El ni?o ingl¨¦s o los cirujanos del capit¨¢n Grant
Un gran equipo encabezado por Iv¨¢n Mac¨ªas y F¨¦lix Amador actualiza la tradici¨®n espa?ola del teatro musical de viajes de aventuras a partir del ¡®best-seller¡¯ de Noah Gordon ¡®El m¨¦dico¡¯

Cuando en Espa?a hablamos de teatro musical, ?tenemos m¨¢s corta la memoria o la autoestima? El m¨¦dico, adaptaci¨®n esencialista y fluida de la c¨¦lebre novela de Noah Gordon, actualiza una f¨¦rtil tradici¨®n hispana de zarzuelas de viajes de aventuras que dio t¨ªtulos tan celebrados como Los sobrinos del capit¨¢n Grant (parodia del best seller cuasi hom¨®nimo de Julio Verne), Robinson Crusoe o El ni?o jud¨ªo.
La producci¨®n que ofrece el Teatro Nuevo Apolo est¨¢ m¨¢s cerca de las que pueden permitirse los centros dram¨¢ticos nacionales europeos que de las que suelen presentar los teatros de la Gran V¨ªa. Confluyen en ella una partitura que se adapta a la f¨¢bula como un guante; int¨¦rpretes de nivel y un concepto pl¨¢stico n¨ªtido, bien formalizado.
En el primer acto se advierte ya el empaque de la m¨²sica, el buen desempe?o coreogr¨¢fico y vocal de un coro del cual emergen personajes epis¨®dicos y el cuidado puesto en todo cuanto salta a la vista. La carreta de la que tiran el barbero y su pupilo es una mezcla entre el carro de Madre Coraje y la tienduca de la persona buena de Sezu¨¢n; el ¨¢rbol que baja cual guillotina evoca las soluciones expresionistas del teatro alem¨¢n, y el suelo giratorio da amplitud a un escenario escaso para un elenco de 33 actores cantantes.
Alfons Flores sugiere los desiertos de Oriente Pr¨®ximo a trav¨¦s de una escenograf¨ªa singular, con el suelo en plano inclinado y ciclorama en ¨¢ngulos, inspirada en dise?os de Adolphe Appia. La escena de la tormenta de arena cegadora es un lienzo de G¨¦ricault reinterpretado por Turner. En su curso, los rostros de los espectadores son azotados por un viento huracanado, que no lleva tierra gracias a Dios. La m¨²sica tiene aire orientalizante en La caravana y en la versi¨®n de la canci¨®n jas¨ªdica Ai-di-di-di-dai, que el compositor Iv¨¢n Mac¨ªas introduce con una melod¨ªa klezmer.
En la funci¨®n hay momentos muy atractivos, alguno emocionante, y un movimiento continuo orquestado por el core¨®grafo Francesc Ab¨®s que no deja lugar a ca¨ªdas de atenci¨®n. En la sesi¨®n de noche del s¨¢bado pasado, El m¨¦dico espabil¨® a los somnolientos, revitaliz¨® a los deca¨ªdos, call¨® a los acatarrados, cautiv¨® a los indolentes y puso en pie al p¨²blico todo, que salud¨® con entusiasmo tambi¨¦n la aparici¨®n sobre el escenario del extenso equipo t¨¦cnico que mueve la compleja maquinaria y de la orquesta de 20 m¨²sicos dirigida con mucho m¨¢s que swing por Marcos Mart¨ªn.
Encarnado por Adri¨¢n Salzedo, el protagonista tiene garbo y musicalidad. Teresa Ferrer es una gran voz: vestida por Lorenzo Caprile, su estampa en la romanza cruel de la esposa violada nada tiene que envidiar a la de Ellen Terry pintada por John Singer Sargent en la obra escocesa de Shakespeare. En el papel del charlat¨¢n, Jose¨¢n Moreno hace un despliegue de histrionismo tan bien temperado como necesario, dado que su partenaire Noelia Rinc¨®n es ni?a expresiva y con gran voz.
El m¨¦dico.?Iv¨¢n Mac¨ªas (m¨²sica) / F¨¦liz Amador (libreto). Direcci¨®n: Jos¨¦ Luis Sixto y Francesc Ab¨®s. Teatro Nuevo Apolo. Madrid. Sin fecha de salida.
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