Todo es n¨²mero
El mercado demanda matem¨¢ticos, magos que entiendan de los conjuros en las redes o que hagan vud¨² con las masas de datos
Al escritor brit¨¢nico de ciencia ficci¨®n Arthur C. Clarke (1917-2008) le gustaba repetir que: ¡°Cualquier tecnolog¨ªa lo suficientemente avanzada es totalmente indistinguible de la magia¡±. La frase rige en estos momentos de la historia de la humanidad m¨¢s que nunca: ?C¨®mo funciona nuestro m¨®vil? Magia. ?Por qu¨¦ calienta el microondas? Magia. ?Por qu¨¦ vuelan los aviones? Magia¡ Estamos totalmente rodeados de tecnolog¨ªa; es m¨¢s, nuestro presente y futuro depende cr¨ªticamente de ella y, sin embargo, para la mayor¨ªa de nosotros la tecnolog¨ªa es indistinguible de la magia.
?C¨®mo hemos llegado a esta parad¨®jica situaci¨®n? La tecnolog¨ªa es uno de los muchos devengos del conocimiento cient¨ªfico que hemos alcanzado gracias a la matem¨¢tica. En la antigua Grecia, el fil¨®sofo y matem¨¢tico griego Pit¨¢goras (569-475 a. C.) tuvo una revelaci¨®n que constituye desde entonces el n¨²cleo de la ciencia moderna: todo es n¨²mero y podemos desentra?ar el orden oculto del mundo, las leyes del universo, gracias a la matem¨¢tica. La armon¨ªa del universo pod¨ªa entenderse, seg¨²n los pitag¨®ricos, mediante razones de n¨²meros enteros y sus leyes estaban regidas por tales n¨²meros y proporciones. 2500 a?os despu¨¦s, disponemos de m¨®viles, microondas y aviones.
En esta aventura del conocimiento han participado las mentes m¨¢s brillantes de nuestra especie. Sin embargo, y a pesar de que incluso la revelaci¨®n pitag¨®rica se produjo gracias a la m¨²sica, el conocimiento tecno-cient¨ªfico ha sido marginado de lo que entendemos por cultura con may¨²sculas. Si usted cree que Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez era un narcotraficante colombiano es un ignorante, pero si desconoce qu¨¦ es una transformada de Fourier, base de todas las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, basta con que se jacte con orgullo de que no sabe de n¨²meros y cambie de tema. La brecha entre las dos culturas, ciencias y humanidades, de la que nos advert¨ªa el f¨ªsico Charles Percy Snow a finales de los cincuenta, sigue vigente y en crecimiento: somos capaces de enviar naves a los confines del Sistema Solar al mismo tiempo que intentamos curarnos con homeopat¨ªa.
En estos momentos el mercado demanda matem¨¢ticos, magos que entiendan de los conjuros en las redes o que hagan vud¨² con las masas de datos que nos inundan. Como la empresa paga mejor que la academia, adem¨¢s de la brecha entre las dos culturas, nos estamos quedando sin maestros de magos. La situaci¨®n puede alcanzar tintes dram¨¢ticos, que expresado en t¨¦rminos apocal¨ªpticos de serie de Netflix ser¨ªa algo as¨ª como: ?Qu¨¦ ocurrir¨ªa si de pronto desaparecieran todas las personas que entienden matem¨¢ticas de la faz de la Tierra? Mientras tanto: lea matem¨¢ticas, igual no salva el mundo, pero seguro que lo entender¨¢ mejor.
*Bartolo Luque es doctor en Ciencias F¨ªsicas y director de 'Grandes ideas de las matem¨¢ticas'.
Babelia
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