Arthur C. Brooks: ¡°Trump no es un l¨ªder. Le falta valent¨ªa moral¡±
El presidente del poderoso 'think tank' American Enterprise Institute presenta su nuevo libro en Madrid

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En el correct¨ªsimo espa?ol que maneja el presidente de uno de los think thanks de ¨¢mbito conservador m¨¢s influyentes de Estados Unidos se cuelan palabras en catal¨¢n. Sin querer dice menyspreo en lugar de menosprecio. Por en vez de miedo. Collons en lugar de vehemencia (seamos amables con la traducci¨®n). Estas tres palabras sirven, sin embargo, para concentrar el tema central de su ¨²ltimo libro, Love your enemies, que esta semana present¨® en Madrid. Arthur C. Brooks (Washington, 1964), presidente del American Enterprise Institute, columnista de The Washington Post, ¡°cat¨®lico y apost¨®lico¡±, como se define, sostiene que Estados Unidos (y el mundo) vive inmerso en una cultura de desprecio hacia quienes no piensan como nosotros. Sin embargo, Brooks, que lleg¨® a Espa?a por primera vez hace casi tres d¨¦cadas para tocar en una orquesta de Barcelona y se acab¨® casando con una catalana, es optimista. Muy optimista.
Pregunta. ?Ha crecido la polarizaci¨®n en el mundo?
¡°Con los populismos crece la polarizaci¨®n porque, b¨¢sicamente, es su producto¡±
Respuesta. Pues s¨ª. Es algo que pasa normalmente despu¨¦s de una crisis financiera, que es distinta a una recesi¨®n normal. Despu¨¦s de esto hay populismo. Es importante, porque durante esos a?os el crecimiento econ¨®mico no se comparte entre la gente. Pero no es un complot. Es un fen¨®meno que no sabemos, que no podemos solucionar; b¨¢sicamente, es algo que hay que aguantar. En este per¨ªodo, el 80% de la gente que ve que la tasa de crecimiento va subiendo, que la bolsa va bien pero que no les han subido el sueldo, que su hijo gana 800 euros al mes¡ ven que no es justo. Por eso se adhieren a partidos populistas. Con ellos siempre hay m¨¢s polarizaci¨®n, claro, porque es su producto. Es la cultura del desprecio [se le escapa menyspreo, menosprecio, en catal¨¢n], el contempt. Tienen que hacer enemigos entre la gente para que tengan poder, quieren que t¨² y yo seamos enemigos. Es lo que les da fama, poder, dinero. Hay m¨¢s polarizaci¨®n, pero no va a durar para siempre.
P. Esperemos.
R. No, es imposible. No hay energ¨ªa para mantener esta polarizaci¨®n. La verdad es que siempre hay enemigos y problemas, pero nos queremos querer. Somos humanos. Los espa?oles, o los americanos, no se quieren odiar para siempre.
P. Hay que reconocer que la polarizaci¨®n, como producto, es bueno. Al menos, que la gente lo compra.
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R. Pero es una moda. Es como una canci¨®n de moda. A los dos a?os, si la escuchas una vez m¨¢s, te quieres pegar un tiro.
P. En el contexto social de hoy, un mensaje como su love your enemies suena revolucionario.
R. Ser convencional es muy aburrido. Y odiar a tus enemigos es lo m¨¢s convencional que hay. Y no funciona, eh: si quieres convencer a los dem¨¢s, lo peor es insultarlos. Nadie en la historia del mundo ha sido convencido a base de insultos. Para convencerlos tienes que tener un poco de magnetismo, tiene que ser a trav¨¦s del amor. El l¨ªder que va con el odio quiere tener seguidores de su misma tribu. Pero el que quiere expandir su filosof¨ªa, ayudar a la sociedad, levantar a los dem¨¢s, es el que habla de amor. Jesucristo, Buda, Arist¨®teles, hablaban de amar a aquel con el que no est¨¢s de acuerdo. El secreto es eso, el Dalai Lama me lo explic¨® as¨ª: cuando amas a tu enemigo, te das cuenta de que no es tu enemigo.
P. Centr¨¢ndonos en su pa¨ªs, ?Hay un discurso de odio en su presidente, Donald Trump?
R. All¨ª es igual que aqu¨ª. Hay un periodo de polarizaci¨®n. Y Trump es un seguidor, no es un l¨ªder. ?l va detr¨¢s del impulso de la cultura. Cuando la gente tiene envidia, cuando tiene miedo [se le escapa por en catal¨¢n], quiere populismo. Y ellos surgen. Dicen que son l¨ªderes, pero no son l¨ªderes. Un l¨ªder de verdad tiene valent¨ªa moral y Trump no tiene valent¨ªa moral. Dice lo que piensa la gente, con m¨¢s collons, con menos verg¨¹enza, pero no puede durar, fracasar¨¢.
¡°No hay que discrepar menos, lo que hay que hacer es discrepar mejor¡±
P. Si Trump no es un l¨ªder, ?qui¨¦n considera que s¨ª lo es?
R. Hay l¨ªderes, s¨ª. Hay una generaci¨®n que est¨¢ surgiendo ahora. Este tipo de per¨ªodos son un ecosistema para cultivar l¨ªderes nuevos, pero son muy j¨®venes y no han salido a¨²n. En el Senado, por ejemplo, dos tercios de los senadores con menos de 50 a?os son republicanos. Y muchos son muy humanistas, no populistas, y tienen valent¨ªa, liderazo moral de pensar de otra manera, ser subversivos. Por ejemplo un amigo m¨ªo, Ben Sasse, senador de Nebraska. ?l habla de que si un sistema no sirve a los pobres no vale la pena. Un nuevo sistema que yo percibo en los l¨ªderes que salen ahora es hablar de la gente en la periferia de la sociedad, usando nuevas maneras de servirlos. Eso me hace muy optimista.
P. ?La salud del debate intelectual americano es buena?
R. S¨ª. Porque la competencia es buena.
P. Aqu¨ª llega la cara menos amable de esas discrepancias.
R. Cuando hay odio, la gente cree que lo que hay que tener es m¨¢s acuerdo. Eso es falso. No hay que tener menos competencia de ideas. Hay que discrepar mejor, no menos. Es normal despu¨¦s de estos fen¨®menos econ¨®micos que hemos sufrido, pero pasar¨¢. Y cuando pase, lo que no quiero que pase es que estemos de acuerdo.
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