Una virgen contra la especulaci¨®n

Que el cabello rubio de Alba Rohrwacher forme una perfecta rima con los campos de trigo de la regi¨®n de Lacio ¡ªpor obra y gracia de la fotograf¨ªa de intensificados colores de un Vladan Radovic postul¨¢ndose como sucesor de Vittorio Storaro¡ª no es lo m¨¢s prodigioso que uno puede encontrar en el interior de La gracia de Luc¨ªa, sexto largometraje de ficci¨®n del italiano Gianni Zanasi. La ca¨ªda de un meteorito parece abrir, tanto en el paisaje que centra la trama como en la vida de la protagonista, una puerta para lo improbable. Y, en ese negociado, quiz¨¢ no haya nada m¨¢s improbable para un mirada atea (la de Luc¨ªa) o para un territorio codiciado por la corrupci¨®n inmobiliaria (el lugar donde se edificar¨¢ el complejo residencial Las Olas) como una aparici¨®n mariana. A Luc¨ªa, aparejadora necesitada de trabajo, se le manifestar¨¢ lo inefable: la Virgen Mar¨ªa en persona, reclamando la edificaci¨®n de una iglesia all¨ª donde las fuerzas vivas tienen planes muy distintos.

La presencia de Rohrwacher y la infiltraci¨®n de una figura religiosa pueden llevar a pensar en una cierta cercan¨ªa entre La gracia de Luc¨ªa y la imponente Lazzaro feliz, pero, si bien ambas pel¨ªculas aluden a una gloria pret¨¦rita del cine italiano, resulta evidente que la pel¨ªcula de Zanasi juega en otra liga (menor). Formado por Nanni Moretti, Zanasi reivindica aqu¨ª la tradici¨®n de una comedia popular humanista con un punto de sofisticaci¨®n, barniz¨¢ndola de modernidad con el radiante juego crom¨¢tico de Radovic. Su pel¨ªcula no tiene reparo en apayasarse puntualmente ¡ªla Virgen se comunica con su emisaria a pu?etazos¡ª, pero en todo momento queda claro que tanto la verdad del conjunto como el sentido del espect¨¢culo no necesitan m¨¢s que la solvencia de la actriz protagonista para sostenerse. La pel¨ªcula, en definitiva, es Alba Rohrwacher.