La galer¨ªa global
NoguerasBlanchard busca un nuevo modelo de galer¨ªa combinando dos ciudades y dos proyectos: una espacio comercial en Madrid y un 'project space' a las afueras de Barcelona
Cuando NoguerasBlanchard abri¨® su primer espacio en Barcelona, en 2004, la ciudad vivi¨® un peque?o brote galer¨ªstico con las aperturas de ADN y ProjecteSD y una renovaci¨®n del mapa de galer¨ªas que tradicionalmente hab¨ªan habitado la calle Concell de Cent y sus alrededores, con las m¨ªticas Toni T¨¤pies, Carles Tach¨¦ o Estrany-de la Mota. El modelo era el cl¨¢sico. Entonces no hab¨ªa ni WhatsApp ni Instagram y todo funcionaba con laboriosos dosieres en papel personalizados con im¨¢genes escaneadas que el fot¨®grafo todav¨ªa entregaba en mano y en clich¨¦s. El fax todav¨ªa era h¨¢bil para hacer una oferta y las webs eran sencillas y caseras. De esa escuela vienen ?lex Nogueras y Rebeca Blanchard. Cuando pensaron abrir su propio proyecto dieron un giro log¨ªstico de zona y se instalaron en pleno Raval, en un espacio en calle Xucl¨¤, a tres minutos caminando del MACBA que entonces dirig¨ªa Manuel Borja-Villel y a diez del CASM que llevaba Ferran Barenblit.
El siguiente paso fue darle un giro a la idea de galer¨ªa local y expandirla a una global. De ah¨ª que en 2012 abrieran su segundo espacio en Madrid, buscando la misma complicidad vecinal del Museo Reina Sof¨ªa y La Casa Encendida, as¨ª como un eje de galer¨ªas instaladas ya en la calle Doctor Fourquet. Eso supuso otro brote de aperturas y dibuj¨® un nuevo mapa de las galer¨ªas en la ciudad. Rozando ya los quince a?os de camino, siguen dando giros espaciales buscando ese modelo de galer¨ªa acorde a los tiempos cambiantes y las econom¨ªas dispares. La idea de dejar el peque?o espacio en el centro de Barcelona para instalarse en el amplio local a las afueras, en Hospitalet del Llobregat, fue arriesgada en su inicio, pero pasados ya dos a?os ha devuelto a este proyecto ese pulso experimental al que siempre han estado apegados. Y no son los ¨²nicos. Contribuye, y mucho, el hecho de que la zona se haya convertido en un nuevo distrito cultural, con la llegada de otras galer¨ªas y muchos artistas. Aunque por encima de todo est¨¢ la apertura de trabajo que ofrece esta galer¨ªa convertida la mayor¨ªa de las veces en un project space, abierto muchas veces a la mirada de comisarios. La ¨²ltima es Rosa Lle¨®. En sus manos est¨¢ este a?o el ciclo Margins of Ten, que acaba de inaugurar la exposici¨®n de Ad Minoliti.
Siempre han perseguido crear un modelo de galer¨ªa diferente en t¨¦rminos de relaci¨®n con los artistas y sus carreras. Siempre han tenido claro que artista y galer¨ªa no son dos entidades independientes sino que est¨¢n estrechamente ligadas en los procesos de producci¨®n y promoci¨®n. Delimitar las responsabilidades de la galer¨ªa con el artista y viceversa es su mayor apunte a un cambio de modelo m¨¢s sostenible para la creaci¨®n y el negocio. De todo ello hablamos con ellos cuando preparan ya la primera individual de Mercedes Azpilicueta en su espacio en Madrid.
Empecemos con un breve diagn¨®stico del momento. ?Seguimos en crisis?
Si entendemos el t¨¦rmino ¡°crisis¡± como momento de cambio, con connotaciones no necesariamente negativas, efectivamente estamos en un momento de crisis. En nuestro sector, ese cambio afecta a todos los actores: cambia el modelo de producci¨®n art¨ªstico, hay un cambio a la hora de hacer llegar el arte al p¨²blico, se vende de forma diferente, y tambi¨¦n se ve el arte de otra manera, de forma mayoritaria a trav¨¦s de prisma de las redes sociales. La tecnolog¨ªa ha facilitado nuestro trabajo, pero tambi¨¦n ha cambiado los h¨¢bitos de uso del p¨²blico, ya sea el mero espectador o el coleccionista. En este sentido, estamos en un cambio de paradigma, aunque desde la galer¨ªa reivindicamos la idea de que el arte hay que experimentarlo, verlo, estar frente a ¨¦l para poder apreciarlo en su totalidad. Los miles de consumidores de arte v¨ªa Instagram parecen querer contradecirnos a diario.
?Es rentable una galer¨ªa de arte?
Las galer¨ªas, como cualquier negocio, son rentables si se lleva la gesti¨®n con la cabeza y no con el coraz¨®n. El problema es que el galerismo es un trabajo vocacional y responde a motivaciones personales, y eso no es bueno para ning¨²n negocio. Hay que poder tener un balance para crear un proyecto con personalidad, que sea genuino al esp¨ªritu del galerista, y a la vez sea viable financieramente. Seguro que con un buen gestor al lado la vida de cualquier galerista es m¨¢s f¨¢cil.
?Hay pudor por ir por parte de la gente? ?Se ha roto ya esa barrera? ?En qu¨¦ medida es culpa del propio galerista?
El espacio de la galer¨ªa se sigue viendo un espacio elitista aparentemente vetado al p¨²blico en general. Con las nuevas formas de comunicaci¨®n es mucho m¨¢s f¨¢cil ense?ar lo que hacemos, pero a¨²n as¨ª hay que hacer mucha pedagog¨ªa para que la gente se acerque a nosotros. Somos el primer espacio donde se muestra la producci¨®n art¨ªstica que sale del taller. Somos fuente primaria de informaci¨®n, y el acceso a nuestras exposiciones es siempre gratuito.
Parece que la f¨®rmula pop-up es el nuevo formato de la galer¨ªa internacional. ?Est¨¢n las ferias abiertas a eso?
El crecimiento del modelo pop-up tiene que ver con el agotamiento del modelo feria. Hemos visto que las ferias todav¨ªa sirven para vender arte, pero tambi¨¦n han fracasado en esos otros ¨¢mbitos que se han querido potenciar, como la promoci¨®n de artistas, o como lugares de descubrimiento o conocimiento. Se hacen grandes esfuerzos en organizar charlas con profesionales, o grupos de trabajo con comisarios y el resultado es un esfuerzo muy segmentado que solo revierte sobre ese campo espec¨ªfico y que no aporta valor tangible a la galer¨ªa que est¨¢ pagando el stand. En el fondo, una feria no es el mejor lugar para ver arte, y los comisarios hace a?os que se han dado cuenta. En cuanto a las galer¨ªas, el modelo de feria nos conviene mientras haya oportunidad de negocio. En cuanto a capital simb¨®lico o los retornos mirando el futuro, seguramente es un error participar.
Hospitalet de Llobregat parece la ant¨ªtesis del foco de la calle Doctor Fourquet. Centro versus periferia. ?Funcionan ambos modelos?
En una calle como Fourquet es posible que varias galer¨ªas compartamos p¨²blicos, y eso es bueno ya que crea una red que se retroalimenta. Crear un sistema como Fourquet donde hay exposiciones muy variadas y adem¨¢s se puede empezar o acabar en el Museo Reina Sof¨ªa o en La Casa Encendida es como un ant¨ªdoto al auge del consumo de cultura online. Organizar eventos conjuntos crea comunidad y eso es muy importante para el peque?o ecosistema art¨ªstico en que nos movemos. En el otro extremo est¨¢ el espacio en L¡¯Hospitalet de Llobregat, aunque all¨ª tambi¨¦n estamos coordinados con nuestros vecinos, que tambi¨¦n son galer¨ªas y talleres de artistas. En L¡¯Hospitalet funcionamos como un espacio para proyectos, con un ratio de visitas m¨¢s limitado pero con un gran potencial a nivel de redes sociales. Es un espacio muy amplio que nos permite almacenar de forma c¨®moda y trabajar de forma tranquila. Es de facto un centro log¨ªstico con un gran espacio expositivo. Dado que las ventas ya no siempre se hacen en la galer¨ªa nos fuerza a comunicar de forma m¨¢s personalizada y a captar la atenci¨®n de otra manera. Tener dos programas diferenciados (uno en Madrid y otro en Hospitalet del Llobregat) nos obliga a comunicar muy bien para que no haya confusiones.
?Qu¨¦ es lo que m¨¢s ha cambiado de la galer¨ªa con el tiempo?
Aunque en nuestro esp¨ªritu siempre ha estado el representar y trabajar con artistas emergentes, quince a?os de galer¨ªa nos dan una perspectiva que nos obliga a madurar. Sigue nuestro compromiso con los artistas de hoy, ya que entendemos que el lenguaje que hablan y sigue siendo el nuestro. Por otro lado, empezamos a incorporar artistas que son referentes y que hablan un lenguaje similar, entroncando distintas generaciones en el programa. No queremos ser una galer¨ªa monocroma, sino una donde los artistas expresan una sensibilidad similar de formas distintas.
?Somos suficientemente cr¨ªticos en el campo de la cr¨ªtica?
Salvo honrosas excepciones, la cr¨ªtica de exposiciones se ha convertido en cr¨®nica descriptiva. Por suerte, los suplementos culturales abordan las exposiciones con una cierta visi¨®n subjetiva, que en el fondo es de lo que trata la cr¨ªtica. Pero los peri¨®dicos han desterrado la cr¨ªtica de sus p¨¢ginas y las revistas especializadas han ido desapareciendo as¨ª que estamos muy faltos de espacios para la cr¨ªtica seria.
NoguerasBlanchard fue de las primeras en lanzar un Open Call para comisarios. ?Son buenos compa?eros de viaje de las galer¨ªas? ?Tanto avalan?
Lanzamos un Open Call para comisarios porque esta idea de generar sinergias que nos obsesiona desde el inicio. Si algo tenemos claro es que una galer¨ªa es un proyecto colectivo, y por supuesto, los comisarios son una voz que siempre hemos querido incorporar. Nos aportan, igual que los artistas, discursos propios y nuevas visiones, y las colaboraciones que hemos tenido hasta ahora han dado algunos de los momentos m¨¢s transcendentes de nuestra corta historia. De hecho, despu¨¦s de 10 a?os, el Open Call era una sola exposici¨®n colectiva y ahora ha mutado en una invitaci¨®n a programar la temporada completa en L¡¯Hospitalet, bajo un paraguas conceptual del que este a?o se encarga Rosa Lle¨®.
Mirando a Barcelona y al MACBA... ?C¨®mo ven su futuro?
Con preocupaci¨®n. Urge hablar del futuro MACBA y de la lucha pol¨ªtica entre el departamento de Sanidad, el de Cultura y el Ayuntamiento de Barcelona. Intereses puramente partidistas amenazan la ampliaci¨®n natural del MACBA en la Capilla de la Misericordia, que le dotar¨ªa de espacio suficiente para exponer buena parte de la colecci¨®n permanente que est¨¢ en las reservas. Crear un museo sat¨¦lite alejado de la Plaza dels ?ngels es una p¨¦sima idea y perder el convenio actual condenar¨¢ al MACBA a ser un museo peque?o, sin ambici¨®n y sin capacidad de crecimiento.
?Y el futuro de la profesi¨®n?
Creo que todos compartimos un sentimiento de alienaci¨®n. Alienaci¨®n en todas las relaciones entre todos los participantes. La alienaci¨®n en un entorno donde el espacio y el tiempo para la reflexi¨®n, el debate y la identificaci¨®n personal con la forma y el contenido del arte contempor¨¢neo se han vuelto incompatibles con la demanda cada vez mayor de una constante participaci¨®n global, producci¨®n y competencia. Prueba de esto son los cierres de galer¨ªas de referencia en Nueva York, Zurich y Londres en los ¨²ltimos meses. Las preguntas urgentes que nos debemos hacer a nosotros mismos y a nuestros entornos: ?Cu¨¢les son las circunstancias y los ideales en los que los artistas, galeristas, coleccionistas, conservadores y escritores queremos trabajar hoy? ?Cu¨¢les son nuestras responsabilidades y opciones rec¨ªprocas? Y, m¨¢s espec¨ªficamente: ?Por qu¨¦ todos apoyamos un sistema construido en un mercado completamente diferente que hoy funciona solo para una peque?a cantidad de artistas y galer¨ªas y para el resto se basa en la auto explotaci¨®n o el privilegio? ?Cu¨¢l es la diferencia entre creaci¨®n y entretenimiento? ?Y para qui¨¦n es un juego donde el poder y la participaci¨®n se difunden de manera tan desigual?
?Un tema urgente para la mesa pol¨ªtica?
La Ley de Mecenazgo. Cada d¨ªa que pasa son oportunidades pedidas. No es tan dif¨ªcil: tenemos el modelo ingl¨¦s y el franc¨¦s cada uno con su historia de ¨¦xitos y puntos flojos. Se?ores pol¨ªticos, ?escojan uno y apl¨ªquenlo!
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