El existencialista Sartre tambi¨¦n explor¨® la risa
La Abad¨ªa estrena ¡®Nekrassov¡¯, la ¨²nica comedia escrita por el fil¨®sofo existencialista que dirige Dan Jemmett
En 1955, en plena Guerra Fr¨ªa, el fil¨®sofo existencialista franc¨¦s Jean-Paul Sartre (1905-1980) estren¨® en Par¨ªs Nekrassov, la ¨²nica comedia escrita dentro de su extensa obra. La funci¨®n, una s¨¢tira mordaz contra la prensa y la manipulaci¨®n informativa, un grito desesperado por la libertad y la democracia, fue un desastre. El p¨²blico burgu¨¦s al que iba dirigida se sinti¨® tan vilmente representado que la rechaz¨®. Hoy, esta vibrante e ingeniosa comedia llega al Teatro de la Abad¨ªa (hasta el 24 de febrero), en una de las grandes apuestas de la temporada, en una versi¨®n escrita por la mexicana Brenda Escobedo que dirige el brit¨¢nico Dan Jemmett. La obra original, que pas¨® de las seis horas iniciales a las cuatro con las que se estren¨® y 28 personajes, se ha reducido en este montaje a algo m¨¢s de dos horas y siete actores, que encarnan a 13 personajes.
Coincidencias de la vida, la huida de la Uni¨®n Sovi¨¦tica del ministro Nekrassov en busca de libertad coexiste en el tiempo con la absoluta urgencia que vive el peri¨®dico conservador Soir de Par¨ªs por hacerse con noticias atractivas para subsistir, ya sean falsas o verdaderas. Es entonces cuando Georges de Valera, el mayor estafador de Francia, buscado por la polic¨ªa, se topa con un periodista honrado obligado a sacar noticias de donde sea. La funci¨®n es un juego teatral que se realiza a vista del p¨²blico, con los cambios de vestuario incluidos. Todos los actores permanecen en el escenario durante toda la representaci¨®n.
Un director ¡°bastardo¡± abierto al mundo
Es Dan Jemmet un dramaturgo de clara vocaci¨®n universal. Dice de s¨ª mismo que es un director un ¡°poco bastardo¡±, que no se siente de ning¨²n pa¨ªs. Brit¨¢nico afincado desde hace a?os en Par¨ªs, Jemmet viaja por toda Europa estrenando obras. El hecho de trabajar en un idioma que no es el suyo no le supone ninguna cortapisa. M¨¢s bien, al contrario. ¡°Hay algo de liberador el hecho de trabajar en una cultura distinta a la tuya, en una lengua diferente. Esta sensaci¨®n de libertad es muy interesante para trabajar en el teatro, porque el teatro es o, al menos deber¨ªa ser, un espacio para el intercambio libre de ideas y de culturas. Si nunca me hubiera ido de Londres seguramente tendr¨ªa una sensaci¨®n muy potente de identidad cultural, algo que hubiera reducido mi capacidad de abrirme al mundo¡±.
Para Jemmett (Londres, 1967), Nekrassov es el tercer montaje para el Teatro de la Abad¨ªa, tras El Burlador de Sevilla (2008) y El caf¨¦ de Fassbinder/Goldoni (2013). Es Jemmett un hombre serio, de padre comunista como lo fue durante a?os Sartre, que resalta la ¡°inteligencia¡± del texto de Nekrassov. ¡°Lo m¨¢s interesante de esta obra es c¨®mo Sartre mezcla su pensamiento filos¨®fico y pol¨ªtico y se enfrenta a las fricciones que puede haber entre ellos, tratando de resolver algunas de las contradicciones que hay entre su filosof¨ªa y su ideolog¨ªa pol¨ªtica¡±, explica Jemmett, quien no oculta su admiraci¨®n por trasladar todo esto en forma de comedia feroz, utilizando la s¨¢tira y la farsa hasta sus ¨²ltimas consecuencias.
Objetivo: la burgues¨ªa
¡°El objetivo de su cr¨ªtica era claramente la burgues¨ªa francesa, la misma que llenaba los teatros de Par¨ªs entonces. Sartre debi¨® de pensar que la manera m¨¢s adecuada de detonar esas bombas que quer¨ªa lanzar sobre ese p¨²blico era a trav¨¦s de la farsa, muy en la tradici¨®n francesa. Fue Nekrassov el texto teatral de Sartre que menos ¨¦xito tuvo y la raz¨®n hay que buscarla en que el p¨²blico de alguna manera era consciente de que el autor les estaba intentando manipular a trav¨¦s de esta obra¡±, a?ade el director. ¡°El fracaso del espect¨¢culo se debi¨® a que esa burgues¨ªa que llenaba los teatros adivin¨® que se estaban riendo de ella, que Sartre les trataba como a unos verdaderos est¨²pidos¡±. ¡°Lo m¨¢s sorprendente de Sartre es que consigue una maquinaria c¨®mica de alta precisi¨®n, en la que introduce su pensamiento m¨¢s elevado y serio, aquellos temas que le obsesionaban, como la libertad personal,¡±, reconoce admirado el director.
Para la preparaci¨®n de Nekrassov, texto escrito por Sartre antes de su distanciamiento del comunismo, Jemmett se someti¨® a un experimento personal. ?l, lector asiduo de The Guardian, tom¨® la decisi¨®n de pasarse al Daily Telegraph, m¨¢s escorado a la derecha. ¡°Desde la llegada de Trump al poder, The Guardian est¨¢ como obsesionado. Cada d¨ªa dedica p¨¢ginas y p¨¢ginas con informaciones, an¨¢lisis y fotos sobre Trump. Comprob¨¦ que el Telegraph publicaba solo un buen art¨ªculo que parec¨ªa objetivo. Pens¨¦ que yo hubiera sido una persona distinta de haber le¨ªdo este peri¨®dico. No quiero decir que uno u otro peri¨®dico est¨¦n en la posici¨®n correcta, pero s¨ª que la influencia que ejercen sobre los lectores es enorme¡±, reflexiona el dramaturgo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.