Carrete, el Fred Astaire de M¨¢laga
El genial bailaor gitano sue?a con ir a Broadway, casi lo ¨²nico que le falta, mientras protagoniza un documental
Carrete habla con los pies y baila con las palabras. Taconea firmemente sobre la madera con seguridad de la misma manera que las an¨¦cdotas y los recuerdos le surgen a borbotones. Su memoria abarca la larga extensi¨®n de quien ha habitado en distintas ¨¦pocas. Parece haber vivido varias vidas. Y en todas ellas hay un com¨²n denominador: el flamenco como modo de vida y el baile como pasi¨®n. Pero al bailaor le falta una m¨¢s por vivir, la que alg¨²n d¨ªa le llevar¨¢ hasta Broadway para homenajear a Fred Astaire en su tierra. "Por ahora es solo un sue?o, ojal¨¢ se haga realidad", asegura el malague?o.
A Jos¨¦ Losada Santiago se le conoce desde siempre como Carrete de M¨¢laga. Un artista ¨²nico que no sabe ni cu¨¢ndo naci¨®. S¨ª d¨®nde. En una era cercana a Venta de Zafarraya, localidad lim¨ªtrofe entre Granada y M¨¢laga, aunque su certificado de bautismo refleje que fue en Antequera (M¨¢laga). Su nombre le viene de familia. A su madre, cantaora, la conoc¨ªan como La Carreta. El baile lo puso ¨¦l, que a los cinco a?os comenz¨® a mover los pies sobre el trigo segado y bajo el influjo flamenco, su modo de vida a partir de entonces.
Desde su humilde piso de Torremolinos, Carrete dedica los d¨ªas a aprender y ense?ar. En una vieja libreta practica caligraf¨ªa y con ayuda de unos libros su lectura mejora. Varias veces en semana cruza la calle para ir al centro cultural Pablo Ruiz Picasso, donde da clases de baile desde hace 17 a?os. Tambi¨¦n ejerce de profesor en un bajo de su urbanizaci¨®n, donde es capaz de transformar en lecciones su arte, que siempre brot¨® de la improvisaci¨®n.
Su peque?o estudio es tambi¨¦n un museo del flamenco. Hay guitarras, discos, libros, fotos, carteles de recitales. Tambi¨¦n hay una vieja televisi¨®n sobre un antiguo aparato de v¨ªdeo. En ¨¦l, Carrete reproduce una y otra vez, en una ya gastada cinta VHS, una secuencia de dos minutos del baile de Fred Astaire y Eleanor Powell de la pel¨ªcula?La nueva melod¨ªa de Broadway (1940). Se sienta frente a la pantalla y sus pies cobran vida. Es su inspiraci¨®n desde que, siendo ni?o, disfrut¨® de aquella pel¨ªcula en el cine Rialto de M¨¢laga, donde se refugiaba del fr¨ªo. Entonces cre¨ªa que los protagonistas bailaban por buler¨ªas. Hoy a Carrete se le conoce como el Fred Astaire gitano, sobrenombre que lleg¨® con el espect¨¢culo Yo no s¨¦ la edad que tengo, estrenado en 2007. ¡°Es un orgullo que te llamen as¨ª, pero tambi¨¦n una responsabilidad que pesa¡±, asegura el bailaor.
Aquella obra repasaba una biograf¨ªa que es muchas al mismo tiempo. De ni?o bail¨® para pedir limosna mientras su familia viajaba por media Espa?a. Limpi¨® botas en el Puerto de M¨¢laga, donde se hizo mayor de la mano de La Repompa, La Ca?eta, La Quica, El Tembleque o El Ni?o de Almer¨ªa. Hizo la mili en Ceuta. Pas¨® por el tablao El Refugio hasta que lo contrataron en el Villa Rosa, en la madrile?a plaza de Santa Ana. Luego llegaron actuaciones en medio mundo y en lugares tan insospechados como el Palacio Real noruego. Tambi¨¦n unos a?os viviendo en Santa M¨®nica, cerca de Los ?ngeles. En Estados Unidos se cas¨® por el rito morm¨®n. ¡°Soy millonario en experiencias¡±, dice. No le falta raz¨®n.
En los a?os sesenta se asent¨® en la que por aquel entonces era la capital de la Costa del Sol. ¡°De Madrid al cielo¡ y de Torremolinos al infierno¡±, subraya con ojos de pillo. Actu¨® durante d¨¦cadas junto a Chiquito de la Calzada. Fueron a?os de mucho trabajo, s¨ª, pero tambi¨¦n se divirti¨® rodeado de escritores, poetas, artistas y actores de Hollywood como Sean Connery o Frank Sinatra, con el que coincidi¨® en el hotel Pez Espada. ¡°Ese s¨ª que era un g¨¢nster¡±, destaca. Camar¨®n, Paco de Luc¨ªa, Farruco, Carmen Amaya, Sabicas, Marisol o Antonio Gades son algunos otros nombres que aparecen en su relato de alguien a quien el flamenco ha salvado varias veces la vida. Hoy son los j¨®venes quienes se fijan en ¨¦l, desde Israel Galv¨¢n a Roc¨ªo Molina, con quien comparte m¨¢s de lo que ¨¦l mismo se cree.
Los ¨¦xitos y fracasos de Carrete han dado para un libro, Al comp¨¢s de la vida, escrito por Paco Roji y Francis M¨¢rmol en 2009. Un relato alucinante de an¨¦cdotas, paisajes, tabernas, claroscuros y nombres propios. Aquel trabajo impuls¨® los numerosos reconocimientos que hoy sigue recibiendo, el ¨²ltimo hace unas semanas en el festival Moments. El que m¨¢s le llen¨® ocurri¨® en el pasado mayo en un Teatro Cervantes a rebosar, del que sali¨® a hombros. ¡°Fue un homenaje de los compa?eros, eso no se olvida¡±, destaca. Hace unas semanas le hicieron Hijo Adoptivo de Torremolinos y Carrete crey¨® err¨®neamente que conllevar¨ªa alguna compensaci¨®n econ¨®mica. ¡°Que te reconozcan est¨¢ muy bien. Pero los cuadros, los diplomas, no se pueden comer¡±, dice entre risas. El hambre nunca se olvida. Tampoco su baile.
¡°Dice sentirse olvidado, pero Carrete tiene a¨²n cap¨ªtulos por escribir¡±, cuenta Jorge Pe?a, director malague?o afincado en Barcelona que prepara el documental Quijote en Nueva York, con el bailaor como protagonista. En el teaser de presentaci¨®n de la pel¨ªcula, Estrella Morente justifica el t¨ªtulo. ¡°Mi padre siempre se qued¨® con las ganas de hacer un Quijote flamenco con el t¨ªo Carrete¡±, asegura la cantora. Quiz¨¢ sea el proyecto que permita a Jos¨¦ Losada Santiago cumplir su sue?o: ver en Broadway un luminoso que diga en grandes letras "Carrete, el Fred Astaire gitano".
Babelia
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