Savater

Una de las pruebas para valorar el sectarismo propio es conocer la opini¨®n sobre Fernando Savater, personaje vilipendiado por la derecha y la izquierda en funci¨®n de sus declaraciones pol¨ªticas. El domingo, La 2 ofreci¨® uno de sus excelentes Imprescindibles sobre ¨¦l, una oportunidad para conocer de cerca al personaje, uno de los intelectuales m¨¢s coherentes que ha demostrado con textos y hechos su respeto por la convivencia democr¨¢tica al mismo tiempo que su alejamiento de la egolatr¨ªa. Pocas veces se asiste a un relato autobiogr¨¢fico con la sencillez que lo hizo Savater. ?l mismo dec¨ªa: ¡°Si tuviera que contar mi vida, la contar¨ªa jalonada con los libros que he ido leyendo¡±.

Un Savater que reconoce su amor por su ciudad natal, San Sebasti¨¢n; por una infancia en la que descubri¨® su fascinaci¨®n por ?frica, los dinosaurios y las carreras de caballos, sobre las que ha escrito art¨ªculos inolvidables, y por su mujer, Sara, cuya muerte le apart¨® de la escritura de ficci¨®n. Un intelectual capaz de reconocer la influencia de los tebeos en su vida, reivindicando por igual al Capit¨¢n Trueno, Guillermo Brown, Cior¨¢n, Tolkien, Stevenson o a Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo, de quien confiesa que fue uno de sus aut¨¦nticos maestros, pese al posterior distanciamiento. ¡°Pero esos son los buenos maestros, los que te permiten irte¡±.

Fue uno de los fundadores de ?Basta Ya!, un movimiento c¨ªvico esencial para acabar con el terrorismo de ETA. Compa?ero de estudios y amigo de Enrique Ruano, asesinado por la Brigada Pol¨ªtico-Social del franquismo, ayud¨® en el regreso de Yoyes, asesinada por sus compa?eros de la banda terrorista tras declarar su deseo de abandonarla definitivamente. Un Savater imprescindible, impulsor de la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, que acab¨® el excelente programa citando el epitafio del legendario jinete Arthur Robert Freeman: ¡°Siempre en¨¦rgico en los finales¡±, sea ¡°el final de las carreras, el final de los amores o el final de la vida¡±.