Miguel Barrero: ¡°El libro de texto educativo se ha convertido en mercanc¨ªa pol¨ªtica¡±
El nuevo presidente de la Federaci¨®n del Gremio de Editores asegura que el sector debe encontrar lectores con urgencia
Acaba de llegar a la presidencia de la Federaci¨®n del Gremio de Editores desde la direcci¨®n del ¨¢rea educativa de la Fundaci¨®n Santillana, en la que sigue desempe?ando sus tareas. Es un especialista en las tendencias editoriales educativas, desde la metodolog¨ªa a la tecnolog¨ªa, conoce la evoluci¨®n del libro en la ense?anza y dice que quiere llevar el libro y la lectura a un lugar protagonista en la sociedad. Llega con muchos planes para ayudar a las editoriales medianas en el comercio exterior y para que los editores tengan fuerza en Bruselas, con la propiedad intelectual. Adem¨¢s, quiere crear un plan de viabilidad con los libreros. Es sereno y templado, abierto al futuro y consciente de las dificultades que tiene el sector para llegar al nuevo lector.
Pregunta: ?Qu¨¦ necesita el sector editorial con urgencia?
Respuesta: Encontrar lectores. Hay una cosa que me preocupa mucho: ganar peso en las generaciones en las que el libro no tiene tanta presencia como en las precedentes, educadas en un imaginario diferente. El libro, para los m¨¢s j¨®venes, exige atenci¨®n y concentraci¨®n, actitudes que no est¨¢n de moda. Debemos tener mucha ambici¨®n en la b¨²squeda de ese lector.
Los j¨®venes no van a ir a ninguna librer¨ªa, as¨ª que tendremos que ir nosotros donde est¨¢n ellos
P. ?C¨®mo van a hacerlo?
R. Las editoriales debemos ser superactivos all¨ª donde est¨¢n ellos. No van a ir a ninguna librer¨ªa, as¨ª que tendremos que ir nosotros donde est¨¢n ellos.
P. ?Cree que el sector al que representa se ha desentendido de las librer¨ªas en el peor momento?
R. No nos hemos desentendido de los libreros. La Federaci¨®n apuesta por colaborar en que se haga un plan de acci¨®n para ayudar a las librer¨ªas. Contar¨¢n con nuestro apoyo para salir de esta situaci¨®n en la que se encuentran, que es muy delicada.
P. ?Alguna medida en concreto?
R. Estamos dispuestos a sentarnos con los libreros y los distribuidores para crear un plan de viabilidad de las librer¨ªas. Los editores necesitamos a los libreros y a sus librer¨ªas. Pero tambi¨¦n creo que necesitan reinterpretarse y evolucionar hacia la construcci¨®n de un espacio en el que tengas una experiencia lectora.
P. ?Qu¨¦ causas han llevado ah¨ª a las librer¨ªas?
R. En parte, por la gratuidad de los libros de texto. No estamos en contra de la gratuidad, pero los programas auton¨®micos de gratuidad han provocado y van a provocar el cierre de muchas librer¨ªas. No entiendo que no se hayan establecido ayudas directas en funci¨®n de los ingresos de de las familias. El libro de texto se ha convertido en una mercanc¨ªa pol¨ªtica. Por eso creo que deber¨ªamos dejarnos la piel en apoyar a las librer¨ªas de proximidad, las de barrio. No son librer¨ªas de fondo, pero en ellas encuentras siempre algo m¨¢s que el best-seller.
P. ?Y el cat¨¢logo de las librer¨ªas de fondo?
R. Uno de los patrimonios culturales de este pa¨ªs es el cat¨¢logo vivo editorial. Hay que protegerlo.
P. ?Cree que ese cat¨¢logo crece demasiado cada a?o? ?Producen ustedes en exceso?
R. Nosotros mismos decimos que producimos mucho, pero si revisas la cantidad de miles de t¨ªtulos publicados al a?o encuentras la realidad diversa de este pa¨ªs. El a?o pasado se publicaron 87.000 t¨ªtulos, de los que 21.000 no son en lengua castellana, por la pluralidad ling¨¹¨ªstica del pa¨ªs; 19.000 son libros no universitarios, propios de cada plan educativo de las 17 comunidades; 13.000 son infantil; 7.000, libro t¨¦cnico; y 16.000 son literatura. La cifra de edici¨®n es una consecuencia l¨®gica de la diversidad editorial espa?ola.
P. ?Entiende cuando los libreros se quejan de exceso de novedades?
Hay que poner en valor el libro, sin enfrentarlo con los videojuegos, las redes sociales o las series
R. Entiendo que produzca problemas en el punto de venta por la constante llegada de novedades y tambi¨¦n crea un problema en el consumidor, que sufre al asumir el volumen de novedad. Pero el lector habitual s¨ª sabe lo que quiere, tiene la capacidad de elegir. El lector ocasional, no, porque es espor¨¢dico.
P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le preocupa de los resultados del bar¨®metro de lectura que han elaborado?
R. Que a m¨¢s del 30% no lean porque no les interese la lectura. Tampoco les da pudor decirlo. Ese es uno de los grandes retos que tenemos por delante: persuadir. Debemos fomentar el valor de la lectura en s¨ª misma. Por eso este sector debe empe?arse en conseguir lectores, porque cada vez hay m¨¢s ofertas de entretenimiento y mucho menos exigentes. Hay que poner en valor el libro, sin enfrentarlo con los videojuegos, las redes sociales o las series. Simplemente, valorando el silencio, la concentraci¨®n y el tiempo de intimidad que ofrece la lectura.
P. ?Qu¨¦ ofrece la lectura frente a Netflix?
R. Imaginaci¨®n, conocimiento y diversidad. Sosiego, reposo, concentraci¨®n y cierta paz. En estos momentos todo es demasiado r¨¢pido y el consumo urgente. Tenemos que posicionar al libro en el nuevo ciudadano, que consume ocio y cultura de formas distintas.
Creo que las librer¨ªas necesitan reinterpretarse y evolucionar
P. ?C¨®mo debe ser la nueva editorial del nuevo ciudadano?
R. No tengo muy clara la evoluci¨®n, pero debe comunicar sus propuestas con los lenguajes y en el entorno del mundo digital. No digo que adquiramos las narrativas digitales, sino que aprendamos a mover e introducir el producto en ese entorno. Ahora podemos conocer a nuestros lectores.
P. ?Y c¨®mo cree que son los lectores?
R. El lector es mejor ciudadano. La lectura permite la creaci¨®n de una mejor ciudadan¨ªa. La lectura es la mejor medicina para la concordia y la serenidad. Y estamos en un mundo muy crispado y cada vez menos fundamentado. La lectura es una base esencial para la buena ciudadan¨ªa, para mejorar el progreso social, para crear un mayor esp¨ªritu cr¨ªtico. La lectura es clave para formar al ciudadano.
P. Sin embargo, el precio del libro crece y el acceso se limita, ?c¨®mo har¨¢n para llevar el libro a los menos favorecidos?
R. La biblioteca es una herramienta clave en este sentido. Y los bibliotecarios son unos profesionales esenciales en la formaci¨®n del h¨¢bito de la lectura, igual que los profesores. De hecho, tanto en las bibliotecas como en las escuelas se hace mucho m¨¢s por la lectura entre nuestros j¨®venes, que en las familias. Los editores debemos potenciar otros formatos m¨¢s baratos y en ese sentido la lectura digital es una buena v¨ªa de acceso.
P. Hemos hablado de la aportaci¨®n de la lectura al ciudadano, pero ?y el editor qu¨¦ aporta a la sociedad?
La lectura permite la creaci¨®n de una mejor ciudadan¨ªa. La lectura es la mejor medicina para la concordia y la serenidad
R. Somos la industria cultural m¨¢s importante de este pa¨ªs. A los editores se nos mira de una manera muy reduccionista, porque no solo somos empresarios con productos culturales. Somos agentes culturales. El editor convierte un manuscrito en un producto, que hace llegar a la sociedad. Aportamos diversidad y creaci¨®n cultural. El editor se identifica mucho con lo que hace, es un profesional comprometido, con un foco de tensi¨®n entre la b¨²squeda de la rentabilidad y de la excelencia cultural. Por eso es un mercado m¨¢s de oferta que de demanda, porque son apuestas que lanza el editor.
P. En el bar¨®metro se dice que el 70% de los lectores digitales consume sin pagar.
R. Este tema me irrita mucho. Los ¨ªndices de pirater¨ªa son alarmantes. Es una falta de respeto a la autor¨ªa y los derechos de los creadores. Est¨¢ muy extendida la idea de que no es l¨ªcito ganarse la vida como creador. En una cena te encuentras con personas que se vanaglorian de tener el disco duro lleno de libros gratis. Tambi¨¦n est¨¢ muy extendida entre los j¨®venes.
P. ?No le llama la atenci¨®n que su cargo no haya sido representado nunca por una mujer?
R. No solo me llama la atenci¨®n, sino que cuando me vaya quiero entregar el puesto a una mujer. El peso de la mujer en la edici¨®n es mayoritario y debemos hacer un cambio ya en las instituciones y dejar paso a las mujeres.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.