Muere la escritora y editora Diana Athill a los 101 a?os
Combin¨® una brillante carrera en la edici¨®n, donde trabaj¨® con escritores como Phillip Roth, Margare Atwood o V.S. Naipaul, con un galardonado ¨¦xito como autora
Diana Athill, legendaria editora brit¨¢nica y ella misma una autora que se gan¨® el reconocimiento con sus libros de memorias escritos en la vejez, falleci¨® el mi¨¦rcoles por la noche a los 101 a?os. ¡°Los trabajos de Diana eran como ella misma: formidables, honestos, amenos¡±, ha sido el homenaje de Sigrid Raushing, responsable de la editorial Granta, a la hora de confirmar su muerte (tras una corta enfermedad) en una residencia de ancianos de Londres.
Athill fue un puntal en la casa editorial Andr¨¦ Deutsch, donde a lo largo de cinco d¨¦cadas trabaj¨® con una impresionante n¨®mina de autores, entre los que figuran Philip Roth, John Updike, Simone de Beauvoir, Margaret Atwood o el tan brillante como de car¨¢cter dif¨ªcil VS Naipaul. Aunque se estren¨® en la pluma a mediana edad, no acarici¨® el verdadero ¨¦xito hasta ya convertida en una octogenaria con el t¨ªtulo Stet: An Editor?s Life (2000) y, sobre todo, tras conseguir el premio literario Costa a los 91 a?os de la mano de una biograf¨ªa donde relataba su larga y agitada vida sentimental. Los jueces reconocieron entonces esas memorias, tituladas Somewhere Towards the End (En Alg¨²n Lugar Hacia el Final), por estar ¡°totalmente carentes de autocompasi¨®n y sentimentalismo, y sobre todo maravillosamente escritas¡±.
La autora tambi¨¦n decidi¨® que los ¨²ltimos a?os de su vida no deb¨ªan ser un tab¨² y que era necesario mirar a la cara a la muerte
Nacida en Londres durante el bombardeo de un zepel¨ªn alem¨¢n, en 1917, aunque criada en su querida costa de Norfolk (este de Inglaterra) entre lecturas y su afici¨®n a los ponies, Diana Athill acab¨® decant¨¢ndose por el estudio de la literatura inglesa en la universidad de Oxford. Despu¨¦s de trabajar para el servicio exterior de la BBC, durante la Segunda Guerra Mundial, fue fichada por un exiliado h¨²ngaro que por su condici¨®n de jud¨ªo hab¨ªa huido desde Viena al Reino Unido, Andr¨¦ Deutsch, para fundar una primera editorial en 1946 (Allan Wingate). Cinco a?os m¨¢s tarde Athill segu¨ªa a su lado para respaldarle en la fundaci¨®n de otra casa editorial, bajo el nombre Andr¨¦ Deutsch, que brillar¨ªa en el sector del libro de la posguerra.
Humillaciones y placeres
Jubilada de ese puesto a los 75 a?os, dio un impulso a su otra carrera como escritora que hab¨ªa desarrollado con muchos y largos par¨¦ntesis desde la publicaci¨®n, en 1962, de un relato muy personal (Instead of a Letter). Al igual que en ese libro desgranaba con franqueza la humillaci¨®n sufrida en su primera juventud, a manos de un amor que la dej¨® plantada sin dar se?ales de vida durante a?os (y, cuando lo hizo, fue para pedirle tard¨ªamente la ruptura de su compromiso), Athill abord¨® d¨¦cadas m¨¢s tarde y sin cortapisas los placeres del pasado, sus antiguas relaciones, temas como el amor, la mistad y la sexualidad. Nunca se cas¨®, pero mantuvo muchas relaciones sentimentales, entre las que sobresalen los ochos a?os de affair con el dramaturgo jamaicano Barry Reckord. En realidad vivieron juntos durante cuatro d¨¦cadas, todav¨ªa unidos por la amistad y en una componenda que ella calific¨® de ¡°una especie de matrimonio distante¡±.
Receptora de los honores reales hace justo diez a?os (Orden del Imperio Brit¨¢nico, OBE), la autora tambi¨¦n decidi¨® que los ¨²ltimos a?os de su vida no deb¨ªan ser un tab¨² y que era necesario abordar abiertamente el proceso de envejecimiento y mirar a la cara a la muerte.
Al hablar sobre su estrecho trabajo con tantos grandes nombres de la literatura, a Diana Athill le gustaba definir su papel m¨¢s como el de ¡°nanny¡± (ni?era) que como el de editora. ¡°No hubi¨¦ramos publicado nunca una novela que no mereciera ser publicada tal cual nos llegaba¡±, rememoraba en una entrevista con la revista New Statesman en 2012, ¡°lo ¨²nico que hac¨ªa era pulirlas un poco¡±.?
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