Las mujeres del videojuego colonizan Bilbao

Un juego de trenes que da un giro de lo inocente al eco inaudible del horror Auschwitz. La Atenas de S¨®crates y de las guerras del Peloponeso. La ¨²nica arque¨®loga que puede hacerle sombra a Indiana Jones. Y la imagen en s¨ª de la mujer dentro del videojuego, no como objeto de deseo o inter¨¦s rom¨¢ntico del protagonista, si no como creadora de pleno derecho.?

La mujer y el videojuego monopolizan la atenci¨®n del Fun & Serious este 2018, el festival del videojuego que cumple ya ocho a?os como cita ineludible de cierre de curso en nuestro pa¨ªs. En esta ocasi¨®n, como ocurri¨® tambi¨¦n en el Gamelab, los rostros tras los p¨ªxeles m¨¢s preeminentes son los de mujeres.

Brenda Romero, una de las dise?adoras m¨¢s arriesgadas e innovadoras del medio; Rihanna Pratchett, madre de la Lara Croft del siglo XXI, desligada al fin de sus curvas, libre de reclamar su condici¨®n de hero¨ªna esencial m¨¢s all¨¢ de su atractivo; Melissa MacCoubrey, guionista del ¨²ltimo y laureado Assassin's creed oddyssey; Marie Claire Isaaman, directora ejecutiva de la asociaci¨®n m¨¢s importante de desarrolladoras de videojuegos, Women In Games; y Jade Raymond, la figura m¨¢s medi¨¢tica de entre las mujeres desarrolladoras (con el permiso de Ammy Hennig) que ha dejado su huella indeleble en la historia del videojuego como fundadora de Ubisoft Toronto y vicepresidenta en Electronic Arts. Una panoplia ciertamente impresionante de talento para volver a demostrar el enorme impacto creativo que la mujer tiene sobre la primera industria cultural del mundo, a pesar de que el n¨²mero de mujeres desarrolladoras est¨¦ a¨²n muy lejos del de los hombres (Statista afirma que se ha mantenido en torno al 22% el ¨²ltimo lustro).?

La mujer en el videojuego, como jugadora, como creadora, como hero¨ªna, es siempre por desgracia un tema candente. Este 2018 tambi¨¦n. Al anunciarse el nuevo Battlefield, una de las sagas m¨¢s lucrativas de los shooters b¨¦licos, una facci¨®n reaccionaria de usuarios incendiaron Twitter porque el juego se atreviera a encabezar su promoci¨®n con mujeres guerreras en la Segunda Guerra Mundial. Con el hashtag #NotMyBattlefield intentaron coaccionar y atemorizar a los desarrolladores por un posible gatillazo en las ventas; que finalmente parece haberse producido. Pero Electronic Arts y DICE (publisher y productora) se mantuvieron firmes. El mensaje fue rotundo: "Aceptarlo o no lo compr¨¦is". Y un nuevo hashtag para luchar contra la misoginia: #everyonesbattlefield.

En el E3, la cita m¨¢s medi¨¢tica del a?o que concentra el foco del planeta sobre los videojuegos, Sony se atrevi¨® a abrir su conferencia con el beso entre dos mujeres de su exclusivo m¨¢s esperado, The last of us. Part Two. Evidentemente, tambi¨¦n hubo pol¨¦mica. Y 2018 ha sido un a?o en el que la mujer ha estado muy presente porque se cumple un lustro de la mayor verg¨¹enza medi¨¢tica que ha sufrido el videojuego y que colea en los ejemplos antes mentados.

El hashtag #Gamergate ¡ªque comenz¨® con el acoso a la desarrolladora Z?e Quinn y pronto se infect¨® a otras figuras como Jennifer Helper, Brianna Wu o a la youtuber Anita Sarkeesian (portada de The New York Times por tener que suspender una charla por amenazas de muerte¡ª y sus consecuencias han sido analizados en m¨²ltiples art¨ªculos y estudios acad¨¦micos. Por ejemplo, Misoginia mainstream de David Neiborg y Maxwell Foxman; Gamergate. Un caso de estudio en el acoso online de Sara A. Aghazadeh, Alison Burns, Jun Chu y Hazel Feigenblatt; Lecciones de Gamergate de Renee Barnes, y el imprescindible relato en primera persona C¨®mo Gamergate casi destruy¨® mi vida y c¨®mo podemos ganar la batalla contra el odio online de Zoe Quinn.?

Que Fun & Serious elija a la mujer como gran tema del videojuego este 2018 refuerza dos pilares que se han repetido con constancia durante este a?o. Uno: la necesidad de conocer a esos rostros tras los p¨ªxeles y la constataci¨®n de que muchos de esos rostros son mujeres. Dos: la necesidad de habilitar un espacio cultural de debate, lejos de la fanfarria y el espect¨¢culo de cart¨®n piedra de un E3, para que esos rostros hablen. Sorprendentemente, Espa?a est¨¢ situ¨¢ndose a la cabeza de esta meta, con un ministro que equipara el videojuego a la literatura y tres citas, Gamelab, Celsius 232 y Fun & Serious, que presentan al videojuego como objeto eminentemente cultural. A estas grandes mujeres del videojuego se las podr¨¢ escuchar ma?ana s¨¢bado en la larga sesi¨®n de conferencias que ocupar¨¢ toda la jornada.