Reabre la casa que Lorca espiaba antes de crear su drama de Bernarda Alba
La restauraci¨®n de la morada de Frasquita Alba, donde el poeta situ¨® su obra, se inaugura como un nuevo lugar de inter¨¦s tur¨ªstico
Bernarda Alba y su negra historia fueron durante a?os un poderoso recuerdo agazapado en la memoria de Garc¨ªa Lorca a la espera de saltar a la literatura. Una historia espiada por el poeta en su juventud y convertida muchos a?os despu¨¦s en uno de los grandes dramas de la literatura espa?ola. Y todo por un capricho de la actriz Margarita Xirg¨² cuando, tras el estreno de Do?a Rosita la soltera, el poeta le pregunt¨®: ¡°Y ahora, ?qu¨¦ papel quieres que te haga?¡±. Y ella contest¨®: ¡°Un papel de mala¡±. Bernarda Alba, hasta entonces Frasquita Alba en el recuerdo lorquiano, comenz¨® a tomar vida en aquel momento.
La casa de Bernarda Alba es la historia de Frasquita Alba, sus hijas, sus criadas y Jos¨¦ Benavides ¡ªPepe, El Romano, en el drama literario¡ª, casado con una de esas hijas y vuelto a casar con otra a?os despu¨¦s. Todo ocurri¨® en el pueblo granadino de Asquerosa, ahora Valderrubio, a principios del siglo XX. All¨ª se traslad¨® Lorca siendo un ni?o de 8 a?os y all¨ª vivi¨® entre 1906 y 1907. Posteriormente, volver¨ªa algunos veranos de su infancia y juventud. Y as¨ª, pared con pared a la casa de su t¨ªa Matilde, seg¨²n cont¨® el escritor a un amigo, ¡°viv¨ªa do?a Bernarda, una viuda de muchos a?os que ejerc¨ªa una inexorable y tir¨¢nica vigilancia sobre sus hijas solteras. Prisioneras privadas de todo albedr¨ªo, jam¨¢s habl¨¦ con ellas, pera las ve¨ªa pasar como sombras, siempre silenciosas y siempre vestidas de negro¡±. Aquella casa, la de Frasquita en la realidad, la de Bernarda en la literatura, ha sido restaurada y desde esta semana se suma a los lugares lorquianos de la provincia de Granada. La historia de Bernarda, de sus ocho a?os de luto y el recorrido teatral de ese drama quedan ahora a la vista del p¨²blico que la visite.
La historia de Bernarda Alba nace de la necesidad del joven Lorca de fisgonear en las conversaciones de sus vecinos para entender por qu¨¦ viven en un ¡°infierno mudo y fr¨ªo en ese sol africano, sepultura de gente viva bajo la f¨¦rula inflexible de cancerbero oscuro¡±, cont¨® Lorca a Carlos Morla Lynch. Y elemento fundamental en ese fisgoneo, en esa necesidad de comprender, es el pozo medianero que compart¨ªan los Alba y la t¨ªa Matilde. Un pozo, entonces sin agua, seg¨²n el poeta, al que bajaba ¨¦l de joven porque desde all¨ª o¨ªa las conversaciones del otro lado. ¡°Para espiar a esa familia extra?a cuyas actitudes enigm¨¢ticas me intrigaban¡±, explic¨® Lorca. Ese pozo, hoy ya con agua, forma parte del nuevo centro lorquiano de Valderrubio, inaugurado por la presidenta de la Junta de Andaluc¨ªa y con la sobrina nieta del poeta, presente y ¡°llena de emoci¨®n¡± en un acto que redondea la llegada del legado lorquiano a Granada.
Paco Reina, escritor de Valderrubio y especialista en Lorca, explica por qu¨¦ el joven dramaturgo era visitante frecuente de la casa de la t¨ªa Matilde. Aquel pueblo no era entonces un lugar en el que la oferta cultural saciara las necesidades de Lorca. Pero en casa de su t¨ªa Matilde estaba, afortunadamente, su prima Isabel que, en lo que pod¨ªa, saciaba esos deseos de Federico ense?¨¢ndole m¨²sica y a tocar la guitarra. Y, probablemente en esas sesiones, Federico se asomaba a ese pozo compartido a escuchar las conversaciones de los Alba. Y a buen seguro que lo que escuchaba era impresionante, porque lo record¨® hasta dos d¨¦cadas despu¨¦s cuando escribi¨® la obra, en 1935. Hac¨ªa ya, adem¨¢s, m¨¢s de una d¨¦cada de la muerte de Frasquita Bernarda Alba. Recuerdos impresionante y vividos, porque la obra fue escrita en pocos meses. El encargo de Xirg¨² fue en diciembre de 1935 y el poeta muri¨® en agosto del a?o siguiente, dejando el texto escrito, al menos, unas semanas antes.
El escritor nunca lleg¨® a ver representada la obra, que la propia Xirg¨² estren¨® en 1945 en Buenos Aires con gran ¨¦xito, pero con un efecto colateral imprevisto. La buena relaci¨®n entre las familias se cort¨® tan pronto como tuvieron conocimiento del estreno y del contenido de la obra. La nieta de Frasquita e hija de Jos¨¦ Benavides demand¨® sin ¨¦xito a los herederos del poeta y pidi¨® su retirada de librer¨ªas y teatros. La obra tard¨® a?os en estrenarse en Espa?a.
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