prenderle fuego es lo m¨¢s f¨¢cil".
Pese a que los ¨ªndices de violencia est¨¦n volviendo a subir, todav¨ªa estamos muy lejos de tener las dimensiones de hace 20, 30 a?os
Con todo, es evidente que Colombia ha cambiado en los ¨²ltimos dos a?os. Lo refleja tambi¨¦n la sociedad. Los principales pulsos pol¨ªticos al nuevo Gobierno no tienen que ver con el conflicto, sino con las demandas de la comunidad educativa, que reclama m¨¢s presupuesto, o con la subida del IVA. La transici¨®n hacia la normalidad ya ha comenzado. "Yo s¨ª creo que a pesar de que en Colombia gan¨® las elecciones el Centro Democr¨¢tico [el partido de Duque], la situaci¨®n pol¨ªtica y social es muy distinta a la de hace seis u ocho a?os. Primero, porque el acuerdo no fue exitoso para las FARC electoralmente, la FARC entr¨® a la pol¨ªtica pero perdi¨® las elecciones, lo que derrota el argumento de Uribe". Adem¨¢s, prosigue Duz¨¢n, "hay una nueva capa de liderazgos, figuras como Claudia L¨®pez, que no oculta su condici¨®n sexual, hasta Gustavo Petro, que es exguerrillero". Colombia, en definitiva, "transita hacia la normalidad por un lado y por otro tiene un Gobierno que quiere devolvernos al pasado". "Duque sabe eso, pero tampoco nos ha demostrado ad¨®nde nos va a llevar", critica.
- Usted ha trabajado durante d¨¦cadas acorralada por el conflicto, que termin¨®. ?Es optimista?
- Yo sigo siendo optimista, porque esta nueva ciudadan¨ªa es imparable. Pese a que los ¨ªndices de violencia est¨¦n volviendo a subir, todav¨ªa estamos muy lejos de tener las dimensiones de hace 20, 30 a?os. El acuerdo acaba con la lucha armada. Soy optimista porque creo que este acuerdo abri¨® el sistema. ?Va a ser dif¨ªcil? Yo creo que s¨ª. Pero los cambios que se tienen que hacer hoy son totalmente imparables y creo que tenemos los liderazgos adecuados para hacer esos cambios.
- ?Cu¨¢les son sus temores?
- Le tengo miedo a lo que dec¨ªa Hannah Arendt, a terminar gobernados por los algoritmos.
Es viernes por la tarde y la periodista pide disculpas. Tiene que hacer la maleta y subirse a un avi¨®n para viajar a uno de esos territorios rurales a¨²n alejados del Estado. Una de esas Colombias en las ant¨ªpodas de Bogot¨¢, donde siempre hay una historia que contar. Ya en el coche, camino del aeropuerto de El Dorado, se reanuda la conversaci¨®n.
- ?Es m¨¢s f¨¢cil ser periodista hoy?
- Si bien el periodismo est¨¢ en una situaci¨®n mejor que hace 30 a?os, tiene unos desaf¨ªos muy complejos. El primero, es el alt¨ªsimo grado de polarizaci¨®n. A m¨ª no me choca la polarizaci¨®n, me parece que es parte de la gran ventaja que tienen las democracias de discutir y tener ideas distintas. Pero cuando la polarizaci¨®n va de la mano de la agresividad y la estigmatizaci¨®n es muy peligrosa. Y eso es lo que est¨¢ pasando, no solamente en Colombia. Aqu¨ª sobre todo ocurre con los periodistas que hemos sido cr¨ªticos del uribismo. Las campa?as son soterradas, a trav¨¦s de las redes.
Duz¨¢n ha sufrido ataques dur¨ªsimos, a menudo revestidos de machismo, y a pesar de las amenazas cree que el periodismo hoy debe luchar contra la autocensura. "Nosotros fuimos una generaci¨®n que arriesg¨® mucho, se enfrent¨® al narcotr¨¢fico, a los paramilitares y a las FARC. Hoy estoy viendo que se ha adoptado una posici¨®n m¨¢s c¨®moda y los que se atreven a salir de esas fronteras son considerados como locos". Y cruzar esas lindes debe seguir siendo el objetivo de este trabajo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Proceso paz Colombia
- Colombia
- Conflicto Colombia
- Periodismo
- Proceso paz
- Gobierno Colombia
- FARC
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Gobierno
- Grupos terroristas
- Guerrillas
- Am¨¦rica
- Terrorismo
- Guerra
- Administraci¨®n Estado
- Conflictos armados
- Medios comunicaci¨®n
- Conflictos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Comunicaci¨®n
- Redacci¨®n Colombia
- Edici¨®n Am¨¦rica