El Centro Pompidou abre sus puertas a Isaki Lacuesta
El museo parisiense dedica una retrospectiva al doble ganador de la Concha de Oro en San Sebasti¨¢n que coincide con el estreno en Espa?a de 'Entre dos aguas'
Isaki Lacuesta est¨¢ como ni?o con zapatos nuevos. Y no por el estreno en Espa?a el pr¨®ximo viernes de Entre dos aguas, con la que se convirti¨® en el cineasta m¨¢s joven, a sus 43 a?os, en obtener dos Conchas de Oro del festival de San Sebasti¨¢n (solo lo han logrado otros cinco). Sino porque la entrevista tiene lugar a pocas horas de que el cineasta vuele a Par¨ªs para rematar los preparativos de algo que califica como "un regalo". El Centro Pompidou inaugura hoy una retrospectiva de su obra (abierta hasta el 6 de enero) con la proyecci¨®n de todas sus pel¨ªculas, la publicaci¨®n de un libro sobre su obra, otra pel¨ªcula que ha realizado como autorretrato y una instalaci¨®n -Les images ¨¦chos- creada expresamente para el museo. Y todo ello coincide con la exposici¨®n Naomi Kawase / Isaki Lacuesta. Cin¨¦astes en correspondance, que recopila las cartas audiovisuales cruzadas entre la japonesa y el gerundense.
"Con Entre dos aguas tengo la sensaci¨®n de que acabo una etapa", reflexiona Lacuesta, "algo, que por otro lado siempre he sentido con cada trabajo", remata con una sonrisa. "Yo voy avanzado, aprendiendo cosas. Pero es cierto que creo que abandono una adolescencia f¨ªlmica, que me est¨¢n saliendo pelos, y que el Pompidou es una se?al clara". Lacuesta gan¨® su primera Concha con Los pasos dobles (2011), se estren¨® en el largo con Cravan vs. Cravan (2002), esta Entre dos aguas es la continuaci¨®n de La leyenda del tiempo (2006)... "Me gustan estos juegos de los dobles, de los ecos. Hay una parte de m¨ª a la que le gustan las pel¨ªculas compuestas de muchos materiales, de collages, nacidas del juego", reflexiona. "En mis pel¨ªculas siempre ha habido un momento en el que me voy de madre, o que se parte en dos, como en La leyenda del tiempo. Ahora comprendo que se ve demasiado al cineasta probando cosas, que eso entorpece el entendimiento del espectador. Cada vez apostar¨¦ por formas m¨¢s transparentes".
Retratista social casi por sorpresa
Lacuesta ha ido retratando la sociedad en su cine. De manera m¨¢s clara, en el d¨ªptico La leyenda del tiempo / Entre dos aguas, rodado en el barrio de La Caser¨ªa de San Fernando (C¨¢diz). "Con el tiempo me he dado cuenta de que lo hago continuamente. En La propia piel mostr¨¦ la Catalu?a rural cerrada. En Entre dos aguas hay cierta desesperanza, porque todas sus potencialidades se han cercenado. Ahora los dos hermanos protagonistas proyectan sus anhelos en sus hijas. Se nota su edad, mi edad, que somos padres".
De su misma duplicidad, la de las dos Conchas de Oro, Lacuesta entiende que va m¨¢s all¨¢ de la frivolidad: "Ya no me tratan como un intruso, siento que han cambiado cosas. Sin embargo, no cambia mi posici¨®n en la industria, y el rechazo de algunas televisiones ante mis filmes". No quiere ahondar m¨¢s, aunque se muestra algo molesto por esas reprobaciones.
En cambio, en el Pompidou, alfombra roja. ¡°Una de las instalaciones enfrenta a una de mis pel¨ªculas con otra. Y s¨ª, vuelve la dicotom¨ªa¡±. Lacuesta saca el iPad y empieza a abrir v¨ªdeos que ilustran lo que cuenta. ¡°Aqu¨ª est¨¢n las im¨¢genes eco, que son siete pantallas, tres a derecha e izquierda y una al fondo. La idea es que el cine sirve para estar en dos lugares a la vez¡±. Para ello ha usado material filmado previamente, como viandantes por Johannesburgo (Sud¨¢frica). ¡°Podr¨ªan parecer im¨¢genes del Harlem de los a?os cincuenta¡±. De fondo se oye una voz en off que dice: ¡°Si no supiera d¨®nde estamos, me costar¨ªa adivinarlo. Cuando veo las im¨¢genes, siento que ellos est¨¢n viviendo lo que no pudieron disfrutar sus padres y sus abuelos¡±. Hay siete viajes para mostrar c¨®mo ha cambiado el mundo. ¡°Al final es la sempiterna pregunta: ?d¨®nde estoy?¡±.
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