Lo que no sab¨ªa de la toma del Ode¨®n
El autor reconstruye la toma del teatro Ode¨®n por los estudiantes del Mayo del 68 en Par¨ªs
Durante mi adolescencia escuch¨¦ unas cuantas veces hablar de la toma del Ode¨®n, que siempre sol¨ªa acompa?arse del adjetivo ¡°legendaria¡±. En aquella ¨¦poca ni sab¨ªa qu¨¦ era el Ode¨®n ni Mayo del 68, acontecimiento del que la pasada primavera se cumplieron 50 a?os. El hermano mayor de uno de mis amigos hab¨ªa participado, dijo, en la famosa toma del Ode¨®n, y nos hizo saber que fue una victoria de los estudiantes parisinos (internacionales, dijo) contra el Gobierno del general De Gaulle, encarnado en un teatro que parec¨ªa ser el emblema de la cultura burguesa.
Fue tambi¨¦n la primera vez que escuch¨¦ el nombre de Cohn-Bendit, que luego anduvo por Barcelona, cuando las jornadas libertarias. Tard¨¦ algo m¨¢s en conocer el nombre de Jean-Louis Barrault, el director del Ode¨®n, al que descubr¨ª como uno de los protagonistas de Les enfants du paradis, la maravillosa pel¨ªcula de Carn¨¦. Har¨¢ unas semanas encontr¨¦ las memorias de Barrault, Mi vida en el teatro, en una librer¨ªa de lance, en uno de cuyos cap¨ªtulos cuenta sus recuerdos de aquellos d¨ªas. Anoto estas bellas palabras: ¡°El rayo cay¨® sobre Par¨ªs, pero fue un fen¨®meno universal. La tormenta ven¨ªa de lejos y sigue rondando alrededor de la tierra¡±.
La toma del Ode¨®n tuvo lugar el 15 de mayo. Barrault y su esposa, la actriz Madeleine Renaud, lo dirig¨ªan desde 1959. Los estudiantes ocuparon el edificio, que estaba en el barrio Latino, zona de enfrentamientos entre manifestantes y polic¨ªa, para convertirlo en una ¡°asamblea permanente¡±. Barrault recibi¨® ¨®rdenes contradictorias. El ministro de Cultura, Andr¨¦ Malraux, dijo: ¡°??branles las puertas!¡±. Cuando los estudiantes estuvieron dentro del ministerio dijeron: ¡°?Corten la electricidad!¡±. Barrault se neg¨®. ¡°?Son conscientes de que puede haber heridos, incluso muertos?¡±. M¨¢s tarde, Malraux no quiso recibirle. Barrault hab¨ªa declarado a la prensa: ¡°Servidor s¨ª; criado no¡±.
A finales de mayo escribe, ¡°ya no sab¨ªamos quienes eran los estudiantes, quienes eran agitadores de extrema izquierda, de extrema derecha o de la polic¨ªa¡±. El balance de la ocupaci¨®n era desolador. ¡°Destrozaron los telones, saquearon el almac¨¦n de accesorios, destruyeron nuestros almacenes de trajes. Hab¨ªan roto los tragaluces y se entregaron al vandalismo¡±.
Recordar¨¦ esta imagen: ¡°Camin¨¢bamos sobre un pur¨¦ de vestidos de 40 cent¨ªmetros de espesor¡±. No solo los trajes del Th¨¦?tre de France, el nombre con el que Barrault hab¨ªa rebautizado al Ode¨®n, ¡°sino tambi¨¦n los de nuestra compa?¨ªa: el material de un repertorio de 19 obras. ?Veinte a?os de trabajo aniquilados por nada!¡±. El 15 de junio, el Ode¨®n fue evacuado. Y Malraux ech¨® a Barrault ¡°por sus declaraciones¡±. Creo que se habl¨® poco de esta historia. Convendr¨ªa reeditar Mi vida en el teatro en una nueva traducci¨®n. En mi juventud, Cohn-Bendit era leyenda. Hoy me quedo con Barrault. Y con Madeleine Renaud.
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