Teatro y variedades en la Granada de los tiempos de Lorca

¡°Alba musical, tocando cinco instrumentos de los m¨¢s dif¨ªciles. C¨¦lebre tiradora al blanco. Conocida como la m¨¢s r¨¢pida caricaturista. Alba presentar¨¢ en sus formas escult¨®ricas un tarabajo [sic] atl¨¦tico de gladiador¡±. De esta manera sensacional anunciaba el Gran Teatro Isabel La Cat¨®lica de Granada el espect¨¢culo de esta ¡°mundial artista enciclop¨¦dica¡±, Alba Tiberio, el 26 de octubre de 1916. El programa de mano remarcaba que la funci¨®n era ¡°altamente moral para familias¡±.

Entre el p¨²blico que acudi¨® a ver tal maravilla estuvo Jos¨¦ Oriol Catena, compa?ero de Federico Garc¨ªa Lorca en la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la Universidad granadina. Oriol Catena (Granada, 1896-Madrid, 1960) lleg¨® a ser un destacado periodista, luego docente, que mantuvo toda su vida una gran pasi¨®n por el espect¨¢culo.

De los eventos a los que asist¨ªa ten¨ªa la costumbre de guardar el programa de mano. Tras la muerte de su viuda, en 1979, los tres hijos se los repartieron. Hace cinco a?os, la familia decidi¨® reunir de nuevo parte de ellos para su estudio: suman 3.288 de espect¨¢culos montados en Granada entre 1879 y 1930. Los programas ¡ªcoloridos, desplegables,...¡ª incluyen fotos de estrellas como Margarita Xirgu, que protagoniz¨® el 20 de marzo de 1915 El coraz¨®n manda, obra que form¨® parte de una larga velada, pero que, como advert¨ªa el programa, por estar ¡°dedicada a las damas granadinas¡±, terminar¨ªa ¡°antes de las doce¡±. Solo de esta actriz cercana a Lorca conservan unos 50.

En su casa en Madrid, Nicol¨¢s Oriol de Alarc¨®n, hijo de aquel enamorado del teatro, hojea en unos archivadores los ejemplares. Ense?a orgulloso la foto en la que su padre y Lorca posan, sentados en el suelo con las piernas cruzadas, separados por dos catedr¨¢ticos, durante una visita a la Alhambra, en una instant¨¢nea de finales de los a?os diez.

Ese joven con bigote, perteneciente a una pr¨®spera familia de comerciantes, de la que fue el mayor de siete hermanos, trabaj¨® como periodista en La verdad y El Defensor de Granada. Los Oriol se relacionaron con los intelectuales de la ciudad, entre ellos, Manuel de Falla, que llamaba ¡°el peque?o Par¨ªs¡± a un c¨ªrculo al que perteneci¨® tambi¨¦n el socialista Fernando de los R¨ªos, ministro en la Segunda Rep¨²blica.

Se traslad¨® a Madrid en torno a 1931. En la capital, ¡°iba dos o tres veces por semana al teatro¡±, recuerda su hijo. ¡°Le interesaba no solo como aficionado, sino tambi¨¦n como docente, porque daba clases de Lengua y Literatura¡±. Dirigi¨® una academia para la ¨¦lite y fue docente en el Instituto Ferrer, de ideario progresista. Sus amistades republicanas le acarrearon en abril de 1939, tras terminar la Guerra Civil, un expediente de depuraci¨®n que le apart¨® de su plaza, aunque no de su afici¨®n por el teatro. Su hijo recuerda c¨®mo le ¡°llevaba de la mano¡± a las funciones.

M¨¢s de 6.000 espect¨¢culos

La familia ha finalizado, despu¨¦s de tres a?os de trabajo, una base de datos digitalizada con la informaci¨®n recogida en los programas. Jos¨¦ Mar¨ªa Oriol L¨®pez, nieto del periodista, precisa que han localizado en Granada 22 espacios que se usaban en aquella ¨¦poca para espect¨¢culos, incluidos los port¨¢tiles. ¡°Fueron m¨¢s de 6.200 eventos en este periodo. Por all¨ª pasaron 271 compa?¨ªas, la obra m¨¢s vista de las 1.602 escenificadas fue Las corsarias, humorada c¨®mico-l¨ªrica que subi¨® al escenario 123 veces. De 724 autores, los m¨¢s representados fueron los hermanos ?lvarez Quintero¡±.

Este abundante material se ha clasificado por a?os, t¨ªtulos de las obras y artistas, con m¨¢s de 4.000 de distintas disciplinas, entre ellos, los int¨¦rpretes teatrales Leopoldo Fregoli o Carmen Cobe?a, la cupletista Dora la Cordobesita o el violinista Telmo Vela. Un vistazo permite comprobar los variados tipos de espect¨¢culos que se anunciaban: astracanadas, caprichos c¨®mico-l¨ªricos, chascarrillos, disparates, dramas ex¨®tico-fant¨¢sticos, sainetes andaluces, zarzuelas de costumbres valencianas, conciertos, ¨®peras, circo... ¡°Queremos hacer una web de acceso libre para los interesados¡±, a?ade Oriol L¨®pez.

¡°Tenemos terminado un libro sobre mi padre y sus programas de mano. Hay varias editoriales interesadas¡±, tercia Nicol¨¢s Oriol. Las instituciones con las que han contactado no han estimado interesante adquirir o exponer este archivo de medio siglo de memoria esc¨¦nica que, cuanto m¨¢s tiempo pase, mayor riesgo corre de deteriorarse si no se conserva en mejores condiciones. El Centro de Documentaci¨®n Teatral, dependiente de Cultura, comenta a EL PA?S que necesitar¨ªa una descripci¨®n de los documentos para poder juzgarlos. El propio Jos¨¦ Oriol Catena dec¨ªa: ¡°A ver qu¨¦ se puede hacer con mis programas de mano; ser¨ªa una pena que se perdiesen¡±.